miércoles, 2 de abril de 2008

LA RADIO Y SUS SIETE VIDAS ¿CÓMO SERÁ LA PRÓXIMA?

Por Lázaro Sarmiento

Ahora mismo, en las fronteras del Sistema Solar, una nave espacial lleva a bordo un conjunto de grabaciones de nuestro planeta: el canto de las ballenas, una partitura de Mozart, la música de los Beatles, el llanto de un bebé... Si mañana los extraterrestres hicieran contacto con esa embajada tecnológica tendrían en sus manos, antenitas o ventosas, algo muy parecido a un programa de radio.

Entre tanto, cada noche astrónomos en diferentes radiotelescopios de la Tierra tienen la esperanza de escuchar mensajes originados en lejanos puntos de la galaxia. Esperan esas señales con la misma emoción con la que nuestros abuelos aguardaban las voces de novela de María Valero, Carlos Badías y Xiomara Fernández.

La radio tiene siete vidas como los gatos. Lo demostró cuando en la vida cotidiana de la gente aparecieron la televisión, el video casero, los discos compactos, el DVD, las computadoras, Internet y los archivos MP3.La radio ha tenido suficiente astucia para adaptarse al vértigo de montaña rusa de las nuevas Tecnologías de la Información y las Comunicaciones. Encontró una convivencia que le ha garantizado hasta ahora una respetable cuota de poder mediático.

Desde el surgimiento de Internet Talk Radio en 1993, las radios online se multiplican por miles. Avanza la digitalización y algunos países han fijado la fecha para el fin de las transmisiones analógicas. En el baile participan los satélites con sus estaciones a la carta y los podcasting que superan el número de estaciones de radio de todo el planeta.n el baile participan los satélites con sus estaciones a la carta y los podcasting que superan el número de estaciones de radio de todo el planeta. Y, en los últimos tiempos, los iPod pasaron a formar parte del estilo de vida de los jóvenes e influyeron en su relación con la radio.

A la par, una buena parte del mundo permanece al margen, o retrasado, de muchos de los beneficios que reportan estas tecnologías. La humilde pero eficaz radio comunitaria, acosada en ocasiones por grandes cadenas comerciales, aún tiene por delante una tarea valiosa. También la radio tradicional con sus formatos de toda la vida seguirá siendo por largo tiempo un medio buscado por cientos de millones de personas.

EL ABRAZO DE LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS

El creciente número de cubanos que maneja una considerable cantidad de información los convierte en oyentes más exigentes. La experiencia con medios digitales influye en la manera en que las jóvenes audiencias se relacionan con la radio. Si hablamos de nuevas formas en la radio cubana, suponemos que éstas tienen que tener en cuenta al destinatario familiarizado con las Tecnologías de la Informática y las Comunicaciones a través de escuelas, universidades, clubes de Computación y centros culturales, científicos y de salud.

Ya hay canciones que se hacen populares sin llegar a los programas de radio. La gente dice “este tema musical está sonando por ahí”, y este modesto adverbio de lugar abarca toda una gama de canales: desde la bocina del vecino, los amplificadores de la discoteca, las reproductoras de los vehículos y los minúsculos auriculares de los iPod.

El acceso a equipos de audio y video y formatos multimedia permite una independencia de la radio y la televisión imposible de imaginar hace diez, quince o veinte años. Estas ventajas para un significativo número de personas representan un desafío para creadores y ejecutivos de la radio y establecen las reglas para una competencia que puede traer beneficios para los oyentes.

Los especialistas son claros: “Las innovaciones han dado paso a nuevos formatos mediáticos con nuevos modelos de difusión, consumo y uso de información. Las demarcaciones tradicionales entre público e instituciones mediáticas se entrecruzan”.


LO APARENTEMENTE SENCILLO

Para mantener el ritmo de la vida en las estaciones de radio cubanas hay que continuar rediseñando esquemas de programación, dinamitar conceptos dinosauricos y profundizar en la diferenciación de de perfiles.

Poner el acento cuando sea necesario en la especialización temática.

Analizar cómo la experiencia compartida por medios digitales influye en lo que sabemos y en la manera de cómo lo sabemos.

Convertir los destinatarios pasivos en oyentes activos. Aumentar los espacios de participación con multiplicidad de criterios.

Mejorar la calidad y recepción de la información.

Utilizar el espíritu competitivo para estimular la creación.

Dejar de sobrevalorar el dato referido al número de temas transmitidos y campañas desarrolladas, y valorar el grado de recepción de los mensajes para no correr el riesgo de hacer una radio al gusto de realizadores y programadores.

Olvidarse de ciertas camisas de fuerza y permitir que los géneros se mezclen. Diseñar formatos más dinámicos y entretenidos.

Elaborar una estrategia musical coherente y eficaz, respetuosa con el gusto paro audaz en la intencionalidad.

Y, sobre todo, conquistar una mayor cantidad de jóvenes a través de formatos y contenidos que los representen en su diversidad y expectativas.

CUMBRES BORRASCOSAS

La radio cubana tiene otro desafío que engloba a los ya citados: que el ritmo de la vida no se quede en la frase retórica. Hacen falta más programas de música especializada y variada, de ciencia, tecnología y medioambiente, y que abordan nuestros deberes como ciudadanos de una pequeña comunidad, un país y un planeta.

En la radio cubana no existen dramas radiofónicos con jovencitas pobres soñando con el Príncipe azul de melena rubia que las suban a un Ferrari. Tampoco encontramos la fórmula extendida en las estaciones de más de medio mundo de “música-noticias-tandas comerciales”. No abundan las tertulias basadas en los latidos más frívolos del corazón y las noticias ligth.

Y no caigamos en la trampa de la nostalgia. Difícilmente vuelvan a producirse las audiencias de Cumbres Borrascosas, El Derecho de nacer o Nocturno. Los códigos son otros. Ahora los jóvenes oyen las radionovelas con un mundo de referencias diferentes. Los niños de hoy ya no escuchan los cuentos de “Había una vez” como se contaban hace tres décadas. Su percepción cambió.

EL FUTURO

Mientras en otras esquinas del planeta se piensa en públicos robotizados, en Cuba se busca audiencias a las que la radio proporcione herramientas para disfrutar mejor una obra de teatro, una película o comprender el origen de las especies. Pudiera ser que este empeño genere un perfil de oyente cada día con menos tiempo para escuchar la radio. Si es así, habrá valido la pena. Y si en otros lugares del Universo seres extraterrestres monitorean las transmisiones de la Tierra, sería deseable que no fuera el comercial de una MacDonald ‘s el sonido que captaran sus radiotelescopios. Hay que apostar por el mensaje inteligente.

(Versión de la ponencia La radio y sus 7 vidas presentada en el 30 Festival Nacional de la Radio Cubana. Santiago de Cuba.28.03.08) Foto de arriba: Alfredo Zamora (director de programas) y Leonel Bacallao (realizador de sonido). Radio Enciclopedia, La Habana.

domingo, 23 de marzo de 2008

DIALOGAR HASTA CON LOS INCÓMODOS.


Por: Lázaro Sarmiento

Ya sea en una pared, una nube o en una piedra de hielo los jóvenes artistas quieren más escenarios para exponer sus creaciones. Piden mayores espacios en televisión, galerías, editoriales, radios, teatros y publicaciones.

En todas las épocas se ha hablado de los jóvenes creadores con grandes expectativas. Una buena parte de los que integraron en 1986 la primera Asociación Hermanos Saíz, hoy son artistas maduros con trayectorias reconocidas y con aportes a la cultura del país.

Ahora en 2008, como sucedía hace más de veinte años, los jóvenes talentos siguen siendo foco de inquietudes y portadores de no pocos reclamos. Sin embargo, muchas cosas cambiaron entre ambas fechas. Para comprender esos cambios hay que emplear con abundancia los verbos dialogar y escuchar. En esto existe en la actualidad un evidente consenso entre “los líderes de opinión” de las distintas generaciones.

Ahora voy a lo que quiero destacar:

“Nuestro papel no es interpretar lo que los asociados quieren, sino escucharlos, dialogar con ellos —hasta con los ‘incómodos’— porque cuando no se atiende a los artistas buscan otros caminos, y se cae en el descrédito total”. Esto dijo Luis Morlote Rivas, presidente de la Asociación Hermanos Saíz durante el Consejo Nacional de esa organización recién celebrado en La Habana.

“La organización será más fuerte allí donde las decisiones sean más colectivas y menos unipersonales. Hay que hacer más plural la participación.

“A veces nos encontramos haciendo las funciones de las instituciones culturales en lugar de ser su contrapartida. Y en el peor de los casos no sabemos qué hacen nuestros artistas ni cuáles son sus inquietudes, porque nos convertimos en líderes de producción de espectáculos en vez de líderes de pensamiento.

“Nuestra tarea es atender a nuestros creadores, articular esa masa, hacerla tangible, presente, sin dejar de ser conciencia crítica ante lo mal hecho, la seudocultura y la banalidad”.

El reporte del diario Juventud Rebelde (20.03.2008) del que tomé los entrecomillados subraya que Morlote recordó que la misión de la Asociación, su objeto social, no ha cambiado: promocionar el arte joven, pero hacer una promoción de nuevo tipo, porque “hoy son otras las circunstancias, otros los tiempos”.

Promocionar el arte joven, como lo conciben sus protagonistas, constituye un desafío para la Asociación Hermanos Saíz en este mundo más complejo que hace dos décadas. Un por ciento significativo de esa complejidad pasa -entre otros factores- por los jóvenes y sus referentes ideológicos, la democratización de los medios y las nuevas tecnologías de la información.

Los jóvenes siempre piensan que tiene la razón. Y en no pocos casos la poseen. Pero ¿cómo negociar cuando sucede lo contrario? Algunas de las respuestas que piden los jóvenes creadores están fuera de la Asociación .Las instituciones también tienen mucho que escuchar y dialogar. Y si estas ecuaciones parecen tan sencillas ¿dónde comienzan los malentendidos y las insatisfacciones?

Resulta fascinante pensar que lo sencillo es más complejo que su apariencia. Estoy convencido de que a los jóvenes artistas en Cuba y a sus líderes de opinión les sobra la imaginación para dialogar y escuchar. Y para decirlo con otra expresión de moda: ya eso constituye una fortaleza.

Imagen: Proyecto de sede de la AHS। Calle 25, El Vedado. 1990.

jueves, 20 de marzo de 2008

NUEVA YORK-LA HABANA, EL MEMORÁNDUM DE GRETA GARBO.


Por: Lázaro Sarmiento.

En algún momento de la década de los 80, el escritor Miguel Barnet me contó desde Nueva York, donde disfrutaba de la beca Guggenheim, el instante en que su mirada y la de Greta Garbo se cruzaron en un estallido de poesía. Diez años después aquellas impresiones de Miguel se convirtieron en el Memorandum XV de su libro Con pies de gato (Ediciones Unión, 1993).


AHORA TE VOY A CONTAR de cuando vi a Greta Garbo en Nueva York. Yo iba masticando castañas. Fue en diciembre, con mucha nieve, a unas cuadras de Washington Square Park. Yo había dejado atrás casa familia y a diario contemplaba los puentes sobre el East River. A veces confundía los días y las noches y disfrutaba el olor a moluscos podridos de los espigones. Me adiestré en múltiples oficios solitarios. En Nueva York ya es un hábito hablar con uno mismo. Los dioses, los ángeles, los arcángeles, las estrellas de cine están en la calle, en los mercados, en la platea de los teatros, y nadie mira a nadie. Pero yo te iba a contar de cuando vi a Greta Garbo en Nueva York. En realidad todos se decían que era ella pero yo no la veía. Hasta que un día un amigo ocasional me llevó a la puerta de su casa. A punto de llegar sonó una alarma, luego un silbato y yo vi un rostro detrás de una ventana. Caía mucha nieve y el hombre del silbato me alejó de la casa. Sonámbulo, con frío, me acerqué a un lago helado y vi un halcón. Llegué al río. Compre una manzana, la mastiqué para quitarme el gusto a la castaña y seguí mi camino.
Greta Garbo se asomó a la ventana, su rostro masculino, consagrado a la muerte, me miró una tarde de invierno. Fue la única vez que alguien en Nueva York me dedicó una mirada.”

En el Día Mundial de la Poesía pienso en los momentos compartidos con mis amigos poetas Sigfredo, Joaquín, Miguel, Frank, Ramón y Albis. Ella no está pero me gusta imaginar que siempre podrá contar conmigo para que la acompañe por sus paseos a través de interminables pasillos con miles de puertas. Por una de esas puertas se fue Albis.

Con el fervor de los amigos pasa como con el cauce de los ríos: unas veces desciende, otras sube, sube.

martes, 18 de marzo de 2008

LLAMANDO A LA GALAXIA EN HONOR A ARTHUR C. CLARKE.


Por: Lázaro Sarmiento.

“La edad de oro en el espacio sólo está empezando. En los próximos 50 años miles de personas podrán viajar por el espacio como si se tratara de viajar a destinos exóticos.” Esto vaticinó en diciembre de 2007 el escritor británico y profeta de la era espacial Arthur C. Clarke quien acaba de fallecer a los 90 años en Sri Lanka, donde vivía desde 1956.

Durante unas reflexiones filmadas que hoy apreciamos como su testamento Clarke dijo: “Uno de los grandes avances de la ciencia ha sido la telefonía móvil que en pocos años se ha desarrollado muy rápidamente. El teléfono móvil ha revolucionado la comunicación de los humanos. “

El autor de la novela 2001: una odisea del espacio también confesó en sus declaraciones hace tres meses: “Me gustaría que todos los países del mundo actuaran como una gran familia. Ésa sería la verdadera globalización”

“Si tuviera que pedir tres deseos serían los siguientes: 1.- Ver alguna evidencia de vida extraterrestre. 2.- Que abandonáramos nuestra adicción al petróleo y empleáramos energías limpias y renovables. Estoy preocupado por el cambio climático. 3.- Me gustaría descansar en paz en Sri Lanka.”

Arthur C. Clarke escribió tres famosas leyes. Estas son: 1.- Cuando un anciano y distinguido científico afirma que algo es posible, probablemente está en lo correcto. Cuando afirma que algo es imposible, probablemente está equivocado.2.- La única manera de descubrir los límites de lo posible es aventurarse hacia lo imposible. 3.- Cualquier tecnología lo suficientemente avanzada es indistinguible de la magia.

“Quisiera ser recordado sobre todo por mi faceta de escritor, por haber entretenido a los lectores y haber dejado volar su imaginación.”

Clarke será recordando además por su optimismo y su confianza en el hombre. En su honor los in vito a lanzar el siguiente mensaje:

Llamando a todas las estrellas. Llamando a todas las estrellas. Si en el universo hay seres capaces de captar este mensaje que respondan.

PRIVILEGIOS PARA LAS PERSONAS ATRACTIVAS


La supervivencia de los más guapos, de Nancy Etcoff es un volumen que observo con bastante frecuencia, casi a diario. Está colocado en un librero situado a un lado de la puerta de entrada y salida de mi apartamento. Es imposible dejar de verlo. Lo mismo ocurre con una persona bella, nunca pasa inadvertida. En este caso me refiero a la representación física de la belleza generalmente aceptada por todos.

Esta tarde al bajar a La Rampa fui sacudido por una onda expansiva de belleza colectiva. Casi sentí vergüenza de no militar en el mismo equipo de Ben Affleck. Mientras observaba tanta gente guapa bajando hasta el Malecón o subiendo hacia Coppelia recordé varias apreciaciones de Nancy Etcoff, quien es profesora de la Facultad de Medicina de Harvard. Su lenguaje es tan claro y sencillo que uno llega a desconfiar. Sin embargo presenta una evidencia científica amplia y convincente.

En el ya citado libro que tengo de abrepuertas, la Etcoff apunta que cuando vamos por la calle “llevamos con nosotros un pequeño territorio, una parcela que nos protege y rodea tanto si estamos de pie como sentados y a la que los demás no pueden acceder sin permiso. Si alguien se acerca demasiado, la gente se siente incómoda.

“Las personas atractivas de cualquier estatura reciben un territorio personal más grande: sus privilegios van unidos a su persona.

“Los guapos tienen más posibilidades de salir triunfantes en las discusiones y de convencer a los demás. La gente les cuenta secretos y cosas sumamente personales. En realidad, lo que ocurre es que todos quieren complacer a los guapos, hacer gestos conciliatorios, dejarse convencer, contarles cotilleos y, literalmente, dar marcha atrás cuando los ven por la calle”.

Y esto último fue lo que hice: mirar atrás y seguir el impredecible rastro de la belleza. Pero luego de algunas observaciones pensé que era hora de responder la pregunta que en una ocasión lanzó Susan Sontag: La belleza: ¿Handicap o poder?

Nota: 56,60 centímetros es la distancia que admitimos se nos acerque un desconocido. De ahí en adelante hay una barrera que provoca incomodidad. Para las personas bellas ese territorio es mayor.
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