viernes, 12 de agosto de 2011

ME HICISTE MAS JOVEN…




Me gusta este poema de Miguel Barnet porque tiene que ver con algunas experiencias mías de los últimos tiempos:

¿Sabes qué?

Me clavaste una daga en el pecho
Me cubriste los ojos con anémonas carnosas
Me obligaste a soñar
con hipocampos azules
Me condenaste a una noche de borrascas,
A un vuelo sin alas
Me expusiste al cráter de un volcán
Vaciaste mi reloj de arena
¿Sabes qué?
Nunca realmente hubo paz entre nosotros
Pero me hiciste más joven.


Texto publicado en UNION, Revista de Literatura y Arte, La Habana, 69/2010.


lunes, 8 de agosto de 2011

COSAS DE HOMBRES.


“Los hombres sólo pueden aprender a ser hombres a través de otros hombres, en una pedagogía tan íntima y tierna como el vínculo que une a dos amantes”.

Mientras buscaba un documento extraviado en la computadora, encontré este texto, guardado hace algún tiempo. Pertenece al relato Hacer el nudo, de Robin Metcalfe.



domingo, 31 de julio de 2011

LA MUJER MÁS BELLA DEL MUNDO.

Por: Lázaro Sarmiento


“Muchos la recuerdan por la película Sansón y Dalila, la única que le dio fama. Tuvo mala suerte. Rechazó el papel de protagonista en Luz de gas y en Casablanca. También estuvo a punto de rodar Lo que el viento se llevó.”

Estoy citando un artículo de Manuel Vicent publicado este fin de semana en Babelia: Hedy Lamarr: el éxtasis y la aguja. Uno de esos textos que se devoran con delicia.

“Para huir de su secuestro Hedwig tuvo que seducir y acostarse con la criada, quien le facilitó la salida del palacio una noche mientras el prepotente Fritz Mandl estaba de viaje. Llegó a París en automóvil, con un solo vestido, con los bolsillos llenos de joyas, perseguida por los guardaespaldas de su marido. Logró escabullirse hasta refugiarse en Londres y embarcarse en el trasatlántico Normandie rumbo a Nueva York y durante la travesía conoció y sedujo al productor de Hollywood Louis B. Mayer, de la Metro, y con él pactó su futuro. La protegió, la bautizó con el nombre Hedy Lamarr y la convirtió en una estrella.”

Hedy Lamarr nació en Viena, Austria, el 9 de noviembre de 1914 y murió en Orlando, Estados Unidos, el 19 de enero de 2000. Además de haber sido considerada la mujer más bella en la historia del cine, fue ingeniera en telecomunicaciones con un importante invento en esta esfera.

jueves, 7 de julio de 2011

EL CAMARERO DEL NEW YORK.

Por: Lázaro Sarmiento


Tengo un amigo que era camarero del hotel New York, en la calle Dragones. Lo fue hasta que hace unos años cerraron el hotel para repararlo. Desde entonces la fachada del New York se ha deteriorado y las ventanas han perdido los marcos y las hojas. Y los fantasmas de este edificio están condenados a no salir de sus habitaciones, ruinosas y mugrientas, pues las puertas exteriores fueron tapiadas con bloques de cemento.

La vida, la piel y el pelo de mi amigo camarero han corrido una suerte parecida a la fachada del hotel. Lo conocí una noche en la década de los ochenta: cuerpo vital, cabellera rubia, mirada depredadora, unos jeans ajustados y botas de vaquero. Era una de esas personas que a las pocas horas de conocerla pueden estar duchándose en el cuarto de baño de tu casa y haciendo planes para el fin de semana. Cada vez que me encuentro con él, reafirmo que las señales del deterioro ajeno constituyen también evidencias de la propia erosión. Y como no puedo escapar del reality show de los hoteles y los camareros y -como un fantasma de la calle Dragones- quedo atrapado entre muros.












domingo, 26 de junio de 2011

BUSCANDO LAS GRULLAS DE LA EMPERATRIZ


Por: Lázaro Sarmiento

Frente al cine Águila de Oro, en el barrio chino de La Habana, pienso en el destino de las grullas imperiales durante los fulgores de la Revolución en Pekín. Y luego imagino pasadizos ocultos detrás de los muros de las viejas sociedades fraternales chinas en Cuba. En sus fachadas hay grabados nombres con fonéticas misteriosas…Cheng-Wah, Loung Kong Ta Tong, Min Chin Tang, Chang...

Me gusta ese pequeño callejón en una esquina de Zanja, con algo de set de la Paramount atiborrado de mini restaurantes que sirven comida china y criolla y también pizzas, espaguetis y dulces cubanos. Pero no es la comida la que me impresiona sino el pasado glorioso de nuestra ciudad amarilla.

Ya en el año 1940 Alejo Carpentier sentía nostalgia por la más admirable fábrica de ensueños que pueda imaginarse: el Teatro Chino de La Habana, “que gozaba del privilegio de ser con el de Lima y el de Los Ángeles, uno de los mejores de América en su género.”


Alejo anotaba: “El teatro chino es ininteligible para quien desconoce su simbólica admirable…Pero cuando se sabe del sentido de ciertos objetos dotados de historia, todo se hace claro y poético…”

Lo mismo pensaba Dulce María Loynaz , que un día en su palacete de El Vedado le dijo a Miguel Barnet: “Cuando vaya a Pekín y tenga contacto directo con ese país va a comprender mejor muchas claves de la gran cultura china.” El autor de Biografía de un cimarrón visitó la Ciudad Prohibida, la Muralla y mil sitios más. Y al regresar a La Habana escribió Poemas chinos…

…“Las uñas de la emperatriz eran terriblemente largas/La emperatriz poesía un jardín de piedras preciosas y grullas amaestradas…”




Entrada del callejón de Zanja. Barrio chino de La Habana. Con un grupo de amigos, entre ellos Lin Chang, músico y locutor de la radio cubana, descendiente de familia de origen chino asentada en Manzanillo, en el oriente de la Isla.







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