jueves, 12 de marzo de 2009

HABANECIENDO CON BARBARA Y CHANTAL.

Por: Lázaro Sarmiento

En un tiempo fueron Farah María, Annia Linares, Mirta Medina… Y llegaron también las Ana Gabriel, las Rocío Jurado, las Paloma San Basilio... Los travestis que las encarnan lo hacen principalmente en paladares y cabarets modestos y alguna que otra vez en grandes teatros.

Hace unas noches fui al piano bar Habaneciendo invitado por un amigo que es director artístico y prepara por estos días un espectáculo de variedades. El Habaneciendo está en lo que era el segundo balcón del antiguo Radio Cine, luego Jigue, hoy Casa de la Música Habana. Se presentaba Bárbara Grave de Peralta, cantante que comenzó como una revelación de la música campesina y después hizo un giro hacia el pop, la balada y el reguentón. Su actual versatilidad necesita un adecuado asesoramiento que potencie sus posibilidades como intérprete.

El mini show de la Peralta incluyó en su primera parte un bolero, una guajira y un título internacional: La vida en rosa (en francés).Seguidamente anunció a un invitado muy especial , Chantal , un travesti del que , explica , fue la primera persona en asesorarla en imagen.

Durante unos minutos Chantal se adueñó con fuerza del mínimo escenario del Habaneciendo. Dobló canciones de Olga Tañón. El maquillaje perfecto. El traje de lujo. Se mueve como un pulpo cuando ataca. En reposo, copia la gestualidad de una estrella. Los espectadores en su mayoría parejas heterosexuales le tributaron cálidos aplausos. Y en algunas pupilas brilló el morbo que despiertan casi siempre las identidades travestidas.

“El show travesti puede entenderse como una de las estrategias de estos actores sociales para permanecer y sobrevivir. Este tipo de actividad consiste en un espectáculo donde el travesti representa a determinadas cantantes….En el show, el travesti desempeña un papel, instando implícitamente a sus públicos a que tomen en serio la actuación promovida entre ellos, haciendo creer que posee los atributos que ostenta.”


Estoy citando al investigador Abel Sierra Madero (Matanzas, 1976), autor del ensayo histórico social Del otro lado del espejo. La sexualidad en la construcción de la nación cubana (Casa de las Américas, 2006). En opinión de Carlos Monsiváis, este “es uno de esos libros indispensables de la nueva etapa latinoamericana de búsqueda de los prejuicios que tanto impiden las libertades esenciales y que en los espacios del comportamiento sexual y el cultivo de lo singular tanto han postergado el conocimiento de las grandes ventajas de la diversidad”.



Casualmente, unos días antes, había llegado a mis manos ese libro cuyos enfoques recordé mientras disfrutaba la actuación del travesti.

“El espectáculo funciona como una especie de plataforma para el despegue de una ‘carrera’ y ha seducido a casi todos los travestis, aunque la mayoría no ha construido su imagen con la finalidad de pisar un escenario. Muchos travestis luego de varios años de actuar en fiestas, cabarets o paladares, celebran el inicio de sus ‘carreras artísticas’, como usualmente hacen los artistas legitimados por los medios de comunicación”.




Del otro lado del espejo
fue Premio Casa de lasa Américas 2006. Este título de Abel Sierra Madero es esencial para un acercamiento a distintos aspectos del tema de la diversidad sexual en Cuba. Ya en el primer párrafo de la Introducción, el joven antropólogo destaca que mucho se ha escrito sobre la historia de la nación cubana, tanto en la historiografía de la Isla como desde la diáspora; “pero dentro de esa vastísima producción académica e historiográfica, existen numerosas zonas de silencio. Una de esas zonas es, sin duda, el tema de las homosexualidades y los homoerotismos”.

¿Y Chantal? Alguna gente del público premió su actuación colocándole varios billetes en el generoso escote. Luego desapareció en la media luz del pasillo mientras Bárbara Grave de Peralta, ya bien entrada la madrugada, interpretaba la canción Peligrosa.


miércoles, 11 de marzo de 2009


Leo Brouwer: Cultura es saber comprender.


Resulta gráfica, atractiva y actual la noción de cultura ofrecida por el compositor, guitarrista y director de orquesta Leo Brouwer en la entrevista que Pedro de la Hoz le hizo para el libro Como el primer día (Letras Cubanas, 2008). El maestro Brouwer expresa sobre la cultura…



“Es un paisaje infinito, de interrelaciones, abierto a miles de ojos y transmitido por múltiples ventanas. Siento que el país, a cincuenta años de la Revolución, está haciendo un esfuerzo enorme por potenciar la creatividad, que no es sólo hacer artistas sino enseñar a disfrutar el arte. Pero insisto: La cultura cubana es Martí, es Carpentier y sus novelas, Guillén y su poesía; es Lam y Ponce, es Nelson Domínguez y Ernesto Rancaño, y es Chucho y Formell, la rumba y la manera de caminar de los cubanos. Es información procesada, decantada. No simplemente información. No lo que la televisión, aquí o allá, nos muestra. No las cápsulas sumarias de los medios digitales. Cultura es saber comprender”.

En una ocasión anterior, Leo había dicho: “Aunque mis pies hayan estado rodando por el mundo mi pensamiento está nutrido de la cultura cubana”. Este es un mes de homenajes para el artista de la Isla que la crítica especializada considera como uno de los mejores músicos del mundo y el mejor compositor vivo para guitarra. El pasado 1ro de marzo, Leo Brouwer cumplió 70 años de edad.










Martí ,acrílico s/ madera, 2008. Autor Ernesto Rancaño (Cuba)

martes, 10 de marzo de 2009

Glamour.
Por: Lázaro Sarmiento

La muchacha ignora el significado de la palabra. La madre le dice que lo busque en Internet. Con resignación asume el hecho de que su hija nunca tendrá glamour.

Glamour.
1. m. Encanto sensual que fascina. (Real Academia Española © Todos los derechos reservados)



“Glamour, dijo el cineasta Josef Von Sternberg, es el resultado de los claroscuros, el juego de las luces sobre el paisaje del rostro, el uso de lo circundante a través de la composición, a través del aura del cabello y la creación de sombras misteriosas en los ojos”. (Carlos Monsivais)





“Ava Gardner no fue una actriz –cualquier mujer puede serlo si se empeña-, sino una estrella. Parecía, no la belleza que pasa, sino la belleza detenida para que podamos verla veinticuatro veces cada segundo, lo que dura una eternidad en el cine.” (Guillermo Cabrera Infante)


“Glamour. Fue la palabra que, sin conocerla, vino a poner luces en mi vida”. (Terenci Moix)

“Entre todas las actrices suecas ninguna, ni siquiera Ingrid Bergman, se acerca a Greta Garbo en esa combinación de belleza y misterio”. (Guillermo Cabrera Infante)


domingo, 8 de marzo de 2009

Nacidas para iconos.
Por: Lázaro Sarmiento

Iconos. Para usar un término cuya pronunciación está de moda decir de dos maneras, los rostros de las actrices de Lucía son iconos del cine cubano de la Revolución. Rotundos y familiares durante más de cuarenta años. A esa visualidad histórica ha contribuido el cartel que Raúl Martínez diseñó en 1968 para el estreno de esta cinta del ICAIC.

Humberto Solás caminaba desde el Parque Central de La Habana hasta su casa y en el trayecto le sobrevino a la mente de manera muy borrosa una película de tres cuentos, con tres personajes.Luego, a la caída de la tarde, sentado en un sillón, comenzó a ver con más claridad la película, tal como un milagro, una revelación .

En el documental Memorias de Lucía (2003), Humberto Solás le contó al cineasta Carlos Barba: “Yo sí tenía el casting en la mente. Sabía que Raquel Revuelta iba a ser la protagonista del primer cuento. Eslinda Nuñez la del segundo y Adela Legrá la del tercero. Si es cierto que existe el destino y podemos desarrollar una voluntad determinista, creo que tanto ellas como yo nacimos parea hacer esta película…”

El pintor y diseñador Raúl Martínez, autor del cartel de Lucía, nació en Ciego de Ávila en 1927 y murió en La Habana en 1995. Maestro de la plástica cubana, está considerado “un creador del arte nuevo para los tiempos nuevos”. Fue la figura cubana más importante del Pop Art. Premio Nacional de Artes Plásticas 1995 , otorgado por primera vez.


Gómez en los pisos de La Habana.

Estas letras G y M probablemente sean las iniciales de mayor tamaño dibujadas en los pisos de edificios y aceras de La Habana: Manzana de Gómez. Las fachadas del enorme inmueble de oficinas y establecimientos comerciales limitan con Neptuno, San Rafael, Monserrate y Zulueta, frente al Parque Central. Se construyó aproximadamente entre 1916 y 1918. Fue una de las más grandes obras levantadas en su época. Las letras en el piso de granito corresponden a las iniciales de su propietario: la Familia Gómez Mena.

Del libro 1898:1921: La transformación de La Habana a través de la arquitectura (Letras Cubanas, La Habana, 1993), de la historiadora del arte Lilian Llanes, tomé los
siguientes datos:

-La Manzana de Gómez era una especie de Bolsa donde se ofrecían valores de todas clases, que pertenecía a la extensa familia Gómez Mena: María Luisa, Alfonso, Andrés y José, hijos de su fundador, Andrés Gómez Mena.

-No se conoce la fecha exacta en que se inició su construcción, pero ya en 1917 se había construido el cuerpo del edificio y en 1919 estaba terminado en su totalidad. Se empleó la técnica del hormigón armado.

-Tenía unos 570 departamentos y 8 elevadores.

-Se anunció en la época que el costo del edificio no bajaría de un millón y medio de pesos y que albergaría una población flotante de veinticinco mil personas diarias.

En las últimas décadas, miles de cubanos han estudiado en la Manzana de Gómez ya que muchas de las antiguas oficinas se adaptaron como aulas para distintos tipos de enseñanza.
Fotos: Alfredo Zamora. 07.03.09
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