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jueves, 19 de enero de 2012

CON EL HOMBRE PEZ EN UN CINE DE LA HABANA.

Por: Lázaro Sarmiento

Hace unas horas pasé por la antigua fachada de los cines Duplex y Rex, en la calle San Rafael. Y como me sucede siempre que atravieso este bullicioso bulevar , pensé en la mentalidad indolente de los burócratas municipales , en los mecanismos perversos , que permitieron que estos cines desaparecieran, absorbidos por un agujero negro en la profundidad de La Habana. Y, como otras veces, sentí deseos de tener una varita mágica o una gran fortuna para restituirle su brillo original al Duplex y al Rex. Un esplendor que apenas disfruté y del que reconstruyo, ahora, un ambiente cosmopolita en el salón del vestíbulo, con un pianista ejecutando Estas en mi corazón, de Lecuona, o tal vez Begin the biguine, frente a paredes con espejos, mientras en la pantalla del Duplex proyectaban El hombre anfibio. Esa película rusa, entonces soviética, del año 1961, estuvo largo tiempo en cartelera. Al hombre pez debió gustarle la otrora acera con serpentinas azules de la calle San Rafael.


Cines gemelos en la Calle San Rafael entre Industria y Amistad, en el corazón de La Habana.

Rex Cinema. Inaugurado el 20 de mayo de 1938 fue el primer cine de Cuba dedicado exclusivamente a la exhibición de filmes documentales, cortometrajes y noticieros. Butacas: 750.

Duplex. Inaugurado en 1947 por la empresa del Rex Cinema. Ambos cines compartían la misma fachada y entrada y tenían un vestíbulo común. A diferencia de su vecino, el Duplex ofrecía películas de ficción. Butacas: 500.



viernes, 23 de abril de 2010

HOSPEDAJE PARA ABRAZOS.

Por: Lázaro Sarmiento

Si ahora mismo tuviera una varita mágica que le devolviera su esplendor original a algunas calles de La Habana comenzaría por San Miguel, entre Industria y Amistad. Me interesa la trastienda sociológica de este tramo que funciona como atajo entre unas vías estrechas con fachadas carcomidas y el Paseo del Prado con su aire cosmopolita y edificios magníficos. Y del conjunto, hoy me atrae ese anuncio “luchando” frente a la erosión del tiempo: H. Rex. Ya nadie recuerda en qué momento los cuartos del hospedaje se convirtieron en viviendas familiares. La varita mágica me permitiría llenar este tramo de San Miguel de pequeños hoteles, sin pretensiones exageradas, con un confort mínimo. Las habitaciones la alquilaría por cuatro o cinco horas la gente que en las grandes ciudades necesita acostarse con urgencia, o hacerse invisible en la multitud. Mientras guardo la cámara imagino que en el lugar donde estaba el cartel H. Rex, los restauradores han colocado el siguiente epigrama de la vida rosa del poeta Luis Yuseff:



“Abrazarse a cualquier cuerpo
con la certeza
de que alguna vez
le verás el rostro al ángel. ”


Imagen derecha: Foto de Nan Goldin (Washington, 1953)

jueves, 8 de enero de 2009

El hombre pez en el Duplex de La Habana.

Por: Lázaro Sarmiento

Es una pena que desde la última remodelación del Bulevar de San Rafael hace ya varios años no haya surgido una solución para los locales del Duplex y el Rex. Detrás de la fachada original de ambos cines se acumula en la actualidad el vacío, la oscuridad, algunos fantasmas fílmicos y una flota de carritos para la recogida de basura.

Locales gemelos en la Calle San Rafael entre Industria y Amistad, en el corazón de La Habana, parece que van a desaparecer definitivamente como cines.

Rex Cinema. Inaugurado el 20 de mayo de 1938 fue el primer cine de Cuba dedicado exclusivamente a la exhibición de filmes documentales, cortometrajes y noticieros. Butacas: 750.

Duplex. Inaugurado en 1947 por la empresa del Rex Cinema, ambos cines compartían la misma fachada y entrada y tenían un vestíbulo común. A diferencia de su vecino, el Duplex ofrecía películas de ficción. Butacas: 500.


Fui a estas salas de pequeño y adolescente pero luego, no sé por qué, salieron de mis rutas habituales. Había un ambiente cosmopolita y elegante en su vestíbulo que debió impresionarme de niño en la década del sesenta. Estos cines flotan en mi memoria con una nostalgia tramposa, fabulativa.

Recuerdo a un intérprete tocando el piano en el salón (Tal vez Estas en mi corazón, de Lecuona, o Begin the biguine, de Porter) mientras en la pantalla del Duplex proyectaban El hombre anfibio. Esta película rusa, entonces soviética, realizada en el año 1961 estuvo largo tiempo en cartelera. Al hombre pez debió gustarle la antigua acera con serpentinas azules de la calle San Rafael.
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