miércoles, 31 de agosto de 2011

NO PUDE ROBARME MEDIO SIGLO DE MEMORIA.

Por: Lázaro Sarmiento




Durante un festival de la radio en la ciudad de Santa Clara, fui a una casa donde estaban vendiendo un viejo radio de caja de madera. Siempre he sentido fascinación por estos aparatos. Pienso que La Habana tendría que tener ya un museo de modelos antiguos en homenaje a la época en que fuimos una suerte de Olimpo radiofónico en América Latina .Cuando entré a la casa, el radio en venta estaba encendido. En el portal comedor, junto al patio interior repleto de plantas verdísimas, un grupo de personas muy adultas se deleitaba con un programa de alta audiencia en las noches: Alegrías de sobremesa, de Radio Progreso. Una mujer más joven que los demás, y que debía ser el pilar de energía en el seno familiar, me contó que aquel equipo fue uno de los regalos recibidos por los abuelos en su boda (uno, seguro, era el anciano que desde un sillón de ruedas parecía escuchar voces de otros mundos). Al regresar de la luna de miel, la pareja quedó cautivada por la adaptación radial de Cumbres borrascosas ; después las hijas vivieron sus primeros amores inocentes mientras imitaban a las protagonistas de La novela del aire, y cuando a aquellas les nacieron los hijos le pusieron los nombres de los galanes de las dramatizaciones ; con el oído muy cerca de la bocina, todo el clan familiar había estado atento a los mensajes de la radio rebelde originados en la Sierra Maestra ; desde décadas atrás los varones de la casa vibraban con las transmisiones beisboleras , y ninguno de los adolescentes se había perdido en los años sesenta ni uno solo de los capítulos de La flecha de cobre, aventuras al mediodía en la antena de Radio Liberación. Habían sido felices con ese aparato de válvulas al que le debían risas y lágrimas. Sin olvidar los danzones de Barbarito Diez al caer la tarde y las buenas y malas noticias del amanecer junto a la taza de café. Por último, la mujer desvió la mirada hacia una oquedad y como si buscara una dignidad extraviada dijo:
- Si no fuera por la situación económica que estamos atravesando nunca hubiéramos pensado en venderlo.
Fue un fogonazo. Descubrí que yo no podía comprar el radio ni por el mejor precio del mundo. Hubiera sido robarle a esa familia un pedazo de su memoria.



domingo, 28 de agosto de 2011

UN CUADRO DE UNA BELLEZA ATERRADORA.

(Un óleo de Rocío García inspirado en Alicia Alonso)

“En su óleo Seda (un título irónico, ambiguo, sutil, inteligente, invitador, desconcertante), también de 2008, la artista concede una de las más bellas imágenes plásticas que haya podido imaginar el arte cubano en relación con Alicia Alonso. Seda es un alarde, como casi todo en Rocío, de paradojas productoras de gráciles sentidos contrariados y contrariantes. Cierto que pinta ese momento mítico, más que histórico, genérico, cuando Alicia terminara de bailar Giselle y descubriera sus pies ensangrentados. Hay aquí una metáfora terriblemente bella, escalofriante, eléctrica, acerca del dolor y el placer que comporta el arte. Cierto que está esa dureza, ese cristal que se raja al cabo. Cierto. Como si Rocío entendiera, con Mañach, que `la emoción estética es siempre una sutil manera de angustia`, o que, también con él, `el arte mientras más elevado y bello, más se nos presenta como una voluntad de existir frente a la muerte, frente a la disolución, frente a la nada`.”


Fragmento del ensayo La cumbre estética de la nación, de Rufo Caballero, publicado en Cuba en el Ballet, no. 118, de 2009. En este texto que constituye una mirada a la figura de Alicia Alonso recreada por pintores cubanos, el autor afirma que Seda es un cuadro de una belleza aterradora e invitante.


lunes, 22 de agosto de 2011

LA RADIO DE LOS AMIGOS. (1)

Durante algunos días publicaré en el blog fotos de compañeros y amigos de la radio, que conservo en la computadora.


Esta foto es del pasado 20 de agosto (2011) en el Pabellón Cuba. Lázaro Sarmiento (izquierda), Alex Wuilson (locutor de Disco Fiesta) y Alfredo Torga,entrañable realizador de sonido de Radio Ciudad de La Habana.


El primero de la izquierda es Diego Ubieta, destacado realizador de sonido, con quien hice durante varios años en la COCO el programa Fuera de Serie. La dama de la foto es la locutora Teresa Gómez, a quien no veo hace casi veinte años. En la imagen de abajo aparece Diego en la actualidad junto a Lucrecia Rodríguez, asesora y directora de programas.



En esta foto de diciembre de 2008 (abajo) en los jardines del Hotel Nacional, Juanito Hernández, propagandista de profundos conocimientos, estaba disertando sobre algún aspecto de la divulgación en la radio, a la que le dedicó una buena parte de su vida.


En la imagen (2011) de abajo figuran: Alberto Creo, hábil realizador de sonido que disfruta enormemente su trabajo ; Alfredo Zamora, consagrado director de radio con múltiples resultados en su labor , y Lissette Jiménez, analista en la Dirección de Información, de reciente incorporación a la radio cubana.



Abajo:El primero de la izquierda es Alejandro Zayas Bazán (director de programas), le siguen Xiomara del Rosario (asesora), Lázaro Sarmiento (director), Sigfredo Ariel (director) y Bladimir Zamora (director) . La foto debió ser tomada antes de 1991, en el Salón Alhambra, en el sótano del Teatro Payret de La Habana . En aquella época todos hacíamos programas en Radio Ciudad de La Habana, entonces la emisora joven de la capital.





jueves, 18 de agosto de 2011

CINE Y VEDETTES.

“La escena cubana contó con muchas destacadas vedettes, pero las más populares fueron Blanquita Amaro (Santiago de los Baños, 1920-Miami, 2007): María de los Ángeles Santana (La Habana, 1914-1911) y Rosita Fornés (Nueva York, 1923). Con bellos rostros y figuras espectaculares, las tres merecieron haber desarrollado mejores carreras cinematográficas en nuestro país en el período prerrevolucionario; sin embargo, ninguna de ellas pudo en verdad cuajar una carrera artística en el celuloide.”

(Textos tomados del artículo Los actores del cine cubano prerrevolucionario, de Mario Naito López, incluido en el libro Huellas olvidadas del cine cubano, Editorial Oriente, Santiago de Cuba, 2010.



“La Fornés con apenas 16 años, se se asomó ya al cine en Una aventura peligrosa (1939), de Peón, y dos años después en Romance musical (1941), pero su labor cinematográfica la continuó en México hasta 1952, cuando retornó a Cuba tras separarse de su esposo, el actor azteca Manuel Medel. Con posterioridad, en los años cincuenta solo intervino en tres coproducciones cubano-mexicanas y en una cinta hispana, y no reapareció en el cine cubano hasta 1984 con Se permuta, de Juan Carlos Tabio.”

Foto de arriba: Rosita Fornés en el cabaret Tropicana, de La Habana, en el año 1956.

domingo, 14 de agosto de 2011

PERFIL.


“Sixto andaría por ahí, intentando atrapar el placer del instante, el fugitivo placer como, a fin de cuentas, enseñan clásicos muy ilustres...

“Supongo que no a todo el mundo se daba con igual intensidad o con igual amistad, pero tenía el (imagino privilegio) de amar la pasión, de disfrutar casi omnímodamente con el sexo, de sentir una íntima alegría al mero roce de otra piel humana…Y eso que tan común parece no lo es, en absoluto “¡Poder estar a gusto en la cama, casi con quien sea, verdaderamente es raro!”

Estos textos pertenecen a un desvencijado cuaderno de apuntes y debí transcribirlos poco después de 1988 (la fecha de impresión de la libreta). Increíblemente no anoté el título de la narración de donde los tomé, ni el autor. Siguen gustándome tanto como cuando los leí por primera vez.

“¡La gran dicha (aunque me guste ver dormir confiadamente a Lucía, y contemplaros a Marie ya ti, fuertes, sólidos, unidos) , la inmensa felicidad no existe. O existe, sí, como desgarrón repentino, como hermoso tirón que ciega como flecha que entra por los ojos ,extraña , insólita, privilegiada, absurda, y nos trae pasión y anhelos de un mundo diferente y perfecto”.

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