Por: Lázaro Sarmiento
En el Hotel Nacional de La Habana, a unos metros de la piscina donde Ava Gardner se mostraba como el animal más bello del mundo, está anclada desde hace cinco años la escultura titulada Baile. Su autora es la artista y economista japonesa Setsuko Ono, hermana de Yoko Ono.
El conjunto, integrado por tres figuras de hierro, un hombre, una mujer y un niño bailando, “amor de familia”, constituye un detalle de democracia artística, fuera del tiempo, en medio de la elegancia rosa, intacta, del hotel.
Las figuras de Baile han logrado una rara armonía con el lugar. Me recuerdan esta frase de Gastón Baquero: “La danza puede ser el idioma perdido de unos dioses”.
Aprovecho para fotografiarme con los humildes dioses de Setsuko Ono.
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