sábado, 1 de agosto de 2009

CINES: FACHADAS DE LEYENDA.


Por: Lázaro Sarmiento

Las puertas de estos antiguos cines de La Habana nunca volverán a abrirse al público de las películas. Sus proyectores hace tiempo dejaron de lanzar esa  lluvia de meteoritos que al chocar en la pantalla se convierte en personajes y paisajes. Detrás de sus paredes nada queda de “la vida interior” de los espectadores que colmaban la platea y el balcony en sus momentos de gloria. Sus butacas y la densa oscuridad sirvieron de pequeños escenarios para primeros atrevimientos, amores felices, travesuras y promesas tan verdaderas como las historias que contaban los filmes. Y no estoy seguro de que haya fantasmas que habiten estos edificios, algunos heridos de muerte para siempre, otros convertidos en locales para nuevas funciones.

De estas fachadas, la mejor conservada es la del antiguo cine Universal, en la calle Egido. Esta sala tenía 1048 butacas (izquierda). El local acoge en la actualidad a un grupo infantil de teatro.

¿Qué hacemos con estas fachadas?


Antiguo cine NEPTUNO, en Neptuno no. 507 ( 800 butacas)


En la calle Consulado estaban los cines MAJESTIC (1110 butacas) y el VERDUN ( 350 butacas)


DUPLEX (500 butacas) y REX CINEMA (750 butacas) en la calle San Rafael



El antiguo cine NORMA (820 butacas) en la Calzada de Luyanó. Como otros de su época, imitaba la fachada de los teatros.


El cine teatro CAMPOAMOR ( 1082 butacas) en la esquina de Industria y San José





viernes, 31 de julio de 2009

LUGARES DE LA HABANA: CINE TRIANON.


Por: Lázaro Sarmiento

El cine Trianón, en la avenida Línea en El Vedado, se inauguró en 1920. Fue diseñado por Joaquín Weiss (1894- 1968). El inmueble conserva su fachada original cuyo lenguaje arquitectónico es muy parecido al que mostraban los teatros de la época. En el Anuario Cinematográfico de 1958 aparece registrado con Mil 100 butacas. Durante décadas integró uno de los principales circuitos de estreno. Desde hace algún tiempo acoge al exitoso grupo teatral El Público, dirigido por Carlos Díaz.

Por cierto, en 1920, mientras el Trianón ofrecía sus primeras funciones, el entonces camarógrafo Ramón Peón sobrevoló La Habana junto a un aviador llamado Kelly y filmó imágenes de la ciudad. Algunos historiadores consideran que tal vez sean las primeras vistas aéreas de la capital cubana. El avión se cayó sin que ninguno de los ocupantes sufriera daños.



En la actualidad el local esta siendo sometido a labores de reparación y mantenimiento.


miércoles, 29 de julio de 2009

NO PUDE ROBARME MEDIO SIGLO DE MEMORIA.


Por: Lázaro Sarmiento

Durante un festival de la radio en la ciudad de Santa Clara, fui a una casa donde estaban vendiendo un viejo radio de caja de madera. Siempre he sentido fascinación por estos aparatos. Pienso que La Habana tendría que tener un museo de modelos antiguos en homenaje a la época en que fuimos una suerte de Olimpo radiofónico en América Latina .Cuando entré a la casa, el radio en venta estaba encendido. En el portal comedor, junto al patio interior repleto de plantas verdísimas, un grupo de personas muy adultas se deleitaba con un programa de alta audiencia en las noches: Alegrías de sobremesa, de Radio Progreso. Una mujer más joven que los demás, y que debía ser el pilar de energía en el seno familiar, me contó que aquel equipo fue uno de los regalos recibidos por los abuelos en su boda (uno debió ser el anciano que desde un sillón de ruedas parecía escuchar voces de otros mundos). Al regresar de la luna de miel, la pareja quedó cautivada por la adaptación que la radio cubana hizo de de Cumbres borrascosas ; después las hijas vivieron sus primeros amores inocentes mientras imitaban a las protagonistas de La novela del aire, y cuando a aquellas les nacieron los hijos le pusieron los nombres de los galanes de las dramatizaciones ; con el oído muy cerca de la bocina, todo el clan familiar había estado atento a los mensajes de la radio rebelde originados en la Sierra Maestra ; desde décadas atrás los varones de la casa vibraban con las transmisiones beisboleras , y ninguno de los adolescentes se había perdido en los años sesenta ni uno solo de los capítulos de La flecha de cobre, aventuras al mediodía en la antena de Radio Liberación. Habían sido felices con ese aparato de válvulas al que le debían risas y lágrimas. Sin olvidar los danzones de Barbarito Diez al caer la tarde y las buenas y malas noticias del amanecer junto a la taza de café. Por último, la mujer desvió la mirada hacia una oquedad y con humilde dignidad dijo:
- Si no fuera por la situación económica que estamos atravesando nunca hubiéramos pensado en venderlo.
Fue un fogonazo. Descubrí que yo no podía comprar el radio ni por el mejor precio del mundo. Hubiera sido como robarle a esa familia un pedazo de su memoria..


Foto: Teresa Gómez (locutora), Lázaro Sarmiento, al centro (director), y Diego Ubieta (realizador). Programa Fuera de Serie, Radio COCO, 1990.



Entradas relacionadas:
Radio y literatura.

martes, 28 de julio de 2009

LUGARES DE LA HABANA: CAFÉ EUROPA


Por: Lázaro Sarmiento

Entre los cafés famosos de Cuba durante el siglo veinte figura el Europa, en la esquina de las calles Obispo y Aguiar en La Habana Vieja. El periodista Ciro Bianchi Ross en su colección de crónicas Vida de café(Ediciones Matanzas, 2008) recuerda que el Europa era preferido por la gente elegante y pudiente. Y además……

“…Carlos Loveira con su novela Juan Criollo, lo inmortalizó en las letras cubanas. Es allí donde Roberto sorprende al protagonista de la obra hambriento y embobecido ante la vidriera de los dulces y lo obsequia con algunas de aquellas golosinas”.


El café Europa fue remozado recientemente (en los últimos tiempos había funcionado como pizzería). Por 6.00 cuc (unos 8 euros) se puede disfrutar de un plato integrado por:

- Sopa clásica de la abuela.
- Pollo deshuesado al grill con aromas de oliva, albahaca, y ajo,
guarnecido con arroz blanco y viandas fritas
- Flan de caramelo
- Café, y panecillos con mantequilla
Fotos: Lázaro Sarmiento

domingo, 26 de julio de 2009

LAS MARCAS QUIEREN SER LA VIDA MISMA


Susan Sontag dijo en una ocasión; “vivimos en la época de las compras”. Es una frase que Noemi Klein cita en su libro No logo. El poder de las marcas donde analiza las estrategias de las grandes marcas, como Nike, McDonald ‘s y The Gap, para conquistar los mercados, vampirizar a los consumidores, acabar con los competidores y exprimir a los empleados de los países tercermundistas.

Noemi Klein: “Pero en la actualidad se percibe un patrón claro: mientras más empresas compiten para ser la marca omnipresente bajo cuyo imperio consumimos, creamos arte y hasta construimos nuestros hogares, todo el concepto de espacio público es objeto de una nueva definición. Y dentro de estos edificios de marca, reales o virtuales, las opciones de alternativas sin marca, de debate abierto, de crítica y de arte no censurado – en otras palabras, de opciones verdaderas- sufren nuevas y ominosas restricciones.”

Según esta ensayista canadiense, muchas de las cadenas que han proliferado durante las décadas de 1980 y 1990 tienen una cualidad especial que las hace diferentes de las hamburgueserías, las calles comerciales y talleres mecánicos de las décadas de 1960 y 1970. “No nos ciegan con espacios chillones ni con arcos dorados, sino que más bien emiten un sano resplandor New Age”.

Con ese resplandor nos bombardean y nos engañan. Entonces debemos metabolizar que The Gap no es solo una marca sino sinónimo de vestido, al igual que Coca Cola es sinónimo de refrescos.


Y Starbucks no es solo el exquisito aroma de café que busca la calle cuando se abren las puertas de sus establecimientos refrigerados y de aliento posmoderno en Madrid, París o Nueva York. Starbucks, al igual que las grandes marcas, no se conforma con ofrecernos un producto (una taza de café). Pretende vendernos un estilo de vida; o tal vez más: quiere sustituir a la vida misma.

No logo se editó por primera vez en Canada en 2000. En Cuba, la Editorial de Ciencias Sociales lo publicó en 2007.

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