domingo, 12 de junio de 2011

LAS CAFETERAS DEL EMPERADOR MING.

Por: Lázaro Sarmiento


Mi recuerdo más antiguo de La Habana tiene que ver con tazas de café.

Dormí con mi papá y un tío en una casa de huéspedes de la calle Neptuno. Después de esta primera noche en la gran ciudad me llevaron a desayunar a una cafetería en la esquina de San Rafael y Águila, frente a la tienda Roseland. Quedé fascinado por el movimiento casi sincrónico de grupos de hombres y mujeres cuyas manos y brazos acercaban con deleite hacia sus labios las blanquísimas tazas con el vivificante líquido , expulsado instantes antes del interior de unas cafeteras enormes y niqueladas que parecían diseñadas para la escenografía del planeta Mongo.

Yo estaba hipnotizado por ese ritual urbano alrededor de hileras de tazas de café. Eran llenadas con robótica rapidez por empleados muy pulcros y consumidas con elegante lentitud (pero con prisa latente) por los habaneros antes de partir a sus oficios y deberes. Ese ritmo de camareros y parroquianos, relacionado con sabores, rutas de guaguas y camisas planchadas, desaparecería con el tiempo. Luego, la evolución tecnológica extinguiría aquellas cafeteras, artefactos fabulosos en el territorio de mi infancia.

Los recuerdos de ese primer día en La Habana, la gente como hormigas desplazándose hacia sus destinos, la decoración de las vidrieras de Fin de siglo, y los vendedores de periódicos voceando las leyes del Gobierno Revolucionario, están envueltos en el vapor que salía de las cafeteras del emperador Ming.






viernes, 25 de marzo de 2011

EL ATLAS CHECO

Por: Lázaro Sarmiento


Mi biblioteca privada se ha multiplicado muchas veces desde los tiempos en que, niño, descubrí una librería de viejo frente al cine Moderno, en Luyanó. También compraba libros en una carretilla que colocaban en la entrada de La Benéfica, el hospital familiar de la Calzada de Concha. Entre los títulos más antiguos que conservo de esa época sobresale el Atlas geográfico Mundial de Bolsillo (Checoslovaquia, 1963).


Mis dedos seguían expectantes las rutas trasatlánticas dibujadas en sus océanos de papel. Detrás de esas líneas que marcaban las distancias en millas, había historias y gentes con vidas interesantes a bordo de embarcaciones y nostalgias ancladas en lejanos puertos: Nueva York - Río de Janeiro 8 807. Canal de Panamá- Londres: 8796. Por la calidad de la impresión, el color y los detalles, este atlas pudiera competir con sus similares de la actualidad. Pero las fronteras del planeta cambiaron desde 1963. Surgieron nuevos países. Otros desaparecieron. Se derrumbaron muros. Se levantaron otros. Ahora la gente emplea Google Maps, Google Earth y los GPS. El Atlas checo se puso viejo.


Un amigo me dice que los antiguos mapas impresos en Praga no han envejecido. Lo que sucede es que el mundo se ha rejuvenecido. Finjo que tiene razón.


sábado, 5 de marzo de 2011

EL PODER DE LOS COLLARES DE SANTERIA.




Desconozco la razón por la que siempre he sentido atracción por los collares de santería vistos en los cuellos de los demás. Como no practico las creencias que simbolizan, cuando en el juego de los cuerpos he rozado algún collar lo he interpretado como una alabanza a las diferencias que se diluyen en las aguas de ese río eléctrico que corre entre dos personas que se gustan. En un artículo de Orlando Corrons,investigador de sistemas religiosos de origen africano, publicado en la revista Catauro de la Fundación Fernando Ortiz, en La Habana, encuentro expresados los motivos por las cuales tantas personas confían en los collares de santería:

"Por lo tanto, los collares viven, son representación o distintivo dentro del ritual o culto a los orishas, sea esta religión lucumí, arará, palo monte o haitiana.

"Los collares para algunos creyentes son un adorno, pero también constituyen una forma de identificarse con otros religiosos, pero para otros es algo más por la razón que en ellos se encuentran atributos, fuerzas o poderes (ashé) de los orishas africanos.

“Quien los use será resguardado contra cualquier dificultad, resolviéndola o atenuándola, como en accidentes, adversidades, enfermedades, curaciones, aquietar a alguna persona díscola o violenta, ofreciéndole estabilidad, uniendo a dos personas , apartar las malas influencias, impidiendo que alguna desgracia lo alcance, alertando a su poseedor de un peligro para ganar una guerra contra enemigos ocultos, contra hechicería, para evitar tragedias y problemas (arayé) en el trabajo, en la calle, para que se haga justicia por equivocaciones, para evitar riñas o peleas, para evitar ser agredido, para alejar un espíritu que esté molestando”.

Para conocer otros aspectos (Cómo alcanzan los collares su poder, La entrega a la persona después de consagrados los collares, Forma de ensartar los collares, y Clasificación muy general de los collares) hay que leer el texto completo de Orlando Corrons titulado Omeli Babika. Los guerreros en la santería. Atributos y herramientas, en Catauro, Revista Cubana de Antropología (No. 10, 2004).

Imagen: Collares de santería, tomada del sitio: ileshango.com

Collares

viernes, 4 de marzo de 2011

NECESITO TIEMPO

Por: Lázaro Sarmiento

Nunca he tenido tantos libros por leer ni tantas películas por ver.
Necesitaría dos o tres vidas extras para consumir parte de lo acumulado en el entorno doméstico y sus alrededores. Por eso desconfío de los abultados reportes de lectura de alguna gente. A no ser que adopten la técnica del “picoteo” me pregunto cómo pueden asumir las avalanchas actuales de propuestas literarias o noticiosas, acrecentadas por la “democratización”de las tecnologías de la información.

Luego está la competencia del tiempo que hay que dedicarle al ocio expectante, al paseo inteligente y a contemplar el ombligo propio y el ajeno.



Arriba: Reloj en la fachada de los antiguos cines Duplex y Rex, en la calle San Rafael, en La Habana. Hace años, el mecanismo dejó de funcionar, al igual que los glamurosos proyectores que estaban detrás de la pared.

miércoles, 2 de marzo de 2011

JANE RUSELL, FUERA DE LA LEY.




Sensual, tórrida y despampanante son tres de los adjetivos utilizados por estos días en internet para recordar la carrera de otra antigua 'sex symbol' de Hollywood que se va: Jane Rusell (21 de junio de 1921-28 de febrero de 2011). Fue contratada por Howard Hughes para actuar en The Outlaw (El forajido o Fuera de la ley) de 1943, película que durante varios años sufrió el rigor de la censura. Se dice que su única cinta notable fue "Gentlemen Prefer Blondes" (Los caballeros las prefieren rubias), junto a Marilyn Monroe, un musical de 1953. Con sesenta años, y cuando su trayectoria en el cine estaba en declive, protagonizó un anuncio en televisión sobre una marca de sujetadores.

“La verdad es que demasiadas veces no me han gustado mis fotografías", afirmó la actriz en su autobiografía.

Cine Riviera en la calle 23 del Vedado, La Habana.

ecoestadistica.com