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miércoles, 25 de marzo de 2009

Nostalgia en la costa del Tritón
La costa constituye un idílico escenario para conversaciones inteligentes y frívolas y ejercer el ocio expectante. Hoy caminé un rato por los alrededores del Hotel Tritón en el litoral de Miramar. En esta ocasión no pretendía establecer diálogos verbales sino mover en la memoria imágenes salpicadas de salitre y de after sun.
Recordé los días en que venía a bañarme en estas aguas y luego me sentaba a conversar con algún amigo, y también con extraños, en el diente de perro . Me parece que fue ayer cuando un amigo escritor y yo arrojamos al mar, desde aquí, una novela recién editada (no era ecologista en esa época) porque la autora de la obra nos había decepcionado después de la ilusión despertada por la lectura de un capítulo previamente dado a conocer en una revista cultural . Lo que valía de la novela, a nuestro juicio, era solo el texto adelantado. Ha sido el único libro que he lanzado al mar en en mi vida. Y parece que ya no habrá otra oportunidad porque con el tiempo desaparece el deseo de tirarle literatura a las olas.

Durante mucho tiempo el Tritón fue la referencia principal de esta zona que se extiende a ambos lados de la calle Primera, desde 70 hasta el hotel Comodoro. La franja costera y el Monte Barreto fueron transformados vertiginosamente. Surgieron los lujosos hoteles Meliá Habana y Panorama, así como el complejo denominado Miramar Center con sus cafeterías, oficinas y boutiques (vidrieras para mirar). En los terrenos donde en la actualidad se levantan modernas construcciones, hubo en el pasado rutas impredecibles, con algo de libertinaje, entre la vegetación que crecía en un flanco de “las canchas de 70”. Esos caminos que comenzaban muy arriba de la Quinta Avenida hoy se cortan por colosales edificios que desafían el paisaje azul.Los jóvenes de estos días también van a bañarse a la costa del Tritón. Pero ya no es lo mismo, pienso, aunque tal vez ellos estén pensando que tengo razón: no es igual (ni yo soy el que era). Además el hormigón y los cristales distorsionan la nostalgia.

Arriba: Miramar Center. Abajo: Embajada de Rusia en La Habana, en la Quinta Avenida, construida en los tiempos de la URSS.


Hotel Meliá Habana. (abajo)

domingo, 8 de marzo de 2009

Gómez en los pisos de La Habana.

Estas letras G y M probablemente sean las iniciales de mayor tamaño dibujadas en los pisos de edificios y aceras de La Habana: Manzana de Gómez. Las fachadas del enorme inmueble de oficinas y establecimientos comerciales limitan con Neptuno, San Rafael, Monserrate y Zulueta, frente al Parque Central. Se construyó aproximadamente entre 1916 y 1918. Fue una de las más grandes obras levantadas en su época. Las letras en el piso de granito corresponden a las iniciales de su propietario: la Familia Gómez Mena.

Del libro 1898:1921: La transformación de La Habana a través de la arquitectura (Letras Cubanas, La Habana, 1993), de la historiadora del arte Lilian Llanes, tomé los
siguientes datos:

-La Manzana de Gómez era una especie de Bolsa donde se ofrecían valores de todas clases, que pertenecía a la extensa familia Gómez Mena: María Luisa, Alfonso, Andrés y José, hijos de su fundador, Andrés Gómez Mena.

-No se conoce la fecha exacta en que se inició su construcción, pero ya en 1917 se había construido el cuerpo del edificio y en 1919 estaba terminado en su totalidad. Se empleó la técnica del hormigón armado.

-Tenía unos 570 departamentos y 8 elevadores.

-Se anunció en la época que el costo del edificio no bajaría de un millón y medio de pesos y que albergaría una población flotante de veinticinco mil personas diarias.

En las últimas décadas, miles de cubanos han estudiado en la Manzana de Gómez ya que muchas de las antiguas oficinas se adaptaron como aulas para distintos tipos de enseñanza.
Fotos: Alfredo Zamora. 07.03.09

domingo, 1 de marzo de 2009

Los personajes secretos regresan los domingos.
Por: Lázaro Sarmiento

Ya no podré ser Emperador, campeón de paracaidismo, hombre pez, o el amante más deseado del universo.

Hubo una época en que quise ser barman en un bar céntrico de La Habana. Esa ocupación me hubiera permitido fabular las conversaciones de los clientes mientras preparaba exquisitos cócteles, incluido uno nombrado Mary Pickford.

Luego imaginé -no estoy seguro de que fuera un sueño- ser la pareja sentimental de una figura de cabaret. No una estrella sino alguien del cuerpo de baile. Después de una larga noche de espera, extinguido ya el eco de la música urbana, hacíamos el amor bañados en colonia barata. En los labios unas gotas de alcohol. Nos quedábamos rendidos con Radio Reloj de fondo y las primeras noticias del amanecer transmitidas desde una habitación próxima.



Otra tarde de domingo dedicada a digitalizar antiguas fotografías. La máquina ayuda a recuperar los personajes secretos que quisimos interpretar en cada una de nuestras edades. Algunos fueron terrícolas vulgares, mediocres deportistas y animales sexuales. También héroes, arquitectos o ídolos dramáticos. En una ocasión me convertí en ladrón de planetas.


Es saludable escanear la memoria .

Imágenes: Fred Bred 1 Spy 2008 (izquierda) .Bar (2002), obra de Rocío García.(derecha)

miércoles, 28 de enero de 2009

El cine de peor público de La Habana.
Por: Lázaro Sarmiento

Hoy poca gente recuerda, y muchos ignoran, que en esta esquina, debajo de esos arcos, estaba el cine Bélgica de 750 butacas. Calle Monserrate no. 518. Habana Vieja.

En La Habana para un infante difunto, Cabrera Infante escribe: “El cine más al sur, el Bélgica, fue otro que nunca visité por su fama de infame, con el peor público de todos los cines nefandos de La Habana”.

Otros cines en esta categoría eran el Niza y el Montecarlo. Sobre este último: “depravaciones en la pantalla, depravados en el público”. Estos pequeños cines de un público “no decente” fueron sepultados por el tiempo.

El lunetario del Bélgica se transformó en feas viviendas improvisadas. En cambio, en la acera de enfrente, se ha salvado la preciosa fachada del cine Universal (1048 butacas) que hasta hace pocos años ofreció películas. En la actualidad el edificio del Universal sirve como local de ensayo de un pequeño grupo de teatro comunitario.

Fantasmas del antiguo cine Bélgica: no queda ninguno. Cruzaron la calle atraídos por los plátanos y las papayas del vecino Mercado de Egido, uno de los más populares de la capital.

Arriba: Fachada del antiguo cine Bélgica. A la izquierda: Antiguo cine Universal. Fotos: Lázaro.28.01.2009

martes, 27 de enero de 2009


Los secretos de Tropicana.

Por: Lázaro Sarmiento

Tropicana ha constituido uno de los símbolos luminosos del espectáculo en Cuba por cerca de 70 años. Pero la historia del llamado “paraíso bajo las estrellas” también tiene sus zonas oscuras. En Tropicana había un casino de juego que generaba enormes ganancias. El casino era uno de los brazos de la mafia norteamericana en la Isla. La Revolución erradicó el juego en 1959.

En el libro de Enrique Cirules titulado La vida secreta de Meyer Lansky en La Habana (Editorial de Ciencias Sociales, 2006), el testimoniante Armando Jaime Casielles se refiere a los negocios del cabaret con estas palabras:

“Se ha dicho en muchas ocasiones que Martin Fox era el dueño de Tropicana. Eso es algo absolutamente falso. Fox no contaba con ningún poder para arrebatarle a la Organización (la mafia) los negocios de Tropicana. Ni siquiera el general Batista podía adueñarse de Tropicana. Santos Traficante o Joe Stasi controlaban directamente los asuntos de ese cabaret. Martin Fox era una cabeza visible, como otros muchos personajes de esa época en la fabulosa Habana”.

Armando Jaime fue chofer guardaespaldas de Meyer Lansky durante 1957 y 1958. En esos años el célebre mafioso vivió en La Habana, donde manejaba varios casinos de juego.

En otro libro, Tropicana Nights. The Life and Times of the Legendary Cuban Nightclub, publicado en Estados Unidos por la periodista Rosa Lowinger , se recogen las memorias y anécdotas de Ofelia Fox, viuda del dueño de Tropicana Martin Fox.

Un capítulo de la obra especula sobre el destino de la considerable fortuna que Martin Fox "consiguió sacar de Cuba en 1959 pero que su esposa nunca vio, al morir el dueño del cabaret de un ataque al corazón poco después de dejar la Isla. Ofelia se vio sin un centavo y obligada a trabajar para salir adelante ".

sábado, 17 de enero de 2009

EL INCREIBLE DESTINO DE ALGUNOS NOTICIEROS.


Por: Lázaro Sarmiento

Muchos noticieros fílmicos cubanos anteriores a 1959 están en el fondo del mar Caribe. Esos noticieros formaban parte de los archivos del director y empresario Manuel Alonso, una de las principales figura del cine cubano de la República. Fue también un hábil negociante que recibió los favores del régimen de Batista. Al triunfar la Revolución le fueron decomisados todos los bienes adquiridos a través de sus manejos turbios.

En la filmografía de Manuel Alonso figuran dos películas que alcanzaron cierta notoriedad y obtuvieron elogios de la crítica por sus aciertos parciales: Siete muertes a plazo fijo (1950) y Casta de Roble (1953). Ambos títulos se proyectaron recientemente en la Cinemateca de Cuba, en La Habana, en el ciclo Historia de nuestro cine contada en imágenes. 1ra parte: El cine prerrevolucionario.

La afirmación de que hay noticieros en el fondo del mar se sustenta en la historia, con aires rocambolescos y de aventuras, citada por el profesor francés Emmanuel Vinceno en su investigación titulada ¿Qué fue del viejo cine cubano? (La Gaceta de Cuba,No. 3 , La Habana, 2006.) :

“…cuando Alonso se marchó de Cuba (1959), no pudo llevar consigo sus películas ni tampoco los importantes archivos fílmicos de sus noticieros, con lo que llegó a Miami sin un solo rollo. Sin embargo, a los pocos meses decidió recuperar parte de sus fondos de una manera insólita y arriesgada.

" Se puso en contacto clandestinamente con unos amigos que se habían quedado en La Habana y montó una expedición marítima nocturna para transportar sus archivos a Miami. Un primer viaje le permitió recuperar parte de sus imágenes, pero en el segundo trayecto los guardacostas cubanos interceptaron el barco del cineasta y la tripulación no tuvo más remedio, para evitar ser arrestada, que echar por la borda los rollos que que tenía.

Así es como parte de los noticieros de Manolo Alonso se encuentran hoy en el fondo del mar Caribe.”

jueves, 15 de enero de 2009

Un cine de barrio y los misterios del Casino Chino. 区戏院和中国赌博娱乐场的奥秘。
Por: Lázaro Sarmiento

El Continental es un antiguo cine del Barrio Chino de La Habana. Ubicado en la calle Manrique, esta catalogado en la actualidad como “Obra en estudio” por la Oficina del Historiador de la Ciudad Esto quiere decir que el inmueble recuperará su esplendor y se convertirá en una instalación útil a la población

La búsqueda de referencias sobre El Continental me llevó a la historia de las luchas políticas y cambios sociales de la ciudad china de La Habana. Este cine fue intervenido el 13 de octubre de 1960. Ese día el Departamento de Recuperación de Bienes Malversados del Ministerio de Hacienda dispuso también la intervención de varias empresas, almacenes y otras propiedades pertenecientes al Casino Chung Wah y a sus ejecutivos Joaquín Lee, Ramón Chiang e Ignacio Lima, para aclarar sus posibles responsabilidades con el derrocado gobierno de Batista.


Tres días antes de la intervención del cine Continental, las corrientes contrarias a la Revolución Cubana habían perdido el control del influyente Casino Chung Wah. Los investigadores Miriam Herrera y Mario Castillo en el libro De la memoria a la vida pública señalan:“El 10 de octubre de 1960, en el marco del acto de conmemoración del aniversario 49 de la proclamación de la República China de 1911, el Casino Chung Wash, máxima institución de la comunidad china de Cuba, sería escenario de un nuevo ejemplo de los conflictos políticos y de clases dentro de la comunidad china de La Habana. Los temas que polarizarían el debate en ese momento serían las nuevas proyecciones ideológicas del gobierno revolucionario, expresadas por Fidel Castro en la Primera Declaración de La Habana. Como derivación de esto, el asunto de los manejos oscuros respecto a los bienes y fondos del Casino Chung Wah saldrían a relucir”.

Algunos de los directivos del Casino rechazaban la decisión de Cuba de establecer relaciones con la República Popular China, formulaban ataques contra la Revolución y se empecinaban en mantener en el local la fotografía de Chiang Kai Shek.

De los 7 nuevos miembros de la dirigencia del Casino Chung Wah elegida en octubre de 1960, tres eran militantes comunistas: Manuel Luis, Luis Li y Francisco Lam. Uno de ellos, Manuel Luis, había sido fundador de la Alianza en Defensa de la Cultura China, de filiación comunista, que devino luego de 1959 en Alianza Nueva Democracia China en Cuba. Esta organización creó la brigada de milicia José Wong para apoyar a la Revolución. José Wong fue un militante comunista chino asesinado por la policía de Machado en 1930.

Pero estábamos en el cine…

Herrera Jerez, Miriam, Mario Castillo Santana, De la memoria a la vida pública, La Habana, Centro de Investigación y Desarrollo de la Cultura Cubana Juan Marinello, 2003.
Imágenes: Derecha: Fachada del cine Continental. Calle Manrique .Izquierda: Cuchillo de Zanja. Barrio Chino de La Habana. Fotos: Lázaro 14.01.09

jueves, 8 de enero de 2009


Hemingway y su amante mulata en La Habana.
Por: Lázaro Sarmiento

Por la puerta del Bar Floridita de La Habana debió entrar muchas veces Ernest Hemingway acompañado de Leopoldina Rodríguez, una interesante y bella mulata cubana que fue uno de los grandes amores de su vida.

El dato de esta relación sentimental no es inédito pero lo incluyó, entre varias historias, Helio Orovio( 1938-2008) en un delicioso artículo que escribió poco antes de morir y que tituló La ciudad musical de Hemingway. El texto se publicó en la revista Extramuros, del Centro Provincial de la Literatura y el Libro en Ciudad de La Habana.

Apuntaba Orovio que Leopoldina, además del gran amor de Ernest, fue su amiga y confidente a quien protegió económicamente y acompañó solitario en su entierro a fines de los años cincuenta.

Esa mulata cubanísima fue la única mujer por la que el novelista sintió verdadero amor, según Helio Orovio haciéndose eco de varias fuentes. Leopoldina fue su pasión y su compañera de parrandas y de peñas musicales.

“Con ella iba al stadium de La Habana a los juegos de béisbol de Almendares, Marianao, Cienfuegos y Habana, a los matches de boxeo, al jai-lai y desde luego compartía sus estancias en el Floridita”.

Varias décadas después de su muerte, (Ketchum, Idaho, 2 de julio, 1961), a Ernest Hemingway continúan buscándolo los turistas que llegan a La Habana. Casi todos quieren llevarse en sus diminutas cámaras una imagen con el Hemingway de metal colocado en un extremo de la barra del Floridita, uno de los siete bares más famosos del mundo.

El hombre pez en el Duplex de La Habana.

Por: Lázaro Sarmiento

Es una pena que desde la última remodelación del Bulevar de San Rafael hace ya varios años no haya surgido una solución para los locales del Duplex y el Rex. Detrás de la fachada original de ambos cines se acumula en la actualidad el vacío, la oscuridad, algunos fantasmas fílmicos y una flota de carritos para la recogida de basura.

Locales gemelos en la Calle San Rafael entre Industria y Amistad, en el corazón de La Habana, parece que van a desaparecer definitivamente como cines.

Rex Cinema. Inaugurado el 20 de mayo de 1938 fue el primer cine de Cuba dedicado exclusivamente a la exhibición de filmes documentales, cortometrajes y noticieros. Butacas: 750.

Duplex. Inaugurado en 1947 por la empresa del Rex Cinema, ambos cines compartían la misma fachada y entrada y tenían un vestíbulo común. A diferencia de su vecino, el Duplex ofrecía películas de ficción. Butacas: 500.


Fui a estas salas de pequeño y adolescente pero luego, no sé por qué, salieron de mis rutas habituales. Había un ambiente cosmopolita y elegante en su vestíbulo que debió impresionarme de niño en la década del sesenta. Estos cines flotan en mi memoria con una nostalgia tramposa, fabulativa.

Recuerdo a un intérprete tocando el piano en el salón (Tal vez Estas en mi corazón, de Lecuona, o Begin the biguine, de Porter) mientras en la pantalla del Duplex proyectaban El hombre anfibio. Esta película rusa, entonces soviética, realizada en el año 1961 estuvo largo tiempo en cartelera. Al hombre pez debió gustarle la antigua acera con serpentinas azules de la calle San Rafael.

domingo, 4 de enero de 2009

Radio Ciudad en los mapas del cielo.
Por: Lázaro Sarmiento

Llamando a todas las estrellas.
Llamando a todas las estrellas.
Si en el universo hay seres capaces de captar este mensaje
que respondan­!

Este mensaje se transmitía a finales de la década de 1980 desde Radio Ciudad de La Habana, de lunes a viernes, entre las 10 y las 11 de la noche. Durante ese horario, el programa Radio Futuro, dirigido por el autor de este blog y conducido por los locutores Gladys Roque y Danilo José, pretendía establecer contacto con seres de otros sitios de la galaxia a través de la modesta antena de la emisora, ubicada en la azotea del Edificio ENE, en La Rampa, la zona de la capital cubana preferida por los jóvenes.

En Radio Ciudad de La Habana teníamos la esperanza de que en cualquier momento, al abrirse la puerta del ascensor, recibiríamos el saludo de alguna extraña criatura venida de un planeta lejano.

Muchos años después de los “divertimentos galácticos” de Radio Ciudad, el poeta Sigfredo Ariel, en esa época uno de los pilares de la emisora, publicó en su libro Born in Santa Clara (Ediciones Unión, 2006) el siguiente poema que evoca aquellos días de radio colmados de tanteos, alegrías y hallazgos.

El mensajero.

En programas de radio dedicados al triunfal
avance de la tecnología y la zafra del café
Lázaro Sarmiento transmitía mensajes
dirigidos a remotas galaxias: palabras a los seres
que deben dormitar en planetas si acaso
registrados con números y letras
en los mapas del cielo.

En el interior de ciertos carros que llevan
a los habaneros a las playas del oeste
Lázaro Sarmiento me contó sus dos o tres
encuentros con personas sospechosas
de haber arribado de otros mundos:
Junto al gran arrecife de la calle 70
donde ahora hay hoteles de nombres mitológicos
descubrió poblaciones de extraña procedencia
Si bien examinó sus ojos y sus cuerpos
no sacó nada en claro, me parece.

Pero en un rincón del cosmos
han de estar amontonados cientos y cientos
de mensajes que Lázaro Sarmiento
ha lanzado al Enigma con toda impunidad
empleando pequeños transmisores
propiedad del gobierno.

Un grupo de trabajadores de Radio Ciudad de La Habana durante una excursión a la playa, en una fecha no precisada anterior a 1991. El primero de la izquierda Ángel Márquez (hoy en Radio Habana Cuba), después Lázaro Sarmiento. La cuarta, en la misma fila, Edelsa Palacio, directora entonces de la emisora. Le siguen, entre otros,Viñoli, Luisa Margarita (con espejuelos); a su lado, un casi adolescente Harold Perdomo junto a Xavier Rodríguez (abrazado a Eda Esquivel). En el extremo derecho, vestido de blanco, Alfredo Balmaseda, con elegancia veneciana. Sentado en la arena, con pulóver a rayas, Sigfredo Ariel. Había más personas pero estaban entretenidas en otras zonas de la costa.

viernes, 26 de diciembre de 2008


Ángeles de la calle en Navidad
Por: Lázaro Sarmiento

Pulverización de estéticas y tramas. Hoy vi en la sala Chaplin de la Cinemateca de Cuba la película Ángeles de la calle, una coproducción cubano-mexicana estrenada el 25 de enero de 1954 en el cine Fausto de La Habana. El argumento se basa en la novela radial homónima de Félix B. Caignet (quien puso una parte del dinero para la filmación).

En radio, Ángeles de la calle comenzó a transmitirse por la CMQ en agosto de 1948. Pertenece a las creaciones de Caignet que contienen una denuncia. En este caso la indiferencia social hacia la infancia abandonada. La película envejeció con una lejanía prehistórica (me imagino que los libretos radiales más aún). Diálogos falsos, niños-adultos que más que dialogar expresan sermones, escenas torpes y giros increíbles de los personajes.

Al final el amor y la devoción de los pobres hacia los ricos todo lo pueden. La madre mala -rubia, joven y bella- se humaniza después del accidente del hijo y de su salvación con la sangre del amiguito negro.Y los niños de la calle viven en una especie de comuna solidaria y virtuosa. Utópica. Pero no estoy atacando a Félix B. Caignet, cuyo aporte a la dramaturgia radial es enorme. Desde su visión y sensibilidad, puede que haya hecho más que la mayoría de sus colegas (tuvo los más altos ratings) para tocar problemas humanos y sociales. Lo de Caignet era estremecer los corazones. Lo hizo con los oídos puestos en el clamor y en los mejores sentimientos de las personas a las que iban dirigidos aquellos dramas.

La solución para sus ángeles no podía estar en las novelas ni en las películas. Había que buscarla en transformaciones de fondo.

Josefa Bracero asegura que el investigador Oscar Luis López al morir en 2007 daba los toques finales al libro titulado La radionovela y Félix B. Caignet. Y la revista La Siempreviva publicará en su próxima entrega Félix B. Caignet: su sitio entre los afrocubanistas, de Reynaldo González. Ambos textos podrían contribuir a una revalorización definitiva del autor de El derecho de nacer y Ángeles de la calle.

Félix B. Caignet falleció en La Habana el 25 de mayo de 1976.

Cada vez que constato la repercusión que tuvo la obra de este escritor y compositor me pregunto si ya no es hora de que un premio radial o una instittución cultural de nuestro país lleven su nombre.

lunes, 22 de diciembre de 2008


Cines de medianoche
Por: Lázaro Sarmiento

Hasta hace pocos años, los cines Payret y Yara de La Habana ofrecieron funciones a las doce de la noche. Fueron los s últimos. Las proyecciones en este horario se habían iniciado de forma regular en la capital cubana en el cine Cuatro Caminos en los inicios de la década de 1940.

Hubo una época en que la presentación de películas en la medianoche solo estaba relacionada con temas “escabrosos”, según el término empleado por los censores de los años treinta, o de nudismo y evidente contenido sexual.

Como los viejos cines de barrio constituyen uno de los temas de este blog, me resultan muy valiosos los datos divulgados en el libro La tienda negra. El cine en Cuba (1897-1990). Su autora María Eulalia Douglas incluye la siguiente referencia correspondiente a noviembre de 1939:

“Por primera vez la Comisión Revisora de Películas aprueba la exhibición, en tandas regulares, de un filme con tema calificado de “escabroso”. Se trata del filme argentino Tributos sexuales, sobre enfermedades venéreas, clasificado como científico-didáctico.


“Se autorizó para mayores de 15 años y se exhibió en los cines Florencia y Favorito. Este tipo de filmes y otros con el tema del nudismo solían exhibirse muy esporádicamente en tandas especiales a las doce de la noche…”


En 1940 el cine Cuatro Caminos se convirtió en el primero de La Habana en ofrecer tandas regulares de medianoche .El espectáculo, de doce a tres de la madrugada, incluía dos películas, noticieros y dibujos animados.

el 31 de diciembre de 1944 los cines Fausto, Alcázar (después Teatro Musical de La Habana) ,Nacional (hoy Gran Teatro), Payret y Campoamor, entre otros, ofrecieron una función extraordinaria a las doce de la medianoche para recibir el año nuevo . La costumbre se extendió en las décadas sucesivas.



Pero todo esto me parece historia antigua.
Ahora la televisión con musicales enlatados y películas de moda ha sustituido a los viejos cines en la última noche del año.


Imágenes:
Derecha Cine teatro Fausto, en Prado, La Habana. Una de las mejores muestras del art deco habanero.
Arriba: Cine Favorito, en Belascoaín, Centro Habana. En la actualidad sede de la compañía de danza de Narciso Medina. Fotos: Lázaro

viernes, 19 de diciembre de 2008


Cines en peligro de extinción
Por: Lázaro Sarmiento

Hay que incluir rápidamente a los cines antiguos que van quedando en el mundo en la Lista Roja del Patrimonio Material de la Nostalgia, como hacen los ecologistas con los rinocerontes, los delfines rosados y los damaliscos de frente blanca. La Habana no escapa de esa geografía urbana de la decadencia. Pero lo más alarmante es que no se trata solo de los más humildes locales entre los viejos cines de barrio. Ya han desaparecido, o van camino de ello, varias salas importantes como Los Ángeles, en Santos Suárez, y el Apolo, en Luyanó.




Esta tarde pasé frente al que fuera popular y alguna vez bien climatizado cine Actualidades (Monserrate, entre Neptuno y Virtudes, Centro Habana). Hace meses que permanece cerrado.

El Actualidades fue inaugurado el 18 de abril de 1906. Desde entonces se había mantenido ininterrumpidamente ofreciendo películas con las excepciones de las temporadas dedicadas a variedades musicales (de 1926 a 1931) y luego cuando fue reconstruido y reinaugurado en 1939.

El Actualidades con su larga historia en la pantalla y en los asientos puede correr la misma suerte que otros viejos cines habaneros como el Astor, el Universal, el Moderno, el Verdún, el Bayamo, el Ideal…

Aún estamos a tiempo de salvar algunos viejos cines.




Imagen: Cines Apolo y Actualidades. Fotógrafo: Lázaro.

domingo, 14 de diciembre de 2008


Erotismo y sexualidad en La Habana.
Por: Lázaro Sarmiento

Hoy fui a buscar erotismo y sexualidad al centro de La Habana. Alguien pudiera expresar que para este propósito no hay que caminar mucho porque esta ciudad parece iluminada siempre por el juego erótico.

El Museo Nacional de Bellas Artes de La Habana está presentando la exposición Erótica. Erotismo y sexualidad en el arte . La muestra permanecerá abierta hasta el 28 de febrero próximo en el edificio de Arte Universal.

La exposición está dedicada al 85 aniversario de Servando Moreno Cabrera (1923-1981), autor de “numerosas series de cuadros de explícito pero a la vez delicado erotismo”. El ensayista Rafael Acosta de Arriba define uno de los rasgos en la obra de este artista de fuerte influencia en la plástica cubana:

“Servando gestó un sincero homo-erotismo a base de la fragmentación del cuerpo y la recreación del juego amoroso-sexual en la que los torsos, las rodillas y el entrelazamiento de los cuerpos ocupaban grandes primeros planos. No tuvo inhibiciones en representar directamente el pene, y la dramaturgia de sus figuras, a veces lánguidas o hieráticas, a veces activas, no daba lugar a dudas al discurso que quiso exhibir en una buena zona de su obra.” (Arte y Erotismo, vasos comunicantes, en Caminos de la mirada. Ediciones Unión, La Habana, 2007)


Arriba: Foto Corpus Fragile. 2002
Autor: Eduardo Hernández (Camagüey 1966)


Izquierda: La trinchera de caña.
Tempera sobre papel. 1976.
Servando Moreno Cabrera

(La Habana, 1923-1981)

viernes, 12 de diciembre de 2008


La belleza de las cosas manoseadas.
Por: Lázaro Sarmiento
Gran Hotel, 100 habitaciones con baño. Así lo anunciaba el cartel que se llevó un ciclón en los años noventa. Gran Hotel, en Teniente Rey entre Dragones y Zulueta, La Habana.
Tal vez sea mejor dejar estas ruinas como están ahora. Pero no estoy seguro de que la gente de los alrededores, los urbanistas y los que toman las decisiones tengan igual opinión.

Contra estas ruinas conspiran la antigua arquitectura mediocre del edificio, el valor actual y futuro del terreno y los conceptos estéticos tradicionales. A su favor trabajan el tiempo y una ingenua aureola vegetal.

“Y existe todo un culto a las ruinas, a las del Imperio Romano, de los edificios, de las viejas iglesias, y tiene ese enorme poder las ruinas. Es algo que ha decidido no luchar más, se ha rendido, no hay que volverlo a pintar, no hay que reconstruirlo”. (Edmundo Desnoes. Revista Cine Cubano, no. 192)

Las inversiones para construir un nuevo hotel detrás de la fachada original del Gran Hotel se han demorado demasiado. En su lugar surgió una vegetación babilónica que se ha extendido por la armazón metálica, cubriendo como telaraña verde lo que queda de las paredes.
“Hay una belleza en las cosas manoseadas, que tienen textura producida por el tiempo”.

Los huéspedes de la República, los traficantes nocturnos, el turista, los recién casados, la pareja fugitiva, quizás no imaginaron en las camas de sus habitaciones que todo edificio contiene, desde los cimientos, como los cuerpos, un derrumbamiento Imagen: Gran Hotel, La Habana. Fotos: Lázaro Sarmiento.

miércoles, 10 de diciembre de 2008

AVENIDA DEL PUERTO.



AVENIDA DEL PUERTO. Imagen desde la lanchita de Regla. A la izquierda el nuevo edificio de la Catedral Ortodoxa Rusa, Avenida del Puerto entre Santa Clara y Sol. La Habana. Foto:Lázaro.10.12.08.

lunes, 8 de diciembre de 2008

Laritza Camacho acusada en LA FARÁNDULA PASA .
Por: Lázaro Sarmiento

Desde hace algunas semanas circula en la Isla la noticia de que la popular locutora y presentadora de la televisión cubana Laritza Camacho asesinó a esposo. Esta tarde conversé con Laritza ya que somos compañeros de trabajo en la misma estación de radio y le dije que trataría el asunto en el blog.

En Radio Ciudad de La Habana, Laritza Camacho escribe y dirige el programa Mientras La Habana duerme (De lunes a viernes entre la una y las tres de la madrugada). Ella es una mujer con diversas inquietudes y proyectos. Su ausencia temporal de los estudios de televisión representa solo una pausa en su quehacer artístico. Ya el pasado domingo los espectadores la vieron en un discreto papel en la nueva serie de Roly Peña Patrulla 444.


La historia en la que se incluye también una presunta hija de Laritza Camacho es falsa de punta a cabo. Fin del cuento.

El desmentido esta acompañando de una foto de Laritza dedicada a sus seguidores en la red. Como este blog no tiene vocación de crónica roja, valga como un guiño memorioso a Don Galaor y su sección de la revista Bohemia LA FARANDULA PASA.
Las uñas de la Emperatriz eran terriblemente largas.
Por: Lázaro Sarmiento

Del Barrio Chino de La Habana me gustan los letreros de caracteres enigmáticos grabados en los edificios de las antiguas sociedades fraternales. Detrás de sus muros, o en la platea del cine Águila de Oro, imagino un mundo teatral de princesas chinas del Trópico con caras blanquísimas como harina. Aunque sus rostros nada tienen que ver con las exuberantes muchachas que en la actualidad sirven el arroz frito en los establecimientos del barrio mientras de fondo suena Daddy Yankee o Gente de Zona.

Cheng-Wah, Loung Kong Ta Tong, Min Chin Tang...

Me gusta ese cálido callejón en una esquina de Zanja, con algo de set de la Paramount atiborrado de restaurantes que ofertan platos de las comidas china y criolla; también pizzas, espaguetis y abundantes dulces cubanos. Pero sobre todo me encantan las historias y el pasado glorioso de nuestra ciudad amarilla.
Ya en el año 1940 Alejo Carpentier sentía nostalgia por la más admirable fábrica de ensueños que pueda imaginarse: el Teatro Chino de La Habana, “que gozaba del privilegio de ser con el de Lima y el de Los Ángeles, uno de los mejores de América en su género.”

Anotaba Carpentier: “El teatro chino es ininteligible para quien desconoce su simbólica admirable…Pero cuando se sabe del sentido de ciertos objetos dotados de historia, todo se hace claro y poético…”
Algo parecido le dijo un día en su mansión del Vedado Dulce María Loynaz a Miguel Barnet: cuando vaya a Pekín y tenga contacto directo con ese país va a comprender mejor muchas claves de la gran cultura china. El autor de Biografía de un cimarrón debió regresar a La Habana fascinado de su recorrido por la Ciudad Prohibida, la Muralla y mil sitios más porque no tardó en publicar sus Poemas Chinos....

“Las uñas de la emperatriz eran terriblemente largas/La emperatriz poseía un jardín de piedras preciosas y grullas amaestradas…”


Fotos: Lázaro. En el Barrio Chino de La Habana.200

lunes, 1 de diciembre de 2008

En la densa oscuridad de la platea.
Por: Lázaro Sarmiento

Se publica en el periódico El Mundo un comentario sobre las cartas enviadas al alcalde de La Habana, Varona Suárez, solicitando se sitúe un inspector en le cine Campoamor, en cuyo local se dice que “se vulnera los principios de la moral pública” aprovechando la densa oscuridad durante las funciones cinematográficas, lo cual ofende a las familias respetables que acuden a dicha funciones. (23 de Febrero de 1917)

La anterior nota la transcribí del libro La tienda negra. El cine en Cuba (1897-1990) , de María Eulalia Douglas (Cinemateca de Cuba, La Habana, 1996). El cine Campoamor al que se hace referencia en las cartas al alcalde no es el que está (o estuvo) en la esquina de Industria y San José (ahora casi en ruinas), sino uno que había frente al Parque Central, inaugurado en 1915 y demolido en 1925. Por cierto, 28 años después se formula una petición parecida:

Algunas entidades y personas solicitan del alcalde de La Habana se suspendan las tandas de las doce de la noche en los cines, alegando que en tales funciones se producen actos atentatorios a la moral, por el tipo de público asistente. La solicitud no es aceptada. (Mayo de 1945)

viernes, 28 de noviembre de 2008

La reina de los cines de La Habana.
Por: Lázaro Sarmiento

La actriz italiana Francesca Bertini (1888-1985) fue la primera de las divas. Era una época en que según Alejo Carpentier, “las estrellas se movían en un mundo propio, silencioso…con algo de peces raros que nadaran tras de los cristales de un acuario...mujeres-sirenas, mujeres-mandrágoras, mujeres-aves, que aullaban tragedias con voces inaudibles, que nos hablaban con labios mudos…” Francesca Bertini reinaba en esa fauna de celuloide.


En mayo de 1916 se proyectó Odette, un filme anodino si no fuese por la actuación de la Bertini, argumentan los críticos de hoy. En una función especial en el Teatro Nacional en La Habana, el público seleccionó a Odette como la película más popular. Se recogieron las firmas de los espectadores en un álbum que le enviaron a la actriz en Italia. En una entrevista posterior ella dijo que guardaba con gratitud el álbum de sus admiradores cubanos.

En septiembre de 1916, se le pregunta al público del cine Payret en que género prefería a Francesca Bertini, si en el dramático o en el cómico. Triunfó el dramático. La intérprete de Assunta Spina era ratificada entre nosotros como la gran trágica.

En la Calzada de Luyanó, en La Habana , todavía esta en pie la fachada del cine Norma, inaugurado en 1910. Ese mismo Francesca Bertini protagonizó la cinta Lucrecia Borgia. Y desde la pantalla del Norma, la primera de las divas debió clavar sus misteriosos ojos negros en los espectadores mientras con labios mudos aullaba tragedias de llantos espantosos.

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