La palabra victrola quedó anclada para siempre a un tipo de música: el bolero. El investigador Leonardo Acosta se refiere a esta modalidad en un texto titulado El bolero y el Kitsch:
“Lo que llamamos bolero de victrola era lo que se escuchaba en bodegas, bodegones, bares de mala muerte y, desde luego, en los burdeles, donde hombres marginados o no y las propias ‘camareras del amor’ se veían reflejadas en las incidencias de un buen bolerón, que se paladeaba igual que – y a veces junto a – una cerveza. El machismo y la guapería, integrantes de lo que puede dominarse cómo ‘complejo del machihembrismo’, fueron producto de una sociedad injusta, y la música que los reflejó no debe ruborizarnos, porque es también parte de nuestro patrimonio cultural, y con aquellos temas y lenguajes se hicieron excelentes boleros y canciones que ha menudo han trascendido todas las fronteras (nacionales, clasistas y regionales) para convertirse en clásicos en el nivel mundial”.
Mientras que las victrolas clásicas terminaron oxidadas y destruidas por el tiempo o la indolencia, muchos de los boleros que estas máquinas amplificaron han llegado hasta nuestros días. Recuerdo de niño las victrolas poderosas, plateadas, en los cafés de los pueblos de la Carretera Central, observadas en los viajes de La Habana a Madruga, donde nací.
Han cambiado las estéticas, los estilos de vida, las modas, los giros del lenguaje y los artefactos, incluso los virus mutaron. No estoy seguro de que haya cambiado mucho la psicología que proclamó desde el corazón de una victrola…En un beso, la vida….
Acosta, Leonardo. El bolero y el Kitsch, en Revista Letras Cubanas, No. 9, La Habana, 1988.Entradas relacionadas:
Hola, te he descubierto mientras miraba bitacoras y he venido a tu pagina por recordar un poco mi estancia ahí hace escasos 2 meses y decirte q me encanta la gente de tu país pq yo no fui a ver lo de todos, yo no voy a las playas fui a ver a las gentes de cada día y caminar por la Habana, pq aún en la falta q vi de tantas cosas, no pierden la alegría y gratitud por vivir y eso es verdaderamente encomiable..bss
ResponderEliminarSaludos, Lázaro. Lo siento... el Bolero, aunque es algo importante de vuestra cultura, ya no sólo os pertenece a Cuba, forma parte de muchas generaciones en todo el mundo. Pocas cosas tan hermosas como un bolero.
ResponderEliminarque lindo en ese en un beso la vida de un bolero que suena en la vieja radío esta la vida verdadera.es lo mismo que escurar una chacarerA CANTADA POR LA NEGRA SOSA,ES LLEGAR AL CIELO EN UN SEGUNDO,FELIZ DÍA EN SALUDO DESDE ISRAEL.
ResponderEliminarMariGara, me alegra que le haya gustado La Habana y la alegría y la energía de los cubanos. Yo estuve el año pasado en las Islas Canarias y descubrí las afinidades que existen entre las gentes de allá y los de aquí. Saludos.
ResponderEliminarAntonio, en este tema hay que mencionar a un intérprete de boleros que compartimos los españoles y los cubanos: Antonio Machín.
ResponderEliminarHelen, voy a compartir con usted un poema del escritor cubano Félix Contreras inspirado en esta música.
ResponderEliminarBOLERO CONTRA EL OLVIDO.
Me agitas el corazón
como un bolero esperando la noche.
El mar que almacena
cielo, que guarda eternidad
en sus paredes,
sólo canta como la ternura
de una sábana que se revuelca
entre la gran telaraña
de este viejo bolero
creyendo saber por qué lloramos.
Si te vas,
si te llevas tus pechos
donde me gusta naufragar,
musítame esa dulce tiniebla
que pesa en tu boca
como el llanto de nuestro bolero.