jueves, 5 de marzo de 2009

BESOS DE PARED. BESOS ROBADOS. BESOS CUBANOS.

Por: Lázaro Sarmiento

Besos robados es mi afiche favorito. Lo diseñó el artista René Azcuy en 1970. Ese año se estrenó en La Habana la película Besos robados, del director francés Francois Truffaut. El ICAIC le encargó a Azcuy un cartel de promoción que atrajera al público a las numerosas salas de proyección que entonces existían. Besos robados se expuso en las fachadas y en los vestíbulos de cine y en estructuras para afiches que había en calles y avenidas. Pasó a ilustrar almanaques, marcadores y postales. Y más aún, conquistó un espacio en las paredes de los hogares cubanos.

Besos robados constituye hoy un exponente magnífico del boom de la cartelística cubana de las primeras décadas de la Revolución cuyos fulgores abarcaron el afiche cinematográfico, cultural y político.


Desde hace cinco años tengo una copia que ha recorrido un itinerario impredecible dentro del pequeño apartamento donde vivo. Primero, lo coloqué en la sala, luego en el dormitorio y, por último, quise realzar una de las paredes del baño convencido de que esta área también puede mostrar glamorosos mensajes estéticos. En los tres escenarios provoca un intercambio cómplice entre el ojo que mira y esos labios pintados de una forma exagerada y lúdica. Y el olor que a veces se desprende de esa mancha roja dependen del morbo individual de quien los observa .

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