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domingo, 4 de septiembre de 2011

LA BELLEZA QUE PASA.

Por: Lázaro Sarmiento




La capacidad para sentirse abrumado por la belleza tiene un vigor asombroso y sobrevive entre las más rigurosas distracciones. Esto escribió Susan Sontag en el ensayo Un argumento sobre la belleza, recogido en su libro póstumo Al mismo tiempo.

Me gusta pensar en el carácter efímero de la belleza de los cuerpos y en su visibilidad acentuada cuando se muestra junto a la imagen contraria: un hombre feo y una mujer hermosa; o un organismo carcomido junto a un tórax y unas extremidades lozanas. Hay muchas otras representaciones.

Uno de los personajes de El nombre de la rosa de Umberto Eco afirma que la belleza del cuerpo solo existe en la piel: “Si los hombres viesen lo que hay debajo de la piel se estremecerían de horror”(… )“Si piensas en lo que se esconde en la nariz, en la garganta y el vientre, sólo encontrarás suciedad.”

Y volviendo a Susan Sontag: “La belleza menos ‘enaltecedora’ del rostro y del cuerpo aún es el sitio más comúnmente visitado de lo bello.”

Pero ¿por qué esta amalgama de citas?

Sucede que hoy me impactó en La Rampa la imagen de una pareja integrada por una mujer impresionante, bellísima según los cánones generalmente idealizados, y un hombre masculinamente muy feo, con algo de simio cortés. Parecían enlazados por una armonía que dejaba fuera todo el escenario que los rodeaba. Tuve la impresión de que ella caminaba junto a él como si lo considerara un lujo, un regalo de la vida. Los dos parecían respirar un perfume fabricado en lugares recónditos de sus cuerpos.

Me incliné en gesto de admiración y respeto.





martes, 28 de diciembre de 2010

CUERPOS, HORMONAS Y TESTÍCULOS.

Por: Lázaro Sarmiento

En los testículos se genera el 95 por ciento de la testosterona.Es básica para el hombre. Su déficit ocasiona grandes problemas. Esto recuerda Ferran García, especialista del Instituto Marqués de Barcelona, en un artículo que tengo frente a mí en la pantalla de la computadora. Pero sucede que el exceso de esta sustancia es muy malo para el organismo. Frente a un desequilibrio de testosterona el cuerpo reacciona de forma anómala y fabrica estrógenos. Su exceso se produce a través del consumo de anabolizantes, análogos sintéticos de la testosterona, que muchos ingieren para aumentar el tamaño de sus músculos y disminuir la grasa corporal.

El consumo de anabolizantes puede causar problemas cardiovasculares y hepáticos, aumento del colesterol, alopecia y cambios de temperamento. Y también provocar otros trastornos como disminución del volumen testicular, infertilidad, disfunción eréctil, hipertrofia prostática, acné y síndrome de abstinencia o dependencia. El doctor Ferran García destaca que el exceso de testosterona hace que los testículos se vuelvan más gandules y produzcan menos espermatozoides. El volumen de los testículos puede reducirse en un 20 por ciento.

Un gran número de culturistas en el mundo son víctimas de este problema cuando se ven en el dilema de dejar de consumir anabolizantes o seguir perfeccionando sus cuerpos a cualquier precio.

Acabo de enterarme que en algunos países, donde se disponen de estadísticas sobre el tema, los casos de infertilidad masculina a causa de la ingesta de anabolizantes aumentan después de Navidad y en primavera.


Imagen superior: Geoge Wesley Bellows. Dempsey and firpo .Artista de finales del siglo XIX y principios del XX, supo reflejar en sus obras la vida y costumbres de los hombres de aquella época.

martes, 17 de noviembre de 2009

LA HABANA, VIDA PRIVADA


Por: Lázaro Sarmiento

La Habana es el principal set erótico y sexual de numerosas vidas contadas . Admiramos el esplendor de su pasado arquitectónico, la exuberancia de columnas, el eclecticismo de sus barrios, el modernismo de El Vedado, los parques republicanos, las avenidas floridas, los palacios con nuevos destinos... Disfrutamos el ocio expectante, los licores en las barras, las coreografías y en ocasiones hasta la falta de privacidad. Abrimos las mil puertas de mil pasarelas con etiquetas diferentes...

Y también en este espacio los habaneros nos miramos unos a otros con ternura, deseo o ¿morbo? (los adjetivos igualan el número de plazas urbanas) y nos tocamos y alimentamos el placer en sus esquinas, en los asientos públicos, al final de un pasillo, en la negrura del asfalto, en habitaciones calurosas o refrigeradas.

Recuerdo una noche en la que desde la ventana de una casa – que no era la mía- veía una extensión de azoteas repletas de trastes y alambres, y no muy lejos, cerrando el cuadro, el edificio rejuvenecido de la Lonja del Comercio. Éramos dos cuerpos sobre la cama en la edad de los inmortales. Y debajo de aquella superficie de techos sombreados y de tanques de agua y señales de video rebotando de un lugar a otro, seguramente había más cuerpos (como los nuestros) orgullosos de sus fluidos.

Nunca he sentido una imagen de La Habana tan cerca del sexo como esa vez. Tuve la sensación de que nuestra desnudez flotaba en algún punto entre la ventana y la cúpula de la Lonja, en una alfombra de azoteas. 4 A.M: esperamos el amanecer abrazados a un pedazo de la ciudad. No hemos vuelto a encontrarnos.

La vida bajo los techos de La Habana ...




Parque de la Fraternidad. Arriba: Piso superior de la Lonja del Comercio. La Habana. Fotos: Lázaro Sarmiento.



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sábado, 29 de agosto de 2009

HOY, SÚBDITO DE LA BELLEZA.

Por: Lázaro Sarmiento

La capacidad para sentirse abrumado por la belleza tiene un vigor asombroso y sobrevive entre las más rigurosas distracciones. Esto escribía Susan Sontag en el ensayo Un argumento sobre la belleza, recogido en su libro póstumo Al mismo tiempo.

Me gusta pensar en el carácter efímero que a veces tiene la belleza (el de los cuerpos) y en su visibilidad acentuada cuando se muestra junto a la imagen contraria: la pareja de un hombre feo y una mujer bella; o un organismo carcomido junto a un tronco y unas extremidades de atleta. Hay muchas otras representaciones.

Uno de los personajes de El nombre de la rosa de Umberto Eco afirma que la belleza del cuerpo solo existe en la piel: “Si los hombres viesen lo que hay debajo de la piel se estremecerían de horror”… “Si piensas en lo que se esconde en la nariz, en la garganta y el vientre, sólo encontrarás suciedad.”

Y volviendo a Susan Sontag: “La belleza menos ‘enaltecedora’ del rostro y del cuerpo aún es el sitio más comúnmente visitado de lo bello.”

Pero ¿por qué esta amalgama de citas sin profundizar en ningún concepto? .

Sucede que hoy me impactó la imagen de una pareja integrada por una mujer impresionante, bellísima según los cánones generalmente idealizados, y un hombre masculinamente feo, con algo de simio cortés. Parecían enlazados por una armonía que dejaba fuera todo el escenario que los rodeaba. Ella daba la impresión de que consideraba un lujo caminar junto a él. Y los dos respiraban una química fabricada en lugares recónditos de sus cuerpos.

Me incliné en gesto de admiración y respeto ante la atracción hormonal que los enlazaba.

domingo, 21 de diciembre de 2008

Dibujo siamés en La Rampa.

La belleza más conmovedora es la más evanescente. Esto advertía Susan Sontag al referirse al rito anual de contemplación de los cerezos en flor en Japón, citado en el ensayo Un argumento sobre la belleza, recogido en su libro póstumo Al mismo tiempo.

Me gusta pensar en el carácter efímero que a veces tiene la belleza (el de los cuerpos) y en la alianza que puede establecer con su imagen contraria: la pareja de un hombre feo y una mujer bella; o un organismo carcomido junto a un tronco y unas extremidades lozanas. Hay otras representaciones.

Y volviendo a Susan Sontag: “La belleza menos ‘enaltecedora’ del rostro y del cuerpo aún es el sitio más comúnmente visitado de lo bello.”

Hoy observé la escena de una mujer frágilmente bellísima, según los cánones generalmente aceptados, con un hombre masculinamente muy feo. Sus figuras en La Rampa de La Habana proyectaban una alegría casi obscena. Tuve la impresión de que ella caminaba junto a él como si lo considerara un lujo.

Sentí deseos de inclinarme en gesto de admiración y respeto ante la atracción hormonal que los unía.
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