viernes, 17 de julio de 2009
COSTUMBRES URBANAS EN EXTINCION: CINES DE BARRIO.
Por: Lázaro Sarmiento
A veces imagino que los ejecutivos que administran los cines de barrio que quedan en La Habana le tienen muy poco amor al cine. Pero…solo son malos pensamientos.
Hoy pasé frente a El Mégano, antiguo Capri. Cerrado. Estuvo abierto hasta hace unos días. Un empleado que cuida la instalación ubicada a varios pasos de una de las esquinas del Capitolio Nacional dice que hay otros planes para este cine. Una tercera persona que escuchaba la conversación acota que El Mégano lo cerraron debido al público que acudía a las funciones.
Creo que argumentos como la actitud del público en la platea, o el reducido número de espectadores, o la falta de recursos, constituyen en muchos casos pretextos que encubren indolencia, desinterés y falta de imaginación en algunos funcionarios para mantener una programación que contribuya a la recreación y animación cultural del barrio.
Estos locales no pertenecen al Instituto de Arte e Industria Cinematográficos, ICAIC. Desde 1976 los cines de barrio los controla una entidad a nivel provincial.
Una inteligente selección de películas y la combinación de proyecciones de filmes con espectáculos de variedades, junto a la limpieza y la caracterización adecuadas de las salas, pudieran salvar los pocos cines de barrio que quedan en La Habana. Algunos con más méritos que otros. Por ejemplo, se decía que el Actualidades era el cine más antiguo de América Latina en mantener de forma continua la proyección de filmes.Casi un museo de costumbres urbanas.
La experiencia demuestra que cada vez que se cierra uno de estos locales difícilmente vuelva a abrirse. Así sucedió con el Actualidades, Pionero, Apolo, Rex, Duplex, Moderno, Atlas, Martha, Luyanó, Negrete, Cuatro Caminos (¿alguien se acuerda?) Bayamo, Nuevo Continental, Reina, Universal, Finlay y...la lista es numerosa y junto a los del barrio aparecen también cines que eran de “estreno”. Ahora pudiera añadirse El Megano, en Industria esquina a San José. THE END
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jueves, 16 de julio de 2009
LA FELICIDAD EN HISTORIA DE MI VIDA.
Por: Lázaro Sarmiento
Se abusa de la palabra felicidad. Se promociona como si fuese un anuncio en las marquesinas de los teatros. Desconfío de esa manipulación. Prefiero a la gente cuando cuenta sus experiencias con la felicidad. Por eso me gusta la descripción que hizo Charles Chaplin al final de su Historia de mi vida (tres ediciones en Cuba: 1967, 1969 y 1974)
“Schopenhauer ha dicho que la felicidad es un estado negativo, pero no estoy de acuerdo con él. Durante los últimos veinte años he sabido lo que es la felicidad. Tengo la suerte de estar casado con una esposa maravillosa: me gustaría decir algo más sobre esto, pero lleva implícito el amor, y el amor perfecto es el más bello de todos los desengaños, porque representa más de lo que uno puede expresar…A medida que convivo con Oona, la profundidad y la belleza de su carácter son una continua revelación para mi. Hasta cuando camina delante por las estrechas aceras de Vevey con su sencilla dignidad, erguida su linda figurita, con un pelo oscuro peinado hacia atrás, en el que se ven unas hebras de plata, me invade una repentina oleada de amor y de admiración por todo lo que ella es, y se me hace un nudo en la garganta.
Con esta felicidad me siento a veces en nuestra terraza, a la puesta del sol, y contemplo la amplia pradera verde, con el lago a lo lejos, y más allá del lago veo las tranquilizadoras montañas, y en esta disposición de ánimo no pienso en nada, y gozo de su magnífica serenidad.” (THE END)
Siempre he recordado esta imagen de Chaplin sobre la sensación de felicidad. También me gusta evocar a Borges cuando afirmaba que tenemos el deber de ser felices, no solo por nosotros mismos, sino por las demás personas.
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martes, 14 de julio de 2009
OTROS MUNDOS: RECUERDOS DE LA VEDETTE
Dicen que hace años uno de sus admiradores rompió los cristales de un teatro para robarse una foto donde ella lucía deslumbrante en su mejor época. El protagonista de este arrebato de idolatría tuvo que cumplir una sentencia en la cárcel y en la celda colocó la imagen de la vedette como la de una santa glamorosa. Durante décadas Rosita Fornés fue en Cuba la estrella más mimada y televisada (y también cuestionada). En la foto, un ángulo del estudio de su casa en el reparto Siboney, al oeste de La Habana.
OTROS MUNDOS: ENERGIA EN LA HABITACION
Una compañera de trabajo afirma que hay regueros que constituyen señales de vida y energía. En la habitación de este escritor amigo mío podría ocurrir en cualquier momento una enorme explosión energética. Él acumula cerca de su cama numerosos objetos, principalmente libros y revistas, en fértil reguero. Y así en toda la casa.
Fotos: Lázaro Sarmiento
OTROS MUNDOS: NIOVIS
En una vieja casa de Centro Habana, Niovis adora a sus artistas favoritos de la pantalla: María Félix y Jorge Negrete. Ella misma, a los 79 años de edad, no pierde las esperanzas de llegar al cine. Sueña con ser descubierta por un productor europeo. Mientras tanto, aprovecha el tiempo: después de graduarse el pasado año en la Cátedra del Adulto Mayor de la Universidad de La Hababa, ahora estudia idioma inglés.
Fotos: Lázaro Sarmiento
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