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miércoles, 29 de julio de 2009

NO PUDE ROBARME MEDIO SIGLO DE MEMORIA.


Por: Lázaro Sarmiento

Durante un festival de la radio en la ciudad de Santa Clara, fui a una casa donde estaban vendiendo un viejo radio de caja de madera. Siempre he sentido fascinación por estos aparatos. Pienso que La Habana tendría que tener un museo de modelos antiguos en homenaje a la época en que fuimos una suerte de Olimpo radiofónico en América Latina .Cuando entré a la casa, el radio en venta estaba encendido. En el portal comedor, junto al patio interior repleto de plantas verdísimas, un grupo de personas muy adultas se deleitaba con un programa de alta audiencia en las noches: Alegrías de sobremesa, de Radio Progreso. Una mujer más joven que los demás, y que debía ser el pilar de energía en el seno familiar, me contó que aquel equipo fue uno de los regalos recibidos por los abuelos en su boda (uno debió ser el anciano que desde un sillón de ruedas parecía escuchar voces de otros mundos). Al regresar de la luna de miel, la pareja quedó cautivada por la adaptación que la radio cubana hizo de de Cumbres borrascosas ; después las hijas vivieron sus primeros amores inocentes mientras imitaban a las protagonistas de La novela del aire, y cuando a aquellas les nacieron los hijos le pusieron los nombres de los galanes de las dramatizaciones ; con el oído muy cerca de la bocina, todo el clan familiar había estado atento a los mensajes de la radio rebelde originados en la Sierra Maestra ; desde décadas atrás los varones de la casa vibraban con las transmisiones beisboleras , y ninguno de los adolescentes se había perdido en los años sesenta ni uno solo de los capítulos de La flecha de cobre, aventuras al mediodía en la antena de Radio Liberación. Habían sido felices con ese aparato de válvulas al que le debían risas y lágrimas. Sin olvidar los danzones de Barbarito Diez al caer la tarde y las buenas y malas noticias del amanecer junto a la taza de café. Por último, la mujer desvió la mirada hacia una oquedad y con humilde dignidad dijo:
- Si no fuera por la situación económica que estamos atravesando nunca hubiéramos pensado en venderlo.
Fue un fogonazo. Descubrí que yo no podía comprar el radio ni por el mejor precio del mundo. Hubiera sido como robarle a esa familia un pedazo de su memoria..


Foto: Teresa Gómez (locutora), Lázaro Sarmiento, al centro (director), y Diego Ubieta (realizador). Programa Fuera de Serie, Radio COCO, 1990.



Entradas relacionadas:
Radio y literatura.

miércoles, 4 de marzo de 2009

La radio cubana en la máquina del tiempo.
Por: Lázaro Sarmiento

Hoy compré dos viejos números de la revista Bohemia. El primero es del 25 de junio de 1965. En la sección Esta semana, la célebre publicación promociona dos programas radiales de la época: Biblioteca Popular, bajo la dirección de Luis Manuel Martínez Casado (Domingo, 9:30p.m por CMQ-Radio) y Teatro Lírico (De Doña Mariquita a South Pacific) dirigido por Orlando Martínez, por CMBF-Radio Musical Nacional. Domingo, 9 p.m. Dos programas de lujo en la noche dominical para los oyentes de toda la Isla. Recordemos que la CMQ luego pasó a denominarse Radio Liberación hasta fusionarse, finalmente, con la actual Radio Rebelde.



El otro número es del 8 de agosto de 1986. En la sección Qué se oye, Bohemia reflejaba la reposición por esos días en Radio Progreso de Médico de guardia, a las 10 y 45 a.m. Esta novela de María Caridad González y dirigida por Moraima Osa (fallecida en La Habana hace unas semanas) ya se había transmitido por la misma emisora en 1970. Médico de guardia tuvo un elenco de lujo en su segunda salida al aire: Odalys Fuentes, Julio Alberto Casanova, Teresita Rúa, Frank Negro y Fela Jar. En la actualidad, Radio Progreso sigue siendo un baluarte de la novela radial.


Con tres actrices de “la novela del aire” en el Festival Nacional de la Radio en Holguín, en el año 2004: Obelia Blanco, Odalys Fuentes ( protagonista de Médico de Guardia en 1986) y Raquel González.

viernes, 23 de enero de 2009

MUJERES DE TEATRO.

Protagonistas: María de los Ángeles Santana y Rosita Fornés. Vivo a cien metros del lugar donde se tomó esta fotografía. Sin embargo, llegó a mi computadora a través de internet desde otra computadora en San Francisco, California. La imagen pertenece a Días como hoy , un dramatizado especial que se grabó hace algunos meses en Radio Progreso en La Habana . Es un lujazo histórico de la “Onda de la alegría” ya que difícilmente exista otro registro radiofónico que recoja la actuación conjunta de estas dos figuras legendarias de la escena en Cuba.

Hoy estuve consultando nuevamente el libro Yo seré la tentación. María de los Ángeles Santana. (Editorial Plaza Mayor, Puerto Rico, 2004). Cada vez que abro este impresionante testimonio no encuentro adjetivos suficientes para admirar la obra de su autor Ramón C. Fajardo Estrada (La Habana, 1951). Creo que en nuestro país solo existe, en esta temática, un libro parecido por su documentación, organización de la información y excelente redacción: Rita Montaner. Testimonio de una época (Premio Casa de las Américas 1997) !Y el autor es el propio Fajardo¡ , quien es también director de programas en Radio Habana Cuba.

En el primero de los títulos citados, Fajardo se refiere a las principales actrices cubanas de todos los tiempos, cuya relación "encabeza Luisa Martínez Casado en el siglo XIX y se amplia en la centuria siguiente con los nombres de Enriqueta Sierra, Raquel Revuelta, Lilia Lazo, Minin Bujones, Rosita Fornés, Adela Escarpín, Nena Acevedo, Ofelia González, Violeta Casals, Rosa Felipe, Ernestina Linares…” La relación incluye, por supuesto, a María de los Angeles Santana.

domingo, 30 de noviembre de 2008

Ciencia ficción: lo posible bajo ciertas circunstancias.
Por: Lázaro Sarmiento

Mi primera relación con la ciencia ficción fue a través de una adaptación de Fahrenheit 451 que en 1968 transmitía Radio Progreso al mediodía y que yo escuchaba antes de ir a la escuela.

Pero en la época en que la radio cubana difundía la obra de Ray Bradbury yo no tenía claro lo que era la ciencia ficción, género que se mezcla con lo fantástico. Sobre esta literatura, el escritor norteamericano Philip Kindred Dick expresa que resulta imposible separar la fantasía de la ciencia ficción:

“… y una rápida reflexión nos lo demostrará. Fijémonos en los personajes dotados de poderes paranormales; fijémonos en los mutantes que Ted Sturgeon plasma en su maravilloso Más que humano. Si el lector cree que tales mutantes pueden existir, considerará la novela de Sturgeon como ciencia ficción. Si, al contrario, opina que los mutantes, como los brujos y los ladrones, son criaturas imaginarias, leerá una novela de fantasía. La fantasía trata de aquello que la opinión general considera imposible; la ciencia ficción trata de aquello que la opinión general considera posible bajo determinadas circunstancias.”

Según Philip Kindred Dick la dificultad está en saber objetivamente lo que autor y lector consideran posible y lo que no lo es.

Para profundizar en el tema existe el magnífico libro Sobre la ciencia ficción de Isaac Asimov (Editorial Sudamericana, Buenos Aires, 1999). Ya en las primeras páginas el legendario novelista y ensayista comenta que “uno de los juegos favoritos de los amantes de la ciencia ficción consiste simplemente en tratar de definir qué es la ciencia ficción, y cómo se le puede diferenciar de la literatura fantástica”.

Miguel L. Romero publica en blogurbania.com el artículo 32 novelas de ciencia ficción que deberías leer. En los cinco primeros lugares ubica estos títulos: Fundación, de Isaac Asimov; La máquina del tiempo (The time machine), de H. G. Wells; ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? (¿Do androids dream of electric sheep?), de Philip K Dick; Rebelión en la Granja (Animal Farm), de George Orwell, y La guerra de los mundos (The War of the Worlds), de H. G. Wells. (Ver en http://www.blogurbania.com/)

Mi entrañable Fahrenheit 451 aparece en el puesto 27 de esta lista.

ecoestadistica.com