domingo, 23 de marzo de 2008

DIALOGAR HASTA CON LOS INCÓMODOS.


Por: Lázaro Sarmiento

Ya sea en una pared, una nube o en una piedra de hielo los jóvenes artistas quieren más escenarios para exponer sus creaciones. Piden mayores espacios en televisión, galerías, editoriales, radios, teatros y publicaciones.

En todas las épocas se ha hablado de los jóvenes creadores con grandes expectativas. Una buena parte de los que integraron en 1986 la primera Asociación Hermanos Saíz, hoy son artistas maduros con trayectorias reconocidas y con aportes a la cultura del país.

Ahora en 2008, como sucedía hace más de veinte años, los jóvenes talentos siguen siendo foco de inquietudes y portadores de no pocos reclamos. Sin embargo, muchas cosas cambiaron entre ambas fechas. Para comprender esos cambios hay que emplear con abundancia los verbos dialogar y escuchar. En esto existe en la actualidad un evidente consenso entre “los líderes de opinión” de las distintas generaciones.

Ahora voy a lo que quiero destacar:

“Nuestro papel no es interpretar lo que los asociados quieren, sino escucharlos, dialogar con ellos —hasta con los ‘incómodos’— porque cuando no se atiende a los artistas buscan otros caminos, y se cae en el descrédito total”. Esto dijo Luis Morlote Rivas, presidente de la Asociación Hermanos Saíz durante el Consejo Nacional de esa organización recién celebrado en La Habana.

“La organización será más fuerte allí donde las decisiones sean más colectivas y menos unipersonales. Hay que hacer más plural la participación.

“A veces nos encontramos haciendo las funciones de las instituciones culturales en lugar de ser su contrapartida. Y en el peor de los casos no sabemos qué hacen nuestros artistas ni cuáles son sus inquietudes, porque nos convertimos en líderes de producción de espectáculos en vez de líderes de pensamiento.

“Nuestra tarea es atender a nuestros creadores, articular esa masa, hacerla tangible, presente, sin dejar de ser conciencia crítica ante lo mal hecho, la seudocultura y la banalidad”.

El reporte del diario Juventud Rebelde (20.03.2008) del que tomé los entrecomillados subraya que Morlote recordó que la misión de la Asociación, su objeto social, no ha cambiado: promocionar el arte joven, pero hacer una promoción de nuevo tipo, porque “hoy son otras las circunstancias, otros los tiempos”.

Promocionar el arte joven, como lo conciben sus protagonistas, constituye un desafío para la Asociación Hermanos Saíz en este mundo más complejo que hace dos décadas. Un por ciento significativo de esa complejidad pasa -entre otros factores- por los jóvenes y sus referentes ideológicos, la democratización de los medios y las nuevas tecnologías de la información.

Los jóvenes siempre piensan que tiene la razón. Y en no pocos casos la poseen. Pero ¿cómo negociar cuando sucede lo contrario? Algunas de las respuestas que piden los jóvenes creadores están fuera de la Asociación .Las instituciones también tienen mucho que escuchar y dialogar. Y si estas ecuaciones parecen tan sencillas ¿dónde comienzan los malentendidos y las insatisfacciones?

Resulta fascinante pensar que lo sencillo es más complejo que su apariencia. Estoy convencido de que a los jóvenes artistas en Cuba y a sus líderes de opinión les sobra la imaginación para dialogar y escuchar. Y para decirlo con otra expresión de moda: ya eso constituye una fortaleza.

Imagen: Proyecto de sede de la AHS। Calle 25, El Vedado. 1990.

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