“Al deambular por esta Habana que amo más que cualquier otra ciudad del mundo, me he preguntado muchas veces si sus destinos no han sido regidos siempre por unos fabulosos coleccionistas de casas, avenidas, muelles, parques y edificios públicos. Es decir, por hombres que temen ver terminado su placer al lograr una obra perfecta”.
Este párrafo pertenece al texto de Alejo Carpentier El amor a la ciudad. La Habana, ciudad sin terminar, fechado el 10 de diciembre de 1940. Está incluido en el libro Crónicas del regreso (Letras Cubanas, 1996).
En la primera de las imágenes que publico a continuación aparece el edificio de la Lonja del Comercio, en la Plaza de San Francisco, junto a la Avenida del Puerto de La Habana. Fue construido entre los años 1908-1909. Los arquitectos fueron Tomás Mur y José Mata. El enorme inmueble estaba destinado a almacenes, bolsa y oficina. En el libro de Lilian Llanes 1898.1921: La transformación de La Habana a través de la arquitectura (Letras Cubanas, 1993), leo sobre la Lonja del Comercio:
“En su conjunto, este edificio constituía un símbolo del comercio español en Cuba. En su época, representó una revolución en las construcciones de La Habana, por sus dimensiones y la técnica utilizada en su fabricación, así como por el tiempo en que se llevó a cabo. Desde el punto de vista formal, expresa el gusto de la época, por el lenguaje clásico y constituyó un buen ejemplo del eclecticismo…”
Abajo: El reconstruido Hotel Saratoga del Paseo del Prado. En la acera estaban los fabulosos Aires Libres del Prado que servían de escenario a la presentación de orquestas que hicieron época en La Habana.
En una de las orillas de la bahía, el Cristo de La Habana bendice la ciudad desde su privilegiada colina.
Habana Prado Edificios Puerto Avenida Paseo Ciudad Arquitectura
¡Hola! Sólo comentarte que me gustan mucho las reflexiones de tu blog, en general, y que suelo visitarte cuando tengo hueco.
ResponderEliminarLo que tiene internet es que conoces tanta gente y tantos buenos blogs que es imposible visitarlos a todos con la frecuencia que uno quisiera, pero éste tuyo está muy interesante.
¡Ah! Ya sabes que a los canarios nos unen muchos lazos con Cuba. Adoro la música de tu país y encima tienen unos escritores estupendos.
En fin, tan sólo eso, y darte ánimos para seguir escribiendo en él
¡Un saludo!
Me ha encantado la entrada, así como la información y, sobre todo, las imágenes que se recogen en ella.
ResponderEliminarCuba siempre me ha parecido un rincón mágico. De hecho me encantaría perderme por todos esos lugares, sus calles, concoer a sus gentes...
Espero poder hacerlo muy pronto.
Bonito blog.
Un saludo.
bonito
ResponderEliminarSaludos, Lázaro. Un autentico privilegio el de poder disfrutar de la arquitectura de La Habana.
ResponderEliminarUn abrazo, amigo.
acompañando tu foto del cristo en su colina privilegiada, y demás:
ResponderEliminarPLAZA DE MI HABANA ANCESTRAL
a Eusebio Leal Spengler
A esta fiesta de natura extrapolada
llegan Obispo y Baratillo
los Oficios y la tímida Enna
O'Reilly y Tacón
(no precisamente de la ardiente flamenca)
―alfombras tejidas en piedra
estrellas colgadas de cada cielo
paraísos saludando tu cortejo principal
rejas y vitrales que pierden sus catedrales
después de danzar por siglos
en nostalgias, alegrías, desasosiego―
contigo el descubridor y sus Capitanes Generales
el Segundo Cabo y Santa Isabel
el templete y su venerada Ceiba
la altanera Giraldilla coronando la Real Fuerza
y si te sorprende el suspiro
de un buque en pos del descanso
allá, a lo lejos, nuestro padre redentor
vela sus mandamientos
¡vaya brindis con quietud y brisa
trinos de lenguas y trópico
abrazándome al instante
en mi nube de mármol!