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miércoles, 13 de febrero de 2013

LOS EDIFICIOS CUELLO DE CISNE DEL VEDADO.





Detrás de mis espaldas se levantan los edificios cuello cisne del  Vedado.  Desde una ventana como ésta  en el Hotel Nacional, Jean Paul Sartre contempló los rascacielos enanos del  Vedado cuando visitó la Isla  en 1960 invitado por Carlos Franqui. En uno de los reportajes que salieron de esa visita y que en el propio año 60 fueron recogidos en el libro SARTRE VISITA A CUBA (Ediciones R, 1960), Sartre escribió:
“Personalmente, me gustan los rascacielos: apreciados uno por uno, los del Vedado son bonitos. Pero los hay en todas partes y resultan un desorden de formas y colores. Cuando la mirada trata de unirlos, se le escapan: no hay unidad, cada uno vive por sí. Muchos son hoteles: el Habana Hilton, el Capri, Veinte más.
Es una carrera de pisos: Uno más! ¿Quién pone más? A los quince, el rascacielos es de bolsillo. Cada uno alarga el cuello para mirar el mar por encima del hombro de su vecino. Potente y desdeñoso, el Nacional vuelve  la espalda a esa agitación. Seis pisos y ni uno más: ése es su título de nobleza.”
Ésta  es solo  una mínima observación, sin trascendencia, en un montón de páginas  aguadas y lúcidas  sobre  nuestro país y la Revolución en 1960. Vale la pena volver  a la lectura del libro SARTRE VISITA A CUBA. 

miércoles, 21 de diciembre de 2011

LA HABANA: LA VIDA QUE HAY DENTRO…

“Y comparando a La Habana con New York, comenta sobre el bullicio habanero: `no son los edificios lo importante, sino la vida que hay dentro de ellos. ` (Las traducciones son mías.)”. Cito al escritor cubano Reinaldo García Ramos en su comentario sobre la lectura de The Secular Journey, un diario que Thomas Merton llevó entre 1939 y 1941.

Otra observación de Merton sobre el ritmo de la vida en La Habana: “la alegría que uno siente no es privada, pertenece a todos los demás, porque todos los demás nos la entregaron antes…"



viernes, 31 de diciembre de 2010

HOTEL NACIONAL DE CUBA, OCHENTA AÑOS DE ESPLENDOR.

Por: Lázaro Sarmiento

El suntuoso Hotel Nacional de Cuba, en La Habana, acaba de arribar al aniversario 80 de su fundación. Esta instalación es Monumento Nacional y ostenta la categoría de Memoria del Mundo otorgada por la UNESCO. Con motivo de la celebración fue presentado en uno de sus salones el libro titulado Hotel Nacional de Cuba, revelaciones de una leyenda, de Luis Báez y Pedro de la Hoz. Según sus autores, “la obra constituye un conjunto de estampas y crónicas que conforman un gran reportaje, el cual simboliza a Cuba a través de uno de sus sitios más insignes”.

TEXTOS SOBRE EL HOTEL NACIONAL EN ESTE BLOG:

“El Hotel Nacional fue deliberadamente diseñado para ostentar el liderazgo del Caribe por la cadena norteamericana Intercontinental, a su vez subsidiaria de la Pan American Airways, en realidad propiedad del Chase Manhattan Bank, representante de los intereses del grupo Rockefeller. En este ejemplo se aprecia claramente el mecanismo del capital norteamericano y, en especial, de ese grupo Rockefeller que afincó muy adentro sus garras en Cuba.”
LA HABANA Y EL ESPLENDOR DE UN HOTEL.

En el Hotel Nacional de La Habana, a unos metros de la piscina donde Ava Gardner se mostraba como el animal más bello del mundo, está anclada desde hace cinco años la escultura titulada Baile. Su autora es la artista y economista japonesa Setsuko Ono, hermana de Yoko Ono.
BAILANDO CON SETSUKO ONO

“Huraño, colérico, huidizo, Sinatra mantiene encerrada en el apartamento del hotel a su flamante media naranja, o la lleva y la trae a escondidas, discutiendo desdeñoso con todos, no permitiendo que nadie, público, fotógrafos o periodistas se les acerque.”
AVA GARDNER EN LA HABANA.

En 1960 Jean Paul Sartre se alojó en una de las habitaciones del Nacional. Luego escribiría: “Personalmente, me gustan los rascacielos: apreciados uno por uno, los del Vedado son bonitos. Pero los hay en todas partes y resultan un desorden de formas y colores. Cuando la mirada trata de unirlos, se les escapa: no hay unidad; cada uno vive por sí. Muchos son hoteles: el Habana Hilton, el Capri, veinte más.”
LOS EDIFICIOS-CISNES DEL VEDADO.


martes, 9 de febrero de 2010

GEORGE RAFT Y UN NIDO DE MAFIOSOS EN LA HABANA.


Por: Lázaro Sarmiento

Este edificio que ahora está en reparación en el corazón de El Vedado fue en una época un nido de mafiosos en lo que llamaban la esplendorosa Habana. A la inauguración del Hotel Capri con su lujoso casino de juego la noche del 27 de noviembre de 1957 asistió el mismísimo Santos Traficante, quien poco antes había participado en una reunión en Nueva York donde los jerarcas del crimen organizado en Norteamérica habían discutido sobre los destinos de sus negocios en Cuba.

Nicholas di Constanza, el Carnicero, otro connotado mafioso, fue presentado como el accionista principal del hotel. También estaba Jack, el Cejudo, hermano de Meyer Lansky. Este último, curiosamente, no asistió a la apertura del casino no obstante vivir en esa época en la capital de la Isla. La fiesta reunió a políticos, senadores, empresarios y artistas, así como a personajes del régimen de Batista vinculados directamente con los negocios de la mafia. Y entre los periodistas figuraron Don Galaor, de Bohemia, y Palmita, de la revista Show.


La figura principal de la fiesta de inauguración fue George Raft (1895 –1980). Este actor norteamericano actuó durante un tiempo como un relaciones públicas especial, encargado de contribuir a la popularidad del casino y atraer a sus mesas de juego a gente rica de Estados Unidos.

Este acontecimiento está narrado en el libro La vida secreta de Meyer Lansky en La Habana, (Editorial Ciencias Sociales, 2006) del escritor cubano Enrique Cirules, donde se señala:

“En el instante preciso, George Raft penetró en el casino con una sonrisa cinemascope. Esa noche, como siempre, vestía una de sus caras y exclusivas camisas, una corbata muy llamativa y uno de aquellos trajes, con los que hizo época”.

También el libro recuerda que George Raft “había confrontado algunos problemas, y que después de convertirse en un apestado, ahora, de nuevo, lo habían integrado a los negocios, y se aparecía en los negocios de La Habana, era porque le estaban brindando una última oportunidad, para que pudiera expiar de manera sosegada sus culpas”.

Historias relacionadas con el Casino del hotel Capri y con otros que existían en Cuba en los años cincuenta, están bien contadas y documentadas en las páginas de La vida secreta de Meyer Lansky en La Habana. La mafia norteamericana tuvo amplios y poderosos tentáculos en la capital y en otras localidades del país y mantenía una alianza con el dictador Fulgencio Batista (1952-1958). Esos intereses llegaron a provocar una guerra sangrienta entre el clan Habana-Las Vegas y las familias sicilianas de Nueva York.

La mafia disfrutó poco tiempo el Casino del Capri (en la actualidad uno de los más fabulosos escenarios de la música cubana) pues la Revolución que triunfó en 1959 acabó con el juego en la Isla. El Hotel, sin sus ruletas y matones, se convirtió en uno de los edificios emblemáticos de El Vedado. En la actualidad, una brigada de constructores labora para restituirle su brillo original.



Calles N y19 en el Vedado. En sus esquinas están el Hotel Capri, el restaurante El Caribeño (antes Los Andes), el Club 21 y el Pabellón Cuba. Al fondo de la imagen: el edificio Focsa, que hace unos pocos años recibió una amplia labor de mantenimiento. El antiguo Casino del Capri está a la izquierda de las imágenes. Hoy es el Salón Rojo, un cabaret donde se presentan populares solistas y orquestas. Fotos: Lázaro Sarmiento, febrero 2010.

lunes, 3 de agosto de 2009

LA HABANA: COLECCIONANDO IMÁGENES.


“Al deambular por esta Habana que amo más que cualquier otra ciudad del mundo, me he preguntado muchas veces si sus destinos no han sido regidos siempre por unos fabulosos coleccionistas de casas, avenidas, muelles, parques y edificios públicos. Es decir, por hombres que temen ver terminado su placer al lograr una obra perfecta”.

Este párrafo pertenece al texto de Alejo Carpentier El amor a la ciudad. La Habana, ciudad sin terminar, fechado el 10 de diciembre de 1940. Está incluido en el libro Crónicas del regreso (Letras Cubanas, 1996).

En la primera de las imágenes que publico a continuación aparece el edificio de la Lonja del Comercio, en la Plaza de San Francisco, junto a la Avenida del Puerto de La Habana. Fue construido entre los años 1908-1909. Los arquitectos fueron Tomás Mur y José Mata. El enorme inmueble estaba destinado a almacenes, bolsa y oficina. En el libro de Lilian Llanes 1898.1921: La transformación de La Habana a través de la arquitectura (Letras Cubanas, 1993), leo sobre la Lonja del Comercio:

“En su conjunto, este edificio constituía un símbolo del comercio español en Cuba. En su época, representó una revolución en las construcciones de La Habana, por sus dimensiones y la técnica utilizada en su fabricación, así como por el tiempo en que se llevó a cabo. Desde el punto de vista formal, expresa el gusto de la época, por el lenguaje clásico y constituyó un buen ejemplo del eclecticismo…”


Abajo: El reconstruido Hotel Saratoga del Paseo del Prado. En la acera estaban los fabulosos Aires Libres del Prado que servían de escenario a la presentación de orquestas que hicieron época en La Habana.


En una de las orillas de la bahía, el Cristo de La Habana bendice la ciudad desde su privilegiada colina.


La más famosa de las avenidas cubanas: el Paseo del Prado de La Habana. Este es el tramo inicial. Más adelante los elementos urbanísticos cambian.

Fotos: Lázaro Sarmiento

jueves, 21 de mayo de 2009

NAVEGANDO EN EL QUEEN MARY.


Por: Lázaro Sarmiento

Jumbo era un elefante oriundo de Abisinia que después de ser mostrado en París, Londres y Estados Unidos murió atropellado por una locomotora. También se hablaba del barco más grande (Queen Mary) y de los edificios más altos del mundo (Empire State, entonces), así como de una excursión al campo en automóvil dirigida por el tío Felipe… Esto es lo que nunca he olvidado del libro de lectura general para niños descubierto en un closet de la casa de mi abuela (otra vez la casa de Santos Suárez, siempre sale en los escenarios felices). No puedo afirmar que ese fuera el primer libro que leí en mi vida, pero sí es el más antiguo que recuerdo.

Ya se sabe, donde la memoria falla, la imaginación trabaja.

Otro de aquellos primeros libros fue Así es mi país, de Antonio Núñez Jiménez, con un dibujo que me impresionó muchísimo: el mapa de Cuba atravesado por flechas que indicaban las rutas de los ciclones que habían azotado la Isla. Los 500 millones de la Begun, de Julio Verne, y El último de los Mohicanos, de Fenimore Cooper, también estaban en mi biblioteca infantil. Ahora vuelvo a esos libros con la ilusión del artista que reconstruye su antiguo teatro de sombras chinescas.
Luego llegaron los libros mayores. Aunque, como decía Lezama, “cualquier buen libro leído es el libro mayor. O cualquier buen libro es el libro, porque mayor es un grado bélico que le sobra a la lectura”.

domingo, 8 de marzo de 2009

Gómez en los pisos de La Habana.

Estas letras G y M probablemente sean las iniciales de mayor tamaño dibujadas en los pisos de edificios y aceras de La Habana: Manzana de Gómez. Las fachadas del enorme inmueble de oficinas y establecimientos comerciales limitan con Neptuno, San Rafael, Monserrate y Zulueta, frente al Parque Central. Se construyó aproximadamente entre 1916 y 1918. Fue una de las más grandes obras levantadas en su época. Las letras en el piso de granito corresponden a las iniciales de su propietario: la Familia Gómez Mena.

Del libro 1898:1921: La transformación de La Habana a través de la arquitectura (Letras Cubanas, La Habana, 1993), de la historiadora del arte Lilian Llanes, tomé los
siguientes datos:

-La Manzana de Gómez era una especie de Bolsa donde se ofrecían valores de todas clases, que pertenecía a la extensa familia Gómez Mena: María Luisa, Alfonso, Andrés y José, hijos de su fundador, Andrés Gómez Mena.

-No se conoce la fecha exacta en que se inició su construcción, pero ya en 1917 se había construido el cuerpo del edificio y en 1919 estaba terminado en su totalidad. Se empleó la técnica del hormigón armado.

-Tenía unos 570 departamentos y 8 elevadores.

-Se anunció en la época que el costo del edificio no bajaría de un millón y medio de pesos y que albergaría una población flotante de veinticinco mil personas diarias.

En las últimas décadas, miles de cubanos han estudiado en la Manzana de Gómez ya que muchas de las antiguas oficinas se adaptaron como aulas para distintos tipos de enseñanza.
Fotos: Alfredo Zamora. 07.03.09

martes, 27 de mayo de 2008


RESCATANDO EDIFICIOS EN LA HABANA.
Por: Lázaro Sarmiento
Como un animal urbano que se identifica con cada metro del territorio que habita, me satisface observar que muy pronto ésta será una de las aceras mejor rejuvenecidas de La Habana.

En esta esquina de la calle Zulueta se reconstruye el edificio del Sloppy Joe s, un bar muy famoso en su momento que tenía una pared cubierta de fotos de estrellas de la pantalla. Al lado se levanta la ampliación del Hotel Parque Central (esquina a Virtudes), con sus 14 niveles, incluyendo el sótano y la piscina en el top. Me dice un ingeniero del MICONS que en la ampliación del hotel se aplicó por primera vez en Cuba el novedoso sistema Jet-Grounting.

La estructura de madera arropando el viejo cascarón en cuya planta baja estaba el Sloppy Joe s significa que habremos salvado otro edificio de los agujeros negros. También hay buenas noticias sobre el antiguo Ten Cents de Galiano y la calle Barcelona.
ecoestadistica.com