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domingo, 8 de marzo de 2009

Gómez en los pisos de La Habana.

Estas letras G y M probablemente sean las iniciales de mayor tamaño dibujadas en los pisos de edificios y aceras de La Habana: Manzana de Gómez. Las fachadas del enorme inmueble de oficinas y establecimientos comerciales limitan con Neptuno, San Rafael, Monserrate y Zulueta, frente al Parque Central. Se construyó aproximadamente entre 1916 y 1918. Fue una de las más grandes obras levantadas en su época. Las letras en el piso de granito corresponden a las iniciales de su propietario: la Familia Gómez Mena.

Del libro 1898:1921: La transformación de La Habana a través de la arquitectura (Letras Cubanas, La Habana, 1993), de la historiadora del arte Lilian Llanes, tomé los
siguientes datos:

-La Manzana de Gómez era una especie de Bolsa donde se ofrecían valores de todas clases, que pertenecía a la extensa familia Gómez Mena: María Luisa, Alfonso, Andrés y José, hijos de su fundador, Andrés Gómez Mena.

-No se conoce la fecha exacta en que se inició su construcción, pero ya en 1917 se había construido el cuerpo del edificio y en 1919 estaba terminado en su totalidad. Se empleó la técnica del hormigón armado.

-Tenía unos 570 departamentos y 8 elevadores.

-Se anunció en la época que el costo del edificio no bajaría de un millón y medio de pesos y que albergaría una población flotante de veinticinco mil personas diarias.

En las últimas décadas, miles de cubanos han estudiado en la Manzana de Gómez ya que muchas de las antiguas oficinas se adaptaron como aulas para distintos tipos de enseñanza.
Fotos: Alfredo Zamora. 07.03.09

domingo, 16 de noviembre de 2008

Vedado. (I)

Por: Lázaro Sarmiento


“Sobre El Vedado, carcomido, gris, echado bajo los árboles, sobre el Malecón veloz de los amantes, los ilusionados pescadores y los niños…”
(Roberto Fernández Retamar, Adiós a La Habana, 1959)


“-Mejorar el perfil del Malecón de El Vedado, por medio de la introducción cuidadosa de un mayor número de edificios altos y de huella pequeña, con vistas aseguradas al mar.
“-Reducir el volumen de vehículos y la velocidad del tráfico a lo largo del Malecón, desviando parte de su tránsito hacia las calles Primera y Tercera.”

(Enrique Lanza: .El borde costero de El Vedado: un enfoque de desarrollo cooperado. Regulaciones Urbanísticas Ciudad de La Habana. El Vedado. Municipio Plaza de la Revolución. Ediciones Unión. Ediciones Boloña, 2007.


“Sobre tus calles de arboledas y sombras, bajo tu cielo de
verano, azul y único, en tus parques lentos, mitológicos,
se recorta mi vida. Soy avaro de tu luz clara como un
relámpago. Voy hacia los álamos solitarios. Busco ufano
las hormigas cautelosas del mediodía. Quiero desvelarme
en ti. Vivir dentro de lo que amo
Como en una música cuya tierra es mía”.

(Miguel Barnet. Vedado, 1983)




“Los enormes recursos que se necesitan para la conservación, renovación y redesarrollo de El Vedado actual y futuro sólo pueden salir de una valorización inmobiliaria –cuidadosa pero también desprejuiciada- de ese suelo tan bien situado y capaz de asimilar casi cualquier cosa”.

(Mario Coyula: Más acá del río y bajo los árboles a la sombra de un Vedado que ya no es más. Regulaciones Urbanísticas Ciudad de La Habana. El Vedado. Municipio Plaza de la Revolución. Ediciones Unión. Ediciones Boloña, 2007.)


“Según la profesora Maria Victoria Zardoya, estudiando El Vedado se puede conocer la evolución de la arquitectura cubana de los últimos 150 años, pues en este territorio han trabajado los arquitectos más importantes de cada época, constituyendo un muestrario de gran valor, símbolos de la arquitectura del s XX, sobre todo en lo que respecta al eclecticismo y a la arquitectura moderna.”

(http://arquitectura-cuba.blogspot.com)

Fotos: Alfredo Zamora

viernes, 17 de octubre de 2008

La Habana: la belleza del conflicto.
Por: Lázaro Sarmiento

¿Donde está la belleza de una ciudad? A esta pregunta se puede responder con diversos argumentos. Hasta con engaño, ingenuidad o confusión. Alguien pudiera decir que la belleza de una ciudad está en su gente. Pero la gente no es la totalidad de una ciudad. Una aproximación al tema la encontré leyendo una entrevista al arquitecto Manuel de Solà-Morales, quien fue director de la Escuela de Arquitectura de Barcelona y fundador Laboratorio de Urbanismo, un centro de reflexión teórica. Para empezar, Solà-Morales dice que a lo mejor las ciudades de hoy no son muy bonitas, pero son mucho más interesantes de lo que eran las ciudades históricas.

“Son más complejas en su funcionamiento, contienen más diversidad de elementos, la gente es más capaz. Cada persona, familia, vivienda, oficina, aeropuerto, estación o playa es capaz de contener muchísima vida, y vida distinta. La ciudad es una máquina cada vez más rica y diversa. A lo mejor, incluso la estética de cierto desorden nos empieza a interesar. Cambiamos la estética tradicional por la diversidad, por la vida, y eso es muy importante, porque la gran fuerza de la ciudad es que sigue atrayendo a la gente, y cuánta más, mejor. Y su verdadera belleza interna, su riqueza, su vida, son también sus conflictos, porque el conflicto forma parte de la imagen de una vida mucho más moderna. En la ciudad histórica parecía que no había conflictos, todo tan ordenado, los paseos tan verdes... Esta energía, en la que no todo es delicioso, pero es muy veraz, creo que es una belleza que han adquirido o adquieren nuestras ciudades, tan interesante como la de orden formal.”

No digo que estas opiniones interpreten la realidad de las ciudades cubanas. Seguramente Manuel de Solà-Morales esta pensando, en primer lugar, en las ciudades europeas y en su experiencia como arquitecto. Sin embargo, sus palabras contienen razonamientos válidos para otras urbes del planeta y sus habitantes. Por ejemplo, a la pregunta ¿Qué es lo esencial que tiene que dar hoy la arquitectura al ciudadano?, el arquitecto catalán responde:

“El sentido de pertenencia, ciudadanía se diría en el castellano más clásico .Cuando vas a un buen paseo o parque, en Madrid u otra ciudad, en parte la sientes tuya; entiendes que mucha gente la ha hecho y que formas parte de esa ciudad. El cambio de lo subjetivo a lo colectivo, eso es lo que hace la ciudad, que es lo contrario del campo. En la ciudad vivimos con la total sensación de que compartimos, y eso en la buena arquitectura es fundamental. Al final no hay distancia entre urbanismo y arquitectura, que buscan lo mismo”.

La frase puede parecer naif, pero cada día siento La Habana más mía y la urgencia de que la pensemos todos.

Fotos: Lazaro

Leer entrevista:
http://www.elpais.com/articulo/portada/interesa/piel/ciudades/elpepusoceps/20081012elpepspor_3/Tes/

viernes, 10 de octubre de 2008

Publicidad en los aceras de La Habana.
Por: Lázaro Sarmiento

Variedad de letras en estos anuncios ubicados en los pisos de portales y aceras de La Habana. . Mensajes que en la mayoría de los casos hace tiempo perdieron su función original. Palabras grabadas en el granito y el cemento para realzar la entrada de tiendas, cafés, hoteles y otros establecimientos.

Publicidad en los pisos que no aspiraba a competir con aquellas vallas posadas como insectos de patas metálicas sobre los techos de La Habana. No obstante arrastrarse por los suelos, había elegancia en estos adornos. Diseñados para ser vistos cuando miramos por donde caminamos, ya hoy constituyen una especie de arqueología de gran ciudad.
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