jueves, 3 de junio de 2010
LA PRIMERA CANCION DE AGUSTIN LARA
Por: Lázaro Sarmiento
Sé que La primera canción de Agustín Lara es uno de los textos preferidos de Sigfredo Ariel y que José Emilio Pacheco forma parte de sus querencias en la poesía. Y ninguna frase estaba tan bien colocada como “canciones memoriosas” que Robert Martín, Gladys Roque, o María Gregoria pronunciaban en aquellos programas de Radio Ciudad, “desde el quinto piso del Edificio Ene”. Entonces, el fonógrafo imaginario hacía sonar en el aire de La Habana las canciones de Lara y parecía que no había distancias entre el momento en que se escucharon por primera vez y la audición radiofónica.
LA PRIMERA CANCION DE AGUSTIN LARA
La noche engendra música. A su imán
acuden las canciones memoriosas, el piano
desafinado, la guitara ya casi polvo, el violín
comido por los años, las maracas
que suenan como huesos. Y los ancianos
vamos a congregarnos en este círculo mágico.
Nos verá la espalda
el presente que nos asfixia, el agobio
de estar vivos aquí y ahora.
Sonará como entonces la blanda música.
Nos recubre esa vida que fue la nuestra
y mantiene a raya el sepulcro abierto.
Muchacha que hoy serás como fue mi abuela,
en esta noche tienes veinte años todavía.
Cómo impedir una lágrima cursi o dar las gracias
pues me quedé con tu rostro del 29.
Ahora, de pronto, casi en mi tumba, vuelves
en la canción tristísima. Por un momento
somos de nuevo los hermosos amantes.
(Incluido en el libro Desde entonces (1975-1978) de José Emilio Pacheco)
Mis padres de luna de miel en la Playa de Guanabo, 1954. Abajo: anuncio comercial de 1951.
martes, 1 de junio de 2010
LA HABANA Y LAS ACERAS DEL DESEO.
Por: Lázaro Sarmiento
¿Qué se hizo la gente que hace veinte o treinta años se paraba de noche en los portales de La Sortija? Algunas antiguas aceras del deseo en La Habana desaparecieron en medio de aluviones de noticias, arterias envejecidas, rutas desviadas, pasajes en aeropuertos, felicidades domésticas…
El costado del Hotel Plaza, La Sortija, el Paradero de la Víbora, la tendedera de Acosta...son ahora escenarios jurásicos, sitios olvidados de encuentros casuales , sin público con brillo "de fiesta" en las miradas.
En los años ochenta, a un tramo de la calle Monte, entre Cárdenas y Zulueta, un escritor notable le llamaba, entre sus íntimos, “El hueco de Proserpina” porque en la madrugada varios de sus amigos gays se perdían entre las columnas del lugar, raptados como Proserpina por manos poderosas. Para ellos, a esas horas, no había nada más profundo y placentero que la urgencia de su sexo.
Cambian los perfumes sobre los cuellos y el alcance de algunas palabras. Y cambian las marcas de cigarro que producen el humo que enlaza los labios. Pero permanecen idénticas ciertas mímicas del cuerpo en la madrugada.
Ante la progeria de estos lugares, la ciudad inventa otros escenarios para el deseo.
En los años ochenta, a un tramo de la calle Monte, entre Cárdenas y Zulueta, un escritor notable le llamaba, entre sus íntimos, “El hueco de Proserpina” porque en la madrugada varios de sus amigos gays se perdían entre las columnas del lugar, raptados como Proserpina por manos poderosas. Para ellos, a esas horas, no había nada más profundo y placentero que la urgencia de su sexo.
Cambian los perfumes sobre los cuellos y el alcance de algunas palabras. Y cambian las marcas de cigarro que producen el humo que enlaza los labios. Pero permanecen idénticas ciertas mímicas del cuerpo en la madrugada.
Ante la progeria de estos lugares, la ciudad inventa otros escenarios para el deseo.
Imagen: Proserpina, obra de JosephHeintz.
HOTEL PLAZA.
HOTEL PLAZA.
En esta calle hubo hace tiempo una parada de ómnibus. Los hoy inmaculados portales del Hotel Plaza de La Habana alguna vez fueron sitios de encuentros casuales.
El siguiente poema, Hotel Plaza, pertenece al libro Fotos de la Memoria (2001-2007) del escritor Alberto Acosta-Pérez (La Habana, 1957).
Cuando abandoné la habitación
alquilada por cuatro o cinco horas,
miré de reojo tu cuerpo aún dormido
y salí a la calle pisando fuerte y sin bajar la mirada.
Todos me vieron caminar con el rostro sereno,
como si no hubiera pasado nada irrevocable.
No repararon en las orejas y la mordida,
ni en el olor que como un argumento definitivo
se quedó en mi carne igual que los dinosaurios en las rocas
antiguas
un olor enredado para siempre en las estrellas vaporosas
y distantes.
Cuando abandoné la habitación
alquilada por cuatro o cinco horas,
miré de reojo tu cuerpo aún dormido
y salí a la calle pisando fuerte y sin bajar la mirada.
Todos me vieron caminar con el rostro sereno,
como si no hubiera pasado nada irrevocable.
No repararon en las orejas y la mordida,
ni en el olor que como un argumento definitivo
se quedó en mi carne igual que los dinosaurios en las rocas
antiguas
un olor enredado para siempre en las estrellas vaporosas
y distantes.
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miércoles, 26 de mayo de 2010
DE LO SEXUAL EN EL LENGUAJE VULGAR Y POPULAR.
Por: Lázaro Sarmiento
Algunas las conozco de toda la vida. Otras, como pelandruja, se las escuchaba decir a mi abuela porque era una de sus palabras favoritas para referirse, sin ninguna razón, a las mujeres de mis tíos que a ella no le agradaban. Y unas cuantas como chample, término marginal que significa afeminado, nunca las había oído. En este mismo grupo ubico a buso, adjetivo también marginal, que significa homosexual activo.
Algunas las conozco de toda la vida. Otras, como pelandruja, se las escuchaba decir a mi abuela porque era una de sus palabras favoritas para referirse, sin ninguna razón, a las mujeres de mis tíos que a ella no le agradaban. Y unas cuantas como chample, término marginal que significa afeminado, nunca las había oído. En este mismo grupo ubico a buso, adjetivo también marginal, que significa homosexual activo.
En uno de esos ejercicios en los que, sin objetivo preciso, deslizamos la mirada por el librero me detuve hoy en el volumen De lo popular y lo vulgar en el habla cubana, del lingüista Carlos Paz Pérez (Ciego de Ávila, 1949). Se trata de un título publicado en La Habana 1988 por la Editorial de Ciencias Sociales.
Esta obra incluye valiosos análisis como: Algunas consideraciones sobre el español de Cuba, Interacción entre la jerga delincuencial y el habla popular y vulgar y Procedimientos formativos de palabras y frases en las hablas popular y vulgar cubanas.
También contiene un glosario de palabras dividido en doce grupos: Personas, Partes del cuerpo, Vestuario y accesorios, Necesidades físicas, Actividades de la vida cotidiana, Sexualidad, Dinero, Violencia-Hechos directivos-Instrumentos, Drogas, Autoridad, Prisión y Miscelánea.
De las palabras publicadas en el grupo Personas, reuní más abajo los términos que tienen que ver con la sexualidad de hombres y mujeres. El autor las acompaña de frases que ilustran su uso en el habla de determinados colectivos. En la muestra hay frases tan populares como “el que vive muy lejos”.
BICHA (popular) adj. Ú.t.c.s. Prostituta.
Dejó a su mujer y ahora anda con una bicha.
//(popular) Astuta, perspicaz.
BOMBERO (popular) adj. Lesbiana. Ú.t.c.s.
Mírala como camina. Es un puñetero bombero.
BUGA (vulgar generalizado) adj. Ú.t.c.s. apóc.
V. Bugarrón
Aquí los bugarrichis están a la patá.
BUGARRÓN (vulgar generalizado) adj. Homosexual activo. Ú.t.c.s.
Asere, no te acerques que yo con los bugarrones no quiero cuento.
BUSO (marginal) adj. Homosexual activo. Ú.t.c.s.
Voz proveniente del lunfardo con igual significado.
No seas buso, negüe, deja la cherna tranquila.
CACHINFLO (marginal) adj. Afeminado. Ú.t.c.s.
Hay un cachinflo allá afuera preguntando por ti.
CANGREJO (popular) adj. Prostituta. Ú.t.c.s.
CARRETILLA (vulgar generalizado) adj. Prostituta. Ú.t.c.s.
CIVILIZADO, DA (marginal) adj. Que lo entiende todo. Ú.t.c.s.
Él no entra en nada, pero es muy civilizado.
COHETE (popular) adj. Prostituta. Ú.t.c.s.
Si se casó con un cohete que se atenga a las consecuencias.
COL (marginal) m. Homosexual activo.
Asere, no deje que el Turco te sodomé, que es un col reconocido.
COMPLETA (popular). Ú.t.c.s. Que posee altos valores humanos.
// (popular) Que posee marcados atributos físicos.
// (marginal) Bisexual.
Esa jeva es completa, le mete a cualquier cosa, lo mismo juega en un bando que en el otro.
CUNDANGO (marginal) m. Afeminado.
No andes con esa partía’e cundangos, que te van a confundir.
CHAMPLE (marginal) Ú.t.c.s. V. Chanfle.
CHANFLE (marginal) adj. Afeminado. Ú.t.c.s. Dt. Chample.
Habla como un hombrín, bróder, no seas chanfle.
CHERNA (vulgar generalizado) adj. Afeminado. Ú.t.c.s.
Si no fuera porque hay tantos chernas, me quedaba un rato más.
EL QUE VIVE LEJOS (vulgar generalizado) fr. Que tiene el pene grande.
Yo creo que ella lo que anda buscando es alguien que viva lejos.
ENDOMINISA (marginal) adj. Afeminado. Ú.t.c.s.
ESCAPARATE CON LLAVECITA (popular) fr. Alto, corpulento y de pene pequeño.
Tanta patá que se da, y anda con el escaparate con llavecita ese.
FLETERA. (popular) adj. Prostituta. Ú.t.c.s.
Tienes más tipo de fletera que de otra cosa.
GANSO (popular) adj. Afeminado. Ú.t.c.s.
No seas ganso, asere, no te dejes chantajear.
GUARINCADILLA (popular) adj. Prostituta. Ú.t.c.s.
Cambiaste tremendo material por una guaricandilla.
GUMAN (marginal) m. Homosexual activo. Derivado del inglés gunman’pistolero’.
Cuidao con el burro, que es un guman peligroso.
LEA (vulgar generalizado) adj. Prostituta. Ú.t.c.s.
Su significación se ha ido desplazando. Hace algunos años, esta palabra fue sinónimo de ‘mujer’ y más tarde de ‘prostituta’. Llegó a nosotros a través de la germana lumia ‘ramera’.
LOCA (popular) adj. Afeminado. Ú.t.c.s.
Ese, si no es loca, las mira y se ríe.
MACHANGO, GA (popular) adj. Mujer con rasgos hombrunos. Ú.t.c.s.
MANGANIONI (marginal) adj. P. Afeminado. Ú.t.c.s.
PÁJARO, RA (popular) adj. Afeminado. Ú.t.c.s.
Déjate de tupir tanto, que aquí sabemos que tú eres pájaro.
PARGO (vulgar generalizado) adj. Afeminado. Ú.t.c.s.
Yo con los pargos no quiero ningún tipo ‘e cuento.
PARTÍO, A (popular) adj. Afeminado. Ú.t.c.s.
PASTEL (marginal) adj. Afeminado. Ú.t.c.s.
Cúmbila, dale vititi al pastel ese como se menea.
PATIN (marginal) adj. Ú.t.c.s. V. Pato
PATO (popular) adj. Afeminado. Ú.t.c.s.
Dt. Patín
Yo no creo que por ese pato tú te dejes chantajear.
PELANDRUJA (popular) Prostituta. Ú.t.c.s.
Desde que anda con la pelandruja de la esquina, es otro hombre.
PERVERSA (marginal) adj. Tipo de mujer que traiciona a los hombres. Ú.t.c.s.
Aquí to’ el mundo sabe que a ti te piraron por perversa.
PESTILLO (vulgar generalizado) adj. Prostituta. Ú.t.c.s.
Tiene más tipo ‘e pastillo que otra cosa.
PIRUJA (marginal) Prostituta. Ú.t.c.s.
Después de vieja se ha metido a piruja.
PISTOLERO (marginal) adj. Homosexual activo. Ú.t.c.s.
No te me pegues mucho que a ti te conocen por pistolero.
PUTA (vulgar generalizado) adj. Prostituta. Ú.t.c.s.
La muy puta se fue sin decirme nada.
SEMILLA (marginal) s. Afeminado.
TARRÚO, A (popular) Hombre o mujer cuyo cónyuge le es infiel. Ú.t.c.s.
El que nace pa’ tarrúo, del cielo le caen los tarros.
TORTA (vulgar generalizado) adj. Ú.t.c.s.
TORTI (vulgar generalizado) adj. Lesbiana. Ú.t.c.s.
Así que la muy tortillera te quiso joder.
TORTÓN (vulgar generalizado) adj. Ú.t.c.s. V. Tortillera.
VAQUERO (marginal) Lesbiana.
YEGUA (vulgar generalizado) s. Afeminado.
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sábado, 22 de mayo de 2010
EL ARTE PERDIDO DE AQUELLAS MUJERES MANDRÁGORAS.
“Las estrellas se movían en un mundo propio, silencioso, aislado del tráfago nuestro, con algo de peces raros que nadaran tras los cristales de un acuario. Una barrera, más ancha que un lindero de candilejas, que la fosa de una orquesta, se interponía entre los espectadores y aquellas mujeres-sirenas, mujeres-mandrágoras, mujeres-aves, que silbaban tragedia con voces inaudibles, que nos hablaban con labios mudos, mientras una orquesta –más a menudo, un piano desafinado- trataba de seguir la acción, tocando el Erotikon de Grieg en las escenas de amos, ,la obertura de Guillermo Tell para acompañar las cabalgatas, o En un mercado persa (fantasía oriental)de Keteilby, cuando se trataba de evocar la Persia o el Egipto. Pero esa misma distancia, ese mismo deslinde establecido entre el ámbito del espectáculo y el ámbito del hombre cotidiano, confería a los actores un misterio, un prestigio, una poesía que mucho les hizo perder el cine sonoro…”
“Terminaron los días en que Theda Bara fascinaba al público con gigantescos close-up de sus ojos; en que Nazimova adornaba su cabellera con cerezas plateadas; en que el “eterno femenino” se acompañaba de una utilería de plantas exóticas, de muebles propicios, de ornamentos peculiares, que habían terminado por crear –por su estilo sin estilo- una suerte de barroquismo californiano”.
Fragmento del artículo Una época de cine, publicado por Alejo Carpentier el 18 de noviembre de 1954 en el periódico El Nacional, de Venezuela. Unos meses antes, bajo el título Ocaso de una mitología, Carpentier observaba que en la actualidad, “las estrellas se han despojado de sus aureolas, de su misterio, del relumbre de seres sobrenaturales que vivían sus amores, matrimonios, excentricidades y divorcios, en un mundo aparte, tras de las puertas de estudios, severamente custodiados”. Estos textos aparecen incluidos en el volumen Letra y Solfa, Alejo Carpentier Cine, 1, compilación de Raimundo Respall Fina, Editorial Letras Cubanas, La Habana, 1989.
CINE DE LA HABANA DONDE SE ESTRENÓ EL CANTANTE DE JAZZ.
El 20 octubre de 1921 Santos y Artigas inauguran el cine teatro Campoamor, en Industria y San José, La Habana, construido a un costo de 300 mil pesos de la época. En el libro La tienda negra. El cine en Cuba (1897-1990), la investigadora María Eulalia Rodríguez deja constancia de que en el Campoamor se estrenó el 15 de febrero de 1928 el filme El cantante de jazz (The jazz singer), de la Warner, interpretado por Al Jolson. La famosa frase dicha por el protagonista a su madre inicia la invasión del cine sonoro por las salas de todo el mundo: “No has visto nada aún”.
“Tengo la cara de una vampiresa, pero el corazón de una feminista.” La actriz Theda Bara, la primera vamp o mujer fatal del cine, nació 29 de julio de 1885 en Cincinnati, Ohio y murió 7 de abril de 1955 en Los Ángeles, California.
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“Terminaron los días en que Theda Bara fascinaba al público con gigantescos close-up de sus ojos; en que Nazimova adornaba su cabellera con cerezas plateadas; en que el “eterno femenino” se acompañaba de una utilería de plantas exóticas, de muebles propicios, de ornamentos peculiares, que habían terminado por crear –por su estilo sin estilo- una suerte de barroquismo californiano”.
Fragmento del artículo Una época de cine, publicado por Alejo Carpentier el 18 de noviembre de 1954 en el periódico El Nacional, de Venezuela. Unos meses antes, bajo el título Ocaso de una mitología, Carpentier observaba que en la actualidad, “las estrellas se han despojado de sus aureolas, de su misterio, del relumbre de seres sobrenaturales que vivían sus amores, matrimonios, excentricidades y divorcios, en un mundo aparte, tras de las puertas de estudios, severamente custodiados”. Estos textos aparecen incluidos en el volumen Letra y Solfa, Alejo Carpentier Cine, 1, compilación de Raimundo Respall Fina, Editorial Letras Cubanas, La Habana, 1989.
CINE DE LA HABANA DONDE SE ESTRENÓ EL CANTANTE DE JAZZ.
El 20 octubre de 1921 Santos y Artigas inauguran el cine teatro Campoamor, en Industria y San José, La Habana, construido a un costo de 300 mil pesos de la época. En el libro La tienda negra. El cine en Cuba (1897-1990), la investigadora María Eulalia Rodríguez deja constancia de que en el Campoamor se estrenó el 15 de febrero de 1928 el filme El cantante de jazz (The jazz singer), de la Warner, interpretado por Al Jolson. La famosa frase dicha por el protagonista a su madre inicia la invasión del cine sonoro por las salas de todo el mundo: “No has visto nada aún”.
“Tengo la cara de una vampiresa, pero el corazón de una feminista.” La actriz Theda Bara, la primera vamp o mujer fatal del cine, nació 29 de julio de 1885 en Cincinnati, Ohio y murió 7 de abril de 1955 en Los Ángeles, California.
lunes, 17 de mayo de 2010
AIRES LIBRES EN LA HABANA.
Por: Lázaro Sarmiento
Los Aires Libres del Prado tenían tres tarimas principales para la música: la del Hotel Pasaje, la del Dorado, y la del Hotel Saratoga. La fuente donde encuentro el dato precisa que luego se sumó la del Misisipi. Cuando comencé a familiarizarme con este paisaje de La Habana, las presentaciones de orquestas en esos escenarios eran, desde hacía mucho tiempo, nostalgia de otras generaciones. Ya habían desaparecido los establecimientos vinculados a la música en el Prado y el Saratoga estaba lejos del esplendor que muestra en la actualidad. Lo que yo conocí fueron espacios, algo decadentes pero alegres, con mesitas en las aceras para el consumo de bebidas y que los habaneros bautizaron como “los paragüitas”. Esos bares al aire libre, que no tenían nada que ver con los anteriores aires, cerraron a principios de la década del noventa.
Foto de la Anacaona en los años treintas. Sobre la orquesta femenina líder de la Isla , fundada en 1931, el Diccionario Enciclopédico de la Música en Cuba , de Radamés Giro, destaca: “En 1987 la mayoría de las viejas integrantes de la Anacaona, se acogieron al retiro, y la misma pasó a manos de las hermanas Dora y Georgia Aguirre, quienes, con alumnas egresadas del Instituto Superior de Arte y del Conservatorio Anadeo Roldán, continuaron la trayectoria de la agrupación. Debutaron el 28 de mayo de 1988”. Hay que recordar que, entre las primeras orquestas que tocaron y brillaron en los Aires Libres del Prado sobresale la femenina Ensueño (creada en 1930). Dirigida por Guillermina Foyo, la Ensueño tenía doce integrantes y estuvo en activo hasta 1958.
La imagen que encabeza este post fue tomada de havana_viewwww.netssa.comhavana.html.La segunda y cuarta de otros sitios de internet. El resto fueron realizadas por Lázaro Sarmiento.
La Habana aires libres Paseo del Prado Anacaona Ensueño orquestas femeninas hotelesLa Habana Georgia Aguirre
Los Aires Libres del Prado tenían tres tarimas principales para la música: la del Hotel Pasaje, la del Dorado, y la del Hotel Saratoga. La fuente donde encuentro el dato precisa que luego se sumó la del Misisipi. Cuando comencé a familiarizarme con este paisaje de La Habana, las presentaciones de orquestas en esos escenarios eran, desde hacía mucho tiempo, nostalgia de otras generaciones. Ya habían desaparecido los establecimientos vinculados a la música en el Prado y el Saratoga estaba lejos del esplendor que muestra en la actualidad. Lo que yo conocí fueron espacios, algo decadentes pero alegres, con mesitas en las aceras para el consumo de bebidas y que los habaneros bautizaron como “los paragüitas”. Esos bares al aire libre, que no tenían nada que ver con los anteriores aires, cerraron a principios de la década del noventa.
El Hotel Saratoga, en Prado y Dragones, La Habana Vieja, fue reabierto en el año 2005, totalmente remozado por la Oficina del Historiador de la Ciudad. El investigador Rolando Aniceto destaca que, “se trata de un edificio con filiación neoclásica construido en 1880 para almacenes, viviendas y casa de huéspedes, habilitado en 1933 para hotel, y que conserva su fachada original, en la que aparecen superpuestos los tres órdenes clásicos, el dórico, el jónico y el corintio. La restauración logró recuperar el remate en forma de cresta con el nombre el hotel, así como la reproducción de elementos del antiguo edificio, entre los que están el atrio central, el portal y la terraza mirador.”
Foto de la Anacaona en los años treintas. Sobre la orquesta femenina líder de la Isla , fundada en 1931, el Diccionario Enciclopédico de la Música en Cuba , de Radamés Giro, destaca: “En 1987 la mayoría de las viejas integrantes de la Anacaona, se acogieron al retiro, y la misma pasó a manos de las hermanas Dora y Georgia Aguirre, quienes, con alumnas egresadas del Instituto Superior de Arte y del Conservatorio Anadeo Roldán, continuaron la trayectoria de la agrupación. Debutaron el 28 de mayo de 1988”. Hay que recordar que, entre las primeras orquestas que tocaron y brillaron en los Aires Libres del Prado sobresale la femenina Ensueño (creada en 1930). Dirigida por Guillermina Foyo, la Ensueño tenía doce integrantes y estuvo en activo hasta 1958.
No he logrado precisar el momento en el cual las orquestas dejaron de presentarse en los Aires Libres de Prado, un territorio cada vez más mitificado en la memoria.
La imagen que encabeza este post fue tomada de havana_viewwww.netssa.comhavana.html.La segunda y cuarta de otros sitios de internet. El resto fueron realizadas por Lázaro Sarmiento.
La Habana aires libres Paseo del Prado Anacaona Ensueño orquestas femeninas hotelesLa Habana Georgia Aguirre
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