lunes, 20 de julio de 2009
RECONSTRUYENDO VIDAS CON PIES DE GATO.
Por: Lázaro Sarmiento
Por estos días he descubierto que había muchísimas cosas en mi memoria que no merecían estar olvidadas.Bastó el email de un amigo de la adolescencia para que se abriera un túnel en el tiempo y regresaran las imágenes extraviadas.
Ese amigo y yo hemos comenzado a reconstruir vidas a través del correo digital. Él nombra a los miembros de una antigua cofradía de estudiantes y juegos de pelota en las esquinas de Luyanó y yo trato de dibujar los cuerpos, así como algunos diálogos. Yo recuerdo una conversación y él la ubica debajo de un flamboyán rojo que había en el patio de la escuela.
Las muchachas de moda, los líderes del grupo y hasta los maleantes del barrio son evocados con regocijo. En su distante computadora, él teclea los datos de una ruta y yo compruebo las calles en escenarios reales. Y de pronto respiro el olor a agua estancada del patio de Crisanto, el que vendía peces.
Es inquietante armar lejanas ternuras, afinidades calladas, una felicidad ingenua… Avanzamos con cautela entre cristales rotos. ¿Qué pasará cuando la memoria cese? Quedará la imaginación.
Secundaria Básica Manuel Ascunce. Calle Enna. Luyanó. La Habana.
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Leerte me recordó un poema de Benedetti:
ResponderEliminar"El olvido está tan lleno de memoria,
que a veces no caben las remembranzas y hay que tirar rencores por la borda.
En el fondo, el olvido es un gran simulacro,nadie sabe ni puede / aunque quiera / olvidar.
Un gran simulacro repleto de fantasmas, esos romeros que peregrinan por el olvido como si fuese el camino a Santiago"
OBSESION FANTAL, más importante que saber que no podemos olvidar, es descubrir el peso que tienen en nuestras vidas algunas de las cosas que recordamos.
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