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domingo, 10 de febrero de 2013

CINES DE LA HABANA: RIALTO


Por: Lázaro Sarmiento

Arriba  la fachada actual del antiguo cine de Ensayo Rialto. Aquí disfruté HAIR, exhibida en Cuba algún  tiempo después de su estreno. La película HAIR me catapultó hacia la noche habanera con un entusiasmo y unas energías de vivir tan grandes que su recuerdo aún me causa placer. Luego, en los años noventa esta sala dejó de proyectar películas y el local se convirtió en sede de una empresa de servicios comerciales. El primer cine Rialto se inauguró en este mismo lugar, Neptuno entre Prado y Consulado, en 1918. Ese año se abrió también el Apolo, cerca de la esquina de Toyo. Según el libro EL CINE SILENTE EN CUBA, de Raúl Rodríguez (Letras Cubanas, 1992), en 1918 en La Habana existían 42 cines.

 
Fachada de un cine de La Habna  sin identificar.


miércoles, 5 de marzo de 2008

UNA POSTAL DE FELICITACION PARA KING KONG.

Por: Lázaro Sarmiento

La madre de todas las películas de monstruos, para mí es la madre de muchas emociones personales. Fue en alguna fecha de la década de 1960 cuando descubrí a King Kong frente a la pantalla de un aguerrido televisor Emerson. La memoria de aquella proyección es también la historia de un rapor. Lo mismo me sucedió luego con Los pájaros, Hair, El Jardín de los Finzi Contini, Bella de día y La nave va. Guardo más detalles del entorno en que vi estas películas y de mi reacción emocional que de muchas de sus escenas.

Así recuerdo con nitidez las calles por las que transité y las gentes con las que conversé después de disfrutar Hair en la sala Rialto. Esa noche todo fue deslumbrante en mis pupilas: el filme, los ómnibus, las caras, los cuerpos, las paredes carcomidas de Centro Habana. Y una fosforera plateada, encendida en una esquina mal alumbrada, quedó asociada para toda la vida con Acuario, la canción que unos minutos antes había tarareado en el cine de la calle Neptuno durante la proyección de Hair.

Pero es de King Kong de lo que quiero hablar. Me entero con retraso que el pasado domingo cumplió 75 años. La película se estrenó el 2 de marzo de 1933 en el Radio City Music Hall, de Nueva York. Es poco lo que puedo añadir a la avalancha de informaciones que desencadenó este aniversario. El planeta continúa atraído por el cartel del gorila batiéndose con una flota de aviones desde lo más alto del Empire State Building.

La heroína. El monstruo. Escenarios exóticos y remotos. La pelea con el dinosaurio. El peligro. Los nativos de la isla de Cráneo. La aventura .El misterio. Los mundos perdidos. La jungla de asfalto. Poderosos atractivos para un niño que quiere fabricar sus propios villanos y heroínas. Además, King Kong representó el deslumbramiento por el cine en una edad en que la mente es muy vulnerable a los estímulos.

Un monstruo movido por una rudimentaria animación stop motion puede recuperar escenas de un tiempo de mi vida que se parecía a la felicidad. Tal vez lo era.
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