martes, 20 de enero de 2009

EN UN BESO, LA VIDA


La palabra victrola quedó anclada para siempre a un tipo de música: el bolero. El investigador Leonardo Acosta se refiere a esta modalidad en un texto titulado El bolero y el Kitsch:

“Lo que llamamos bolero de victrola era lo que se escuchaba en bodegas, bodegones, bares de mala muerte y, desde luego, en los burdeles, donde hombres marginados o no y las propias ‘camareras del amor’ se veían reflejadas en las incidencias de un buen bolerón, que se paladeaba igual que – y a veces junto a – una cerveza. El machismo y la guapería, integrantes de lo que puede dominarse cómo ‘complejo del machihembrismo’, fueron producto de una sociedad injusta, y la música que los reflejó no debe ruborizarnos, porque es también parte de nuestro patrimonio cultural, y con aquellos temas y lenguajes se hicieron excelentes boleros y canciones que ha menudo han trascendido todas las fronteras (nacionales, clasistas y regionales) para convertirse en clásicos en el nivel mundial”.

Mientras que las victrolas clásicas terminaron oxidadas y destruidas por el tiempo o la indolencia, muchos de los boleros que estas máquinas amplificaron han llegado hasta nuestros días. Recuerdo de niño las victrolas poderosas, plateadas, de los cafés principales de algunos pueblos de la Carretera Central observadas en los viajes de La Habana a Madruga, el municipio donde nací.

Han cambiado las estéticas, los estilos de vida, las modas, los giros del lenguaje y los artefactos, incluso los virus mutaron. No estoy seguro de que haya cambiado mucho la psicología que proclamó desde el corazón de una victrola…En un beso, la vida….


Acosta, Leonardo. El bolero y el Kitsch, en Revista Letras Cubanas, No. 9, La Habana, 1988.

domingo, 18 de enero de 2009



Hay música en tu voz.
Por: Lázaro Sarmiento

Hoy me sumergí en una sociológica tanda de boleros de victrola cuando un disco de Dinah Washington cedió su lugar a una selección que incluía a Benny Moré, Antonio Machín, Lino Borges y Daniel Santos. Y aunque los escenarios en que esas canciones se cantaron por primera vez se extinguieron ya, o se transformaron, los “boleros de victrola” siguen gravitando en nosotros con un resplandor del que quizás nunca escaparemos.

Percibo una suave emoción, una nostalgia prestada que casi roza la inquietud erótica, al escuchar a los ídolos de victrola. Son la banda sonora de episodios de una vida que no es la nuestra pero que de alguna manera imaginamos lo fue, o podría serla.

Códigos hilvanados por letristas y orquestadores para expresar verdades destiladas en bares y cantinas, susurradas al oído en playas o burdeles, ahogadas en alcohol y lágrimas, probadas en la calles y sublimadas en un beso, la vida. (un párrafo casi de bolero)

Escuchar boleros de victrola en una tarde de domingo, lejos de la internet y los blogs, de los mensajes de los amigos y la cotidianidad perversa, proporciona la experiencia de vestirnos durante un rato de almas ajenas; actuar como un travestí de metáforas.

Pero ya es hora de regresar a la lectura de Henry Miller abandonada hace unas horas en favor de las súplicas bolerísticas:

“Precisamente esa copulación como de culebras en la obscuridad, ese acoplamiento de articulaciones dobles y de dos cañones era lo que me ponía en la camisa de fuerza de la duda, los celos, el miedo, la soledad.” (En Trópico de Capricornio refiriéndose a Georgiana)

sábado, 17 de enero de 2009

EL INCREIBLE DESTINO DE ALGUNOS NOTICIEROS.


Por: Lázaro Sarmiento

Muchos noticieros fílmicos cubanos anteriores a 1959 están en el fondo del mar Caribe. Esos noticieros formaban parte de los archivos del director y empresario Manuel Alonso, una de las principales figura del cine cubano de la República. Fue también un hábil negociante que recibió los favores del régimen de Batista. Al triunfar la Revolución le fueron decomisados todos los bienes adquiridos a través de sus manejos turbios.

En la filmografía de Manuel Alonso figuran dos películas que alcanzaron cierta notoriedad y obtuvieron elogios de la crítica por sus aciertos parciales: Siete muertes a plazo fijo (1950) y Casta de Roble (1953). Ambos títulos se proyectaron recientemente en la Cinemateca de Cuba, en La Habana, en el ciclo Historia de nuestro cine contada en imágenes. 1ra parte: El cine prerrevolucionario.

La afirmación de que hay noticieros en el fondo del mar se sustenta en la historia, con aires rocambolescos y de aventuras, citada por el profesor francés Emmanuel Vinceno en su investigación titulada ¿Qué fue del viejo cine cubano? (La Gaceta de Cuba,No. 3 , La Habana, 2006.) :

“…cuando Alonso se marchó de Cuba (1959), no pudo llevar consigo sus películas ni tampoco los importantes archivos fílmicos de sus noticieros, con lo que llegó a Miami sin un solo rollo. Sin embargo, a los pocos meses decidió recuperar parte de sus fondos de una manera insólita y arriesgada.

" Se puso en contacto clandestinamente con unos amigos que se habían quedado en La Habana y montó una expedición marítima nocturna para transportar sus archivos a Miami. Un primer viaje le permitió recuperar parte de sus imágenes, pero en el segundo trayecto los guardacostas cubanos interceptaron el barco del cineasta y la tripulación no tuvo más remedio, para evitar ser arrestada, que echar por la borda los rollos que que tenía.

Así es como parte de los noticieros de Manolo Alonso se encuentran hoy en el fondo del mar Caribe.”

jueves, 15 de enero de 2009

Un cine de barrio y los misterios del Casino Chino. 区戏院和中国赌博娱乐场的奥秘。
Por: Lázaro Sarmiento

El Continental es un antiguo cine del Barrio Chino de La Habana. Ubicado en la calle Manrique, esta catalogado en la actualidad como “Obra en estudio” por la Oficina del Historiador de la Ciudad Esto quiere decir que el inmueble recuperará su esplendor y se convertirá en una instalación útil a la población

La búsqueda de referencias sobre El Continental me llevó a la historia de las luchas políticas y cambios sociales de la ciudad china de La Habana. Este cine fue intervenido el 13 de octubre de 1960. Ese día el Departamento de Recuperación de Bienes Malversados del Ministerio de Hacienda dispuso también la intervención de varias empresas, almacenes y otras propiedades pertenecientes al Casino Chung Wah y a sus ejecutivos Joaquín Lee, Ramón Chiang e Ignacio Lima, para aclarar sus posibles responsabilidades con el derrocado gobierno de Batista.


Tres días antes de la intervención del cine Continental, las corrientes contrarias a la Revolución Cubana habían perdido el control del influyente Casino Chung Wah. Los investigadores Miriam Herrera y Mario Castillo en el libro De la memoria a la vida pública señalan:“El 10 de octubre de 1960, en el marco del acto de conmemoración del aniversario 49 de la proclamación de la República China de 1911, el Casino Chung Wash, máxima institución de la comunidad china de Cuba, sería escenario de un nuevo ejemplo de los conflictos políticos y de clases dentro de la comunidad china de La Habana. Los temas que polarizarían el debate en ese momento serían las nuevas proyecciones ideológicas del gobierno revolucionario, expresadas por Fidel Castro en la Primera Declaración de La Habana. Como derivación de esto, el asunto de los manejos oscuros respecto a los bienes y fondos del Casino Chung Wah saldrían a relucir”.

Algunos de los directivos del Casino rechazaban la decisión de Cuba de establecer relaciones con la República Popular China, formulaban ataques contra la Revolución y se empecinaban en mantener en el local la fotografía de Chiang Kai Shek.

De los 7 nuevos miembros de la dirigencia del Casino Chung Wah elegida en octubre de 1960, tres eran militantes comunistas: Manuel Luis, Luis Li y Francisco Lam. Uno de ellos, Manuel Luis, había sido fundador de la Alianza en Defensa de la Cultura China, de filiación comunista, que devino luego de 1959 en Alianza Nueva Democracia China en Cuba. Esta organización creó la brigada de milicia José Wong para apoyar a la Revolución. José Wong fue un militante comunista chino asesinado por la policía de Machado en 1930.

Pero estábamos en el cine…

Herrera Jerez, Miriam, Mario Castillo Santana, De la memoria a la vida pública, La Habana, Centro de Investigación y Desarrollo de la Cultura Cubana Juan Marinello, 2003.
Imágenes: Derecha: Fachada del cine Continental. Calle Manrique .Izquierda: Cuchillo de Zanja. Barrio Chino de La Habana. Fotos: Lázaro 14.01.09

martes, 13 de enero de 2009


¿Cuál es el rostro del cine cubano?

Por: Lázaro Sarmiento

Uno afirmaba que ese honor le correspondía a Daysi Granados. El otro expresaba que el rostro del cine cubano era Eslinda Nuñez. Escuché la discusión en una concurrida barbería del Municipio Playa. Los líderes del debate tenían edades suficientes como para conocer la trayectoria de ambas actrices estrechamente vinculadas al ICAIC, el Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos, fundado en marzo de 1959.


La persona que postulaba a Daysi argumentó que esta actriz en su proyección reunía un mayor número de los atributos que caracterizan a la mujer cubana de la Revolución. La voz contraria dijo que a Eslinda, con su elegancia y desempeño artístico, le sobraban méritos para ser la imagen del cine cubano. Luego citaron casi todas las películas filmadas por las dos estrellas. .



En la barbería, el lugar donde se habla de todos los temas de la vida, surgieron más opiniones. Un tercer parroquiano manifestó que el rostro del cine cubano podía ser el de Sergio Corrieri pues representaba un título clave en la filmografía nacional: Memorias del subdesarrollo. Un joven propuso a los protagonistas de Fresa y Chocolate cuyos rostros se conocen en todo el mundo debido al éxito internacional de esta cinta.



Alguien expuso que necesariamente no había que buscar un único rostro para simbolizar el cine cubano de la Revolución. La imagen podía ser plural : “Tal vez un poster no centralizado en una figura humana en particular.”


Traté de no identificarme emocionalmente con ninguna de las propuestas escuchadas en la barbería. Aunque, al igual que los lectores de Buena suerte viviendo, tengo mi propia respuesta a la pregunta ¿Cuál es el rostro del cine cubano?

¿Cuál?

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