Lorca en un “antro maravilloso” de La Habana.
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Lázaro SarmientoFederico García Lorca llegó a La Habana el viernes 7 de marzo de 1930, a bordo del vapor Cuba, procedente de Nueva York. Permaneció en la Isla hasta el jueves 12 de junio del propio año en que, impregnado del aroma del Trópico, partió hacia España en el buque Manuel Arnús.
Sobre la estancia del poeta entre nosotros, la historiadora y periodista Nydia Sarabia en el libro
Días cubanos de Lorca destaca:
“Fue un visitador constante de todos los medios cubanos, desde los cenáculos literarios y artísticos, hasta los barrios pobres y humildes y también de la gente anónima del pueblo...Lorca encontró en Cuba el sentimiento solidario como ser humano por su exquisita sensibilidad, y por ser un verdadero creador de imágenes”.
El poeta granadino estuvo en varias localidades del país: Sagua la Grande, Pinar del Río, Caimito del Guayabal, Varadero, Cienfuegos, Santiago de Cuba (¡
Oh bovino frescor de cañaveral¡/¡Oh Cuba, oh curva de suspiro y barro¡/¡Iré a Santiago.…En La Habana recorrió numerosos barrios y calles. El Teatro Alhambra con sus personajes-símbolos de la vida nacional y su abanico de música popular no podía faltar entre las atracciones de Lorca en la capital.
La estudiosa Nydia Sarabia en su ya citado libro incluye los testimonios del musicólogo mexicano Adolfo Salazar y del poeta guatemalteco Luis Cardoza y Aragón sobre las visitas de Lorca al Alhambra, un teatro solo para hombres que estaba en la esquina de las calles Consulado y Virtudes:
“Más tarde, el teatro Alhambra hacia sus delicias, y el gallego, el negrito, el militar, el guajiro y la criolla habían pasado a ser gentes de su intimidad, a quienes contaba sus proyectos de teatro surrealista, como
El público, donde aparecen caballos en escena y hay una lluvia de guantes.
‘- Es una supervivencia del teatro dell “arte” me decía. Y sugería a los cómicos argumentos de ‘relajo’ ”. (Adolfo Salazar) (1)
”El Alhambra creó algunos personajes como el gallego, el negrito, la mulata, el guajiro, el policía, el maricón. Teatro político, de sátira violenta y crudísima, con ademanes y movinmientos del cuerpo sin ambages. Comentaban situaciones odiosas, estafas del gobierno, con pérfido júbilo y sentimiento de lo grotesco. Fui varias veces con García Lorca, alguna vez con Waldo Frank. Asistir al Alhambra era desprestigiarse; nadie ‘respetable’ ponía los pies en el antro maravilloso.”(Luis Cardoza y Aragón). (2)
Días cubanos de Lorca (Editorial Cultura Popular, La Habana, 2007), de Nydia Sarabia, constituye una fina y valiosa investigación sobre el viaje del gran poeta a la Mayor de las Antillas. Fue una estancia que Federico disfrutó tanto que luego diría que si alguna vez se perdía, lo encontrarían en Andalucía o en Cuba.
A la izquierda, placa colocada por la Oficina del Historiador de la Ciudad en la fachada del restaurante Dos Hermanos, en la Avenida del Puerto de La Habana. La lámina deja constancia de que Federico García Lorca, Alejo Carpentier, Enrique Serpa, Marlon Blando, Errol Flynn y Ernest Hemingway, entre otros artistas , levantaron sus copias en este establecimiento por la amistad y la alegría de vivir.
(1) Adolfo Salazar. In Memoriam. Federico en La Habana, Carteles, 23 de agosto de 1938 .
(2) Luis Cardoza y Aragón. El río. Novelas de de caballería. Fondo de Cultura Económica, México, 1986 .
El Teatro Alhambra en La Habana abrió sus puertas en 1890. El novelista Alejo Carpentier apuntó en una ocasión que “con todos sus defectos, con todas las vulgaridades –verdaderas o supuestas- , que se quiera atribuirle, este teatro constituye un admirable refugio del criollismo”. El Teatro Alhambra se derrumbó el 18 de febrero de 1935. En el lugar se construyó el Teatro Alkazar, (1 700 butacas) nombrado luego Teatro Musical de La Habana. Permanece cerrado por reparación desde hace años.
Imagen de abajo: La esquina de Consulado y Virtudes, Centro Habana, en la actualidad. Aquí estaba el legendario Teatro Alhambra(
Foto: Lázaro Sarmiento.26.03.09)