“Todos los estereotipos son incómodos, ¿no? Cuando me preguntan qué es la cubanidad, no sé responder. Sólo lo sé cuando no me preguntan. Como San Agustín con el tiempo. Y por lo general sé un poco de cubanidad por negación. Quiero decir, sé que no soy francés, catalán ni boliviano. Me gusta, por ejemplo, mirar descaradamente al otro, algo que en Barcelona puede ser de mal gusto. Y en Nueva York algo peligroso. Por supuesto, me molesta que digan que somos un pueblo muy alegre y con un gran sentido del humor. Le encanta el choteo y quizá s sea bastante irresponsable, pero de ahí al sentido del humor hay un enorme trecho de verdad. Creo que tras la máscara de ‘lo gracioso qué somos’ existe una gran solemnidad. Observen qué en serio nos tomamos, cómo nos creemos el centro del mundo. El tono enfático y grave de nuestros políticos, desde Martí hasta hoy. Cuando estoy en una fiesta y digo que soy cubano, por poner otro ejemplo, todo el mundo me pide que baile. Y no sé bailar. Es el momento de la vida en que más envidio a Carlos Acosta. Una vez Abelardo Estorino respondió: ‘Soy cubano, no tengo nada que explicar’. Yo nací en La Habana, soy habanero, de manera que no es algo que experimente. Es algo que los demás experimentan por mí. Es algo de lo que se percatan los otros. No sé muy bien qué es ser cubano. ¿Será que me gusta mucho Ñico Membiela? ¿O tal vez que odio el calor? ¿Y qué disfruto mucho los dulces muy dulces?”
La entrevista titulada Nombrar a Abilio Estévez fue realizada por Elizabeth Mirabal y Carlos Velazco. Ambos obtuvieron en el 2007 el Premio nacional de Periodismo cultural Rubén Martínez Villena, otorgado por la Asociación Hermanos Saìz .
Fotografía de Alfredo Zamora: Fiesta en Bayamo. Cubanidad estereotipos Abilio Estévez Revolución y Cultura cubano La Habana habanero Tuyo es el reino
¡Ah, Lázaro, los estereotipos de 'ser cubano'...! Me molestan mucho, sobre todo cuando precisamente nos quieren 'encasillar' como un pueblo que nada lo toma en serio y que siempre está en la 'changuita'. Tango fama de pesado por mis respuestas tanto a 'conocidos' como a periodistas latinoamericanos que se han acercado a mí con algún tipo de imitación de la supuesta 'chabacanería' cubana y los he 'parado en seco': "¿Usted me conoce a mí para pensar y sobre todo inferir que yo soy de esa manera?". Eso generalmente los desarma y se congela la risa estúpida y forzada en sus rostros ruborizados y perplejos. Eso sobre todo con los mexicanos, centroamericanos y argentinos... No sé por qué. A veces, para joderlos, hago yo estereotipos de sus respectivos pueblos y entonces son ellos los que no lo encuentran 'gracioso' para nada... Y no es que no sea divertido o 'chabacano' cuando hay que serlo. Los que me conocen de cerca y en la intimidad saben que tengo el vocabulario y el genio de un camionero interprovincial con hemorroides, pero en público, entre extraños sobre todo, trato de poner el nombre de Cuba un poco más alto que las tendederas al sol del reparto Vieja Linda. Abrazos
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