domingo, 9 de junio de 2013

TRENES SOBRE EL MAR.

Durante 46 años miles de toneladas de mercancías entraron a Cuba en vagones de ferrocarril desde Estados Unidos a través del Estrecho de la Florida. Fue la “primera línea internacional de ferrys ferroviarios”. El servicio se inauguró el 5 de enero de 1915 con el arribo al espigón de la ensenada de Atarés, en la Bahía de La Habana, de un lote de vagones refrigerados a bordo del ferry Henry M. Flagler, procedente de Cayo Hueso.

Los vagones de mercancías llegaban a sus destinatarios “de forma expedita, sin ningún tipo de manipulación, trasbordo o almacenaje de la carga”. Con el tiempo se incorporaron otros ferrys, incluidos los dos buques de su tipo mayores del mundo. El trayecto en los primeros tiempos duraba unas siete horas y media.

Se calcula que en el año 1957 el tráfico ferroviario entre Cuba y Estados Unidos sobrepasó el medio millón de toneladas de mercancías. Este sistema de ferrys ferroviarios cesó en agosto de 1961. Ese año, a causa del bloqueo del gobierno norteamericano contra Cuba, dejaron de llegar al puerto de La Habana “los trenes que circulaban por el mar”.


Estos datos aparecen publicados en un artículo de Manuel Rodríguez González, en la revista Mar y Pesca, de mayo de 2013.

domingo, 17 de febrero de 2013

HAVANA NOCTURNA: HAVANA CANÍBAL.




Autor de dos magníficos libros sobre la mafia norteamericana en Cuba, Enrique Cirules expone en el volumen Hemingway,los otros y yo (Ediciones Extramuros, 2012) el canibaleo de estos títulos. Una historia en la que están involucradas la editorial del New York Times y Hollywood.

“Estos dos libros míos sobre la mafia norteamericana en Cuba: El imperio de La Habana y La vida secreta de Meyer Lansky, han sido objeto del más desalmado canibaleo en la historia de la literatura. Un periodista estadounidense, radicado en New a York, J. T. English (amparado por los desmanes que se producen contra la cultura cubana) en el 2008 publicó Havana Nocturna, un libro con el tema de la mafia, donde se nos menciona –a mí y a Casielles- en más de ciento quince ocasiones, con el fin de asumir (de adueñarse) de de estos dos libros (cuyos copyright corresponden a 1993 y 2004), pero lo más cínico de la estafa, es que este Señor English alega su derecho también a utilizar estos relatos de Casielles , porque, según él, entre los días 24 y 26 de enero de 2007, desde New York, le realizó entrevistas por teléfono y correos electrónicos, y por tanto, puede disponer de sus memorias. Para esa fecha, Casielles se encontraba gravemente enfermo, ingresado en el hospital Piti Fajardo de La Habana, con un solo pulmón, donde tenía un cáncer, y solo respiraba auxiliado por un balón de oxígeno. Muere 17 días más tarde.
Sin embargo, la editorial del New York Times ha convertido el libro de T. J. English en un best seller mundial, asumido también por la Random House Mondadori en otros idiomas, y la Paramouth, con tres de los mayores productores de Hollywood, han anunciado la filmación de una película – texto y película manipuladora-, a pesar de lo cual, les he asegurado que todo este proyecto de estafa ha nacido herido de muerte”.

Este no es el tema del texto de Cirules incluido en el libro citado. El escritor lo comenta de pasada pero resulta sumamente de interés.

miércoles, 13 de febrero de 2013

LOS EDIFICIOS CUELLO DE CISNE DEL VEDADO.





Detrás de mis espaldas se levantan los edificios cuello cisne del  Vedado.  Desde una ventana como ésta  en el Hotel Nacional, Jean Paul Sartre contempló los rascacielos enanos del  Vedado cuando visitó la Isla  en 1960 invitado por Carlos Franqui. En uno de los reportajes que salieron de esa visita y que en el propio año 60 fueron recogidos en el libro SARTRE VISITA A CUBA (Ediciones R, 1960), Sartre escribió:
“Personalmente, me gustan los rascacielos: apreciados uno por uno, los del Vedado son bonitos. Pero los hay en todas partes y resultan un desorden de formas y colores. Cuando la mirada trata de unirlos, se le escapan: no hay unidad, cada uno vive por sí. Muchos son hoteles: el Habana Hilton, el Capri, Veinte más.
Es una carrera de pisos: Uno más! ¿Quién pone más? A los quince, el rascacielos es de bolsillo. Cada uno alarga el cuello para mirar el mar por encima del hombro de su vecino. Potente y desdeñoso, el Nacional vuelve  la espalda a esa agitación. Seis pisos y ni uno más: ése es su título de nobleza.”
Ésta  es solo  una mínima observación, sin trascendencia, en un montón de páginas  aguadas y lúcidas  sobre  nuestro país y la Revolución en 1960. Vale la pena volver  a la lectura del libro SARTRE VISITA A CUBA. 

domingo, 10 de febrero de 2013

CINES DE LA HABANA: RIALTO


Por: Lázaro Sarmiento

Arriba  la fachada actual del antiguo cine de Ensayo Rialto. Aquí disfruté HAIR, exhibida en Cuba algún  tiempo después de su estreno. La película HAIR me catapultó hacia la noche habanera con un entusiasmo y unas energías de vivir tan grandes que su recuerdo aún me causa placer. Luego, en los años noventa esta sala dejó de proyectar películas y el local se convirtió en sede de una empresa de servicios comerciales. El primer cine Rialto se inauguró en este mismo lugar, Neptuno entre Prado y Consulado, en 1918. Ese año se abrió también el Apolo, cerca de la esquina de Toyo. Según el libro EL CINE SILENTE EN CUBA, de Raúl Rodríguez (Letras Cubanas, 1992), en 1918 en La Habana existían 42 cines.

 
Fachada de un cine de La Habna  sin identificar.


viernes, 8 de febrero de 2013

LIBROS QUE VAN CONMIGO: AVENTURAS DE ARTHUR GORDON PYM



 



Por: Lázaro Sarmiento

Entre mis libros entrañables figura AVENTURAS DE ARTHUR GORDON PYM, de Edgard Allan Poe.  Publicado   en Cuba en 1968  por   el Instituto del  Libro,  la  edición contó   con traducción y prólogo de Julio Cortázar. Fue el texto introductorio  del escritor argentino el que me impulsó a la lectura de esta obra que Poe dio a conocer   en Nueva York en  1838.  Las palabras de Cortázar  estimulan   a enfrentarnos a  la  extraña   y violenta poesía  del relato.  Ejemplo de magnífico  prólogo.

 “A las puertas de un gran misterio, Pym-Poe se ve precisado a callar. Y este silencio tiñe  todo el libro con un horror sagrado, insinúa un sentido ambiguo en cada escena anterior, enriquece misteriosamente el relato y a la vez lo desnuda de su fácil truculencia para dejarnos entrever detrás de esas, matanzas, ese canibalismo, esa exhibición de cadáveres descompuestos, un signo profundo del hombre en lucha consigo mismo o con el destino”.

“Con estos elementos técnicos, mapas, sus recuerdos náuticos, algunos elementos, lo ceden sus impulsos y sus obsesiones. La crueldad, la angustia del encierro y del ahogo, la podredumbre y el hambre,  el agobio de fuerzas ciegas, se ordenan y actúan  bajo  los dictados  de una lúcida pericia narrativa."


El  artista Raúl Martínez  tuvo a cargo el  diseño de  portada de esta edición cubana de AVENTURAS DE ARTHUR GORDON PYM, de Edgard Allan Poe.

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