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lunes, 28 de enero de 2013

SANTOS SUAREZ


Por: Lázaro Sarmiento

 
Santo Suárez  es  el lugar donde  he sido más feliz en   mi vida. Yo era de Luyanó con su esquina de Toyo, con la gente caminando por el medio de la calle, con  la Vía Blanca y con los  cafés  de la Calzada de  Concha y con mis pulcras  escuelas, la primaria y la secundaria,  construidas  después de la Revolución. También en Luyanó estaban mis amigos de todos los días  que jugaban a hacerse los  héroes del beisbol y  me llevaban al cine Ritz para que aprendiera a fumar a escondidas en el balcony mientras pasaban la película Tigres en alta mar.

Sin embargo,  elegí a Santos  Suarez como  mi barrio adoptivo. Allí vivían mi abuela y mis tías. Santos Suárez con sus magníficos parques y los flamboyanes de la avenida Santa Catalina.  ! Y qué decir de la esquina donde estaban la cafetería  Niágara con sus sándwiches, el cine con sus estrenos de  los jueves, la pizzería, una  librería  bien surtida y la parada de las rutas 37 y 79 ¡ Yo bajaba por la calle Estrada Palma y siempre  me  detenía   frente a la casa blanquísima de Amelia Peláez  para imaginarme una  vida entre pinturas, plantas y cerámicas . Pero mi fachada preferida era la casita de  madera en la misma calle y que por puro milagro ha sobrevivido hasta hoy, con un  estilo que no es el nuestro pero de un encanto que es universal. Y, sobre todo, en Santos Suárez descubrí el   gozo expectante y el placer sexual mientras caminaba acompañado hacia la Ward,  la heladería    que  pronto se convertiría en símbolo de mis deseos y  hallazgos.   

Arriba: Casa de Amelia Peláez en la calle Estrada Palama, donde también se levanta la casita de madera que se muestra abajo.

 

domingo, 14 de agosto de 2011

PERFIL.


“Sixto andaría por ahí, intentando atrapar el placer del instante, el fugitivo placer como, a fin de cuentas, enseñan clásicos muy ilustres...

“Supongo que no a todo el mundo se daba con igual intensidad o con igual amistad, pero tenía el (imagino privilegio) de amar la pasión, de disfrutar casi omnímodamente con el sexo, de sentir una íntima alegría al mero roce de otra piel humana…Y eso que tan común parece no lo es, en absoluto “¡Poder estar a gusto en la cama, casi con quien sea, verdaderamente es raro!”

Estos textos pertenecen a un desvencijado cuaderno de apuntes y debí transcribirlos poco después de 1988 (la fecha de impresión de la libreta). Increíblemente no anoté el título de la narración de donde los tomé, ni el autor. Siguen gustándome tanto como cuando los leí por primera vez.

“¡La gran dicha (aunque me guste ver dormir confiadamente a Lucía, y contemplaros a Marie ya ti, fuertes, sólidos, unidos) , la inmensa felicidad no existe. O existe, sí, como desgarrón repentino, como hermoso tirón que ciega como flecha que entra por los ojos ,extraña , insólita, privilegiada, absurda, y nos trae pasión y anhelos de un mundo diferente y perfecto”.

sábado, 4 de septiembre de 2010

OFICIO PARA ADULTOS: CUIDAR UNA MUÑECA.

Por: Lázaro Sarmiento

Se han preguntado ustedes ¿cuál es la razón por la que los adultos no jugamos con juguetes? G. K. Chesterton argumentaba: “La razón es que jugar con juguetes exige mucho más tiempo y trabajo que cualquier otra cosa. Jugar tal como los niños lo entienden es la cosa más seria del mundo”.

Chesterton afirmaba también que es mucho más sencillo consagrarse a una obra pedagógica que cuidar de una muñeca. Lo explica en su libro Enormes minucias (Colección Austral, Buenos Aires, 1946). Adquirí este título cuarenta años después de esa fecha, de manos de Jose (sin acento), un vendedor ambulante de libros de viejo que ponía su carga en los portales de la avenida Carlos III de La Habana y que muchos lectores deben estar añorando por los precios tentadores de sus ofertas.

“Es mucho más sencillo consagrarse a una obra pedagógica que cuidar de una muñeca. Tan fácil es escribir un artículo sobre pedagogía como escribir un artículo sobre las almendras tostadas o sobre los tranvías o sobre cualquier otra cosa. Pero cuidar de una muñeca es casi tan difícil como cuidar de un niño. Las niñas que yo encuentro en la calles de Battersea adoran a sus muñecas de una forma que me recuerda más a la idolatría que al juego. En algunos casos, el amor y el cuidado del símbolo artístico ha resultado más importante que la realidad humana que originalmente se trataba, supongo yo, de simbolizar”.

Y seguidamente Chesterton explicaba que el hombre que escribe sobre la maternidad es meramente un pedagogo; la niña que juega con una muñeca es una madre. Luego, sin que nos demos cuenta, como era costumbre en este autor, nos lleva a otra reflexión: el placer puro. Según Chesterton, en este mundo no podemos lograr el placer puro. En parte, porque el placer puro sería peligroso para nosotros y para los que nos rodean.

Si yo tuviera dinero coleccionaría juguetes. Ahora me conformo con tener esta reproducción de un Ford, modelo 1953, que desde el techo del refrigerador observa a los visitantes que llegan a mi casa.

Strength Training, de Steven Klein, fotografía de agosto de 2006

En Enormes minucias Chesterton reúne textos originalmente publicados en el periódico británico The Daily News. Los temas van desde el trozo de una tiza hasta el secreto de un tren, incluyendo la crónica titulada El Teatro de Juguete.

domingo, 14 de febrero de 2010

HACER EL AMOR EN EL BLOG.

Por: Lázaro Sarmiento

Muchos de los internautas que llegan a este blog lo hacen a través de las rutas que establecen palabras claves como “formas de hacer el amor”, “maneras de amar”, “amor y sexo tántrico ” y “hacer el amor en la ciudad”… Y para que las visitas continúen gracias a esos keywords voy a recurrir a tres de mis autores literarios habituales con textos que se refieren al amor en esta jornada casi universal en la que los terrícolas reafirmamos que, sobre todas las cualidades, somos seres con la capacidad de amar.

MARGUERITE YOURCENAR.

Utilidad del amor. Los voluptuosos se las componen para realizar sin él la exploración del placer. No se sabe qué hacer con el deleite durante una serie de experiencias sobre la mezcla y combinación de los cuerpos. Después, se da uno cuenta de que aún quedan descubrimientos por hacer en tan oscuro hemisferio. Necesitábamos del amor para que nos enseñara el dolor.

MICHEL TOURNIER.

Amar a muchas personas, ninguna de las cuales nos colma, pero que juntas componen una felicidad plural, desordenada, tumultuosa, inquieta; una inquietud, es cierto, menos total y amenazadora que la que inspira el amor a una sola persona. Esto es, quizás, la sabiduría. Poner el corazón en muchas celtas, reunirlas en una deliciosa complicidad cuyo centro sería yo. Una buena variante consistiría en estar enamorado en bloque de toda una familia lo más numerosa posible, y hacerme adoptar por ella.

(De la narración El vagabundo inmóvil)

KAVAFIS.

Días de 1901

Esto era lo que había en él de singular:
que en medio de toda su vida disoluta
y de su mucha experiencia en el amor,
a pesar de la habitual correspondencia
entre su actitud y su edad,
había algunos instantes –pero muy raros
ciertamente- en que daba la impresión
de un cuerpo casi intacto.

La hermosura de sus veintinueve años,
tan probada en el placer,
había momentos en que paradojalmente recordaba
a un adolescente que –con cierta torpeza- al amor
por primera vez su cuerpo puro entrega.

1927-1927.
Imágenes:
1.-Foto de Nan Goldin
2.-Exposición del Louvre en el Castillo de la Fuerza de La Habana, año 2009.
3.-Postal por el Día de los Enamorados.
4.-Actor con máscara de luz.

martes, 17 de noviembre de 2009

LA HABANA, VIDA PRIVADA


Por: Lázaro Sarmiento

La Habana es el principal set erótico y sexual de numerosas vidas contadas . Admiramos el esplendor de su pasado arquitectónico, la exuberancia de columnas, el eclecticismo de sus barrios, el modernismo de El Vedado, los parques republicanos, las avenidas floridas, los palacios con nuevos destinos... Disfrutamos el ocio expectante, los licores en las barras, las coreografías y en ocasiones hasta la falta de privacidad. Abrimos las mil puertas de mil pasarelas con etiquetas diferentes...

Y también en este espacio los habaneros nos miramos unos a otros con ternura, deseo o ¿morbo? (los adjetivos igualan el número de plazas urbanas) y nos tocamos y alimentamos el placer en sus esquinas, en los asientos públicos, al final de un pasillo, en la negrura del asfalto, en habitaciones calurosas o refrigeradas.

Recuerdo una noche en la que desde la ventana de una casa – que no era la mía- veía una extensión de azoteas repletas de trastes y alambres, y no muy lejos, cerrando el cuadro, el edificio rejuvenecido de la Lonja del Comercio. Éramos dos cuerpos sobre la cama en la edad de los inmortales. Y debajo de aquella superficie de techos sombreados y de tanques de agua y señales de video rebotando de un lugar a otro, seguramente había más cuerpos (como los nuestros) orgullosos de sus fluidos.

Nunca he sentido una imagen de La Habana tan cerca del sexo como esa vez. Tuve la sensación de que nuestra desnudez flotaba en algún punto entre la ventana y la cúpula de la Lonja, en una alfombra de azoteas. 4 A.M: esperamos el amanecer abrazados a un pedazo de la ciudad. No hemos vuelto a encontrarnos.

La vida bajo los techos de La Habana ...




Parque de la Fraternidad. Arriba: Piso superior de la Lonja del Comercio. La Habana. Fotos: Lázaro Sarmiento.



ENLACES RELACIONADOS:
HACER EL AMOR EN MEDIO DE LA CIUDAD
HAY MUCHAS FORMAS DE HACER EL AMOR
MARY PICKFORD Y EL DESTINO DE UN HOMBRE
HACER EL AMOR: ORGASMO CREATIVO
SEXO. LA PRIMERA VEZ



martes, 3 de noviembre de 2009

FORMAS DE HACER EL AMOR: ACTIVOS Y PASIVOS.

Por: Lázaro Sarmiento

Otra vez en el blog un tema sobre relaciones sexuales de pareja. Primero: lo de activos y pasivos no tiene nada que ver con el estereotipo sobre uniones homosexuales. Tiene que ver con el disfrute del placer en una pareja independientemente de su identidad sexual.

Se trata de experiencias basadas en las sensaciones y de ejercicios centrados en el acto de tocar y acariciar, una vez como parte activa y otra como pasiva.

Ahora podemos seguir: durante un tiempo los terapeutas sexuales orientaban a sus pacientes que cuando en la cama asumieran el papel activo, trataran de de complacer a su pareja. Y cuando se comportaran como pasivos, comunicaran a la otra persona todo lo que les gustara y todo lo que no les agradara. Así nuestra pareja actuaría pensando en nuestras expectativas. Sin embargo, esta conducta podía generar mucha tensión.

En la actualidad hay terapeutas que han modificado esos puntos de vista. Ellos aconsejan que cuando actuemos como activos, debemos tocar para nuestro propio placer y no preocuparnos por lo que esté pensando o sintiendo nuestra pareja, tampoco debemos hablarle durante la experiencia ni pedirle reciprocidad. Debemos dar por sentado que la acaricia le gusta y si hay algo que le disguste ya nos lo dirá. En pocas palabras: cuando seamos activos la única tarea es concentrarnos en nuestras propias sensaciones.

Cuando nos corresponda ser el elemento pasivo, hay que relajarse y centrar la atención en las sensaciones que percibimos cuando nuestra pareja está tocándonos. De lo que se trata es de absorber las sensaciones como una esponja, con la única excepción de que si la otra persona hace algo que nos duele o moleste debemos comunicárselo.

Los autores de un libro que cada día me gusta más, Sexualidad sagrada (Ediciones Robin Book, S.L), consideran que “dividir las actividades en dos papeles específicos también contribuye a conocer más nuestro propio cuerpo-y el de nuestra pareja- que si practicamos tocando los dos al mismo tiempo”.

Y más adelante afirman: “Este enfoque de papel pasivo/papel activo favorece asimismo una actitud que implica compartir y confianza”.

Tal vez en una reencarnación elija la profesión de terapeuta sexual.


Arriba: “El beso. Bela Lugosi, 1963”. Andy Warhol . Mugrabi Collection Abajo: Greta Garbo en Reina Cristina. Allan Grant .
ENLACES RELACIONADOS:
HAY MUCHAS FORMAS DE HACER EL AMOR

miércoles, 28 de octubre de 2009

SEXO CREATIVO.

El orgasmo puede planificarse, o surgir como una sorpresa.


Por: Lázaro Sarmiento

Las etiquetas de sexo atraen lectores para el blog. Es lógico, sexo, erotismo, sexualidad, orgasmo, etc. constituyen términos muy tecleados en las búsquedas en internet. Y no solo en la red, en la vida real el sexo es una de las preocupaciones claves (o placeres). Pero muchas personas tienen dificultades para relacionarse de una manera natural con el sexo. Por otra parte, están los retorcidos o los autocensurados por sus propios prejuicios. También los muy tímidos, a los que respeto. Y no estoy refiriéndome a la pornografía.

Hablo de lo que ocurre de mutuo acuerdo entre los miembros de una pareja cuando van a la cama. Y algo que casi siempre pasa en esa gozosa intimidad es el logro del orgasmo. Y también casi siempre todos queremos alcanzar un gran orgasmo sexual. Eso lo podemos garantizar, por ejemplo, acumulando gran cantidad de tensión o carga energética de antemano.

En el libro titulado Sexualidad sagrada - Ediciones Robin Book S. L- uno de los autores señala que “de la misma manera que tenemos un umbral para el dolor lo tenemos también para el placer. Cuanto más placer contengamos, de más energía para el éxtasis disfrutaremos. Comprometámonos a superar nuestro nivel de tolerancia normal”.

Y más adelante, nos dice que el evitar el orgasmo en alguna sesión, lo viviremos mucho más entrañablemente en otras. “El hecho de tomarse un respiro por lo que se refiere a los orgasmos genitales no significa que nos olvidemos de nosotros mismos. Más bien estamos explorando otras dimensiones del propio mundo amoroso. Visto con perspectiva, estamos contando con un gran orgasmo”.

Y por último se recomienda detenernos y apartar el cuerpo del otro al crear la presión para la unión genital propiamente dicha. Esta técnica puede llevarse a cabo antes o cuando se ha realizado la penetración. Sucede que en estas circunstancias, una breve separación a la fuerza aumenta el frenesí.

Aunque no me gusta llevarme a la cama los manuales de autoayuda, creo que debemos tener muy en cuenta lo que recuerda el texto de Sexualidad Sagrada: El orgasmo sexual puede planificarse o surgir como una sorpresa."

El resto es creatividad individual.

Arriba izquierda: Foto de Nan Goldin.


domingo, 3 de mayo de 2009

JUGAR ES LA COSA MAS SERIA

Por: Lázaro Sarmiento

Se han preguntado ustedes cuál es la razón por la que los adultos no jugamos con juguetes. Chesterton argumentaba: “La razón es que jugar con juguetes exige mucho más tiempo y trabajo que cualquier otra cosa. Jugar tal como los niños lo entienden es la cosa más seria del mundo”.

Me atrevo asegurar que Maykel González desde su atalaya en Sagua la Grande estará de acuerdo con la afirmación del escritor británico.

Cuando me ataca el virus de la pereza actualizo el blog con subrayados hechos en las páginas de algunos libros que aprecio. Uno de estos libros es Enormes minucias, de G. K. Chesterton (Colección Austral, Buenos Aires, 1946). Lo adquirí cuarenta años después de esa fecha, de manos de Jose (sin acento), un viejo librero ambulante que ponía su carga en un portal de la avenida Carlos III de La Habana.

En Enormes minucias Chesterton reúne textos originalmente publicados en el periódico The Daily News. Los temas van desde un trozo de tiza hasta el secreto de un tren, incluyendo el titulado El Teatro de Juguete.

“Es mucho más sencillo consagrarse a una obra pedagógica que cuidar de una muñeca. Tan fácil es escribir un artículo sobre pedagogía como escribir un artículo sobre las almendras tostadas o sobre los tranvías o sobre cualquier otra cosa. Pero cuidar de una muñeca es casi tan difícil como cuidar de un niño. Las niñas que yo encuentro en la calles de Battersea adoran a sus muñecas de una forma que me recuerda más a la idolatría que al juego. En algunos casos, el amor y el cuidado del símbolo artístico ha resultado más importante que la realidad humana que originalmente se trataba, supongo yo, de simbolizar”.

Y seguidamente Chesterton explica que el hombre que escribe sobre la maternidad es meramente un pedagogo; la niña que juega con una muñeca es una madre. Luego, sin que nos demos cuenta, como era costumbre en este autor, nos lleva a otra reflexión: el placer puro. Según Chesterton, en este mundo no podemos lograr el placer puro. En parte, porque el placer puro sería peligroso para nosotros y para los que nos rodean.

sábado, 29 de noviembre de 2008

Las margaritas del placer



Marguerite Yourcenar hizo decir a uno de sus personajes : “Un corazón es tal vez algo sucio. Pertenece a las tablas de anatomía y al mostrador de los carniceros. Yo prefiero tu cuerpo”.

Sería tan cómodo poder identificarse siempre con esta frase de la astuta y fina escritora francesa. Pero la vida es más complicada que la literatura. Por lo general estamos todo el tiempo hambrientos: queremos el cuerpo, la mente, las palabras, el molde. Y a veces buscando el placer, conocemos el dolor.

Esto es lo que pienso cuando mi mirada se pasea sobre una frase del diario de André Gide:

“Que bello es el placer sin amor; sin deseo, qué noble es el amor. Qué desgraciado es el hombre”.

Lo peor es que toda la aparente sabiduría de los demás en ocasiones no sirve de nada y terminanos arrojándole margaritas a los cerdos.

Pero estábamos en el placer…
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