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miércoles, 1 de octubre de 2008

Joaquín Cuartas, escritor millonario en Cuba.
Por: Lázaro Sarmiento

El escritor radial Joaquín Cuartas arribó a los 70 años de edad (La Habana, 29 de septiembre de 1938). Este número parece no preocuparle en absoluto. El acontecimiento lo celebró cocinando una nueva novela en su casa de la Víbora, donde vive con su única hija, el esposo y los dos nietos. Desde allí se mueve a través del hilo telefónico como pez en el agua por un mundo de vasos comunicantes. De lejos puede descomponer historias, divulgar noticias y glorificar o satanizar personajes, así como proclamar verdades con la misma imaginación desbordante con la que arma sus dramas radiofónicos.

Llegó por primera vez a Radio Progreso en 1968. Ese año adaptó para el micrófono la novela Fahrenheit 451 de Ray Bradbury. Desde entonces Joaquín Cuartas se convirtió en un escritor clave de la radio cubana de las últimas décadas.

Antes se había probado como autor teatral. En 1965 recibió mención en Teatro en el Concurso Casa de las Américas. El premio fue para La noche de los asesinos, de José Triana. En 1990, Joaquín Cuartas obtuvo en España el premio Margarita Xirgu de teatro radiofónico. Y en 1994 su radioteatro Vereda tropical es premiado por el Consejo de Cooperación Iberoamericano.

En Cuba siempre existieron escritores de radio con gran dominio del medio. Entre los autores de radionovelas del período anterior a la Revolución de 1959 figuran Félix B. Caignet, Caridad Bravo Adams, Iris Dávila, Dora Alonso y Delia Fiallo. Y más nombres. Después, las radionovelas dejaron de ser esclavas de las empresas publicitarias y de las compañías de jabones y detergentes. El país cambió y con él los puntos de vista de las producciones dramatizadas. Ya no se volverían a poner novelas en antena para que la gente comprara los productos de los patrocinadores. Además de entretener, ahora se quería enriquecer el universo cultural de los radioescuchas.

En ese contexto surgió la obra de Joaquín Cuartas. Creó historias cercanas a los intereses del público contemporáneo, movió el papel del narrador, agilizó el ritmo y enriqueció los diálogos. Se propuso hacer una radio beligerante, agresiva y de búsqueda. Lo logró.

Entre sus novelas sobresalen Regreso a las cumbres, Barranco de ciegos (versión libre), Amor con punto y coma, Encuesta para un divorcio, Cuando la vida vuelve y Crónica social. Estas obras fueron premiadas por el Instituto Cubano de Radiodifusión y por la Unión de Escritores y Artistas de Cuba. A Joaquín Cuartas le gustan los premios. Se emociona a la espera del veredicto de los jurados. Los disfruta como un niño cuando recibe un juguete. También ha escrito para niños.

Joaquín Cuartas no utiliza computadora, no posee una extensa biblioteca ni se auxilia de libretas de apuntes. Cerca de su máquina de escribir eléctrica, estilo jurásico, únicamente cuelga el título de Contador, graduado de la Escuela de Comercio del Instituto Edison de La Habana. A veces le basta enamorarse de una frase, o recordar una anécdota para escribir “por arte de magia” un teatro o un cuento.

Las emisoras en toda la Isla se disputan sus libretos. Joaquín Cuartas es un escritor con millones de oyentes. Quizás es el autor más millonario de Cuba.

domingo, 28 de septiembre de 2008


Dos maestros de la radio cubana están de cumpleaños.
Por: Lázaro Sarmiento
La directora Isabel Aida Rodríguez (La Habana, 26 de septiembre de 1928) y el escritor Joaquín Cuartas (La Habana, 29 de septiembre de 1938) están de aniversario por estos días. Ella arriba a sus 80 años de vida. Él a sus 70. Ambos gozan de un enorme prestigio en la radio cubana. Los dos se mantienen muy activos.

Isabel Aida hace poco tiempo dejó de escribir, asesorar y dirigir programas. Ahora constituye uno de los pilares de la Asociación de Cine, Radio y Televisión de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, UNEAC. Precisamente en la semana de su cumpleaños se le puede ver en el palacete de H y 17 en el Vedado (sede de la UNEAC) ejerciendo como miembro del jurado del Concurso Caracol 2008, evento que propone análisis teóricos, premia programas y películas relevantes, y reconoce la labor individual de artistas y realizadores.

Isabel Aida Rodríguez, recién graduada de Contabilidad, comenzó a trabajar en las oficinas de CMQ Radio, el l6 de septiembre de 1948. Doce años después es la mecanógrafa de las actas de la intervención por la Revolución del imperio mediático de los Mestre. En 1961 se convierte en la primera productora de mesa del Socialismo. En 1964 adapta eventualmente cuentos para la radio. Al poco tiempo es ya una notable asesora ,escritora y directora.

Según ha explicado, su formación como directora

“comenzó viendo a magníficos directores como Sergio Doré, Miguel Llao, Sol Pinelli y otros de la antigua CMQ. Más tarde, a partir de mi trabajo como productora de mesa con Julito Lot, Oscar Luis López, Carlos Paulín, Sol y muchos más .Cada uno de ellos y aún aquellos de los que yo escuchaba sus programas, como es el caso de Abelardo Rodríguez o Gilberto Caballero, contribuyeron a mi formación y, claro está, el sin par magisterio de Odilia Romero. También me ayudaron los conocimientos y la experiencia que me transmitió Iris Dávila. Trabajar con escritores de la talla de María Elena Llana, Héctor Quintero, José Antonio Zarrraluqui, Alberto Liberta, Xiomara Blanco, Silvia Pérez Llera y Abelardo Vidal, por sólo nombrar unos pocos, contribuyeron a convertirme en esa supuesta especialista de radio que hoy soy”. (Entrevista en el libro Otros rostros que se escuchan, de Josefa Bracero Torres. Editorial Letras Cubanas. La Habana, 2007.

Entre algunos amigos, me gusta llamar a Isabel Aida – y eso ella no lo sabe- nuestra Bette Davis de la Radio. Infatigable, ingeniosa (en ocasiones “ge”), conversadora, casi legendaria. Y también honesta, solidaria, inteligente, maestra.

miércoles, 24 de septiembre de 2008

Tócala otra vez, Sam, en Radio Enciclopedia.
Por: Lázaro Sarmiento

Si usted entra en el sitio web de la emisora cultural cubana Radio Enciclopedia, http://www.radioenciclopedia.cu/, la cual además de información transmite solo música instrumental, y hace clic en la carpeta Lo más Solicitado , verá que entre las grabaciones más difundidas en esta estación de La Habana figura As Time Goes By , el mítico tema del filme Casablanca (1942).

No transcurre un solo día sin que desde la antena de Radio Enciclopedia se escuche varias veces esta canción en algunas de sus numerosas versiones de música instrumental ligera. La más difundida aquí es la de Henry Mancini con su orquesta; comienza con una voz de estudio repitiendo una frase pronunciada en el filme por Humphrey Bogart: Tócala, otra vez, Sam.

Con esta canción sucede lo mismo que con la película en cuya banda sonora fuera incluida: los años no han erosionado su encanto y su poder de sacudir palancas emocionales. La relación de la gente con cierto tipo de música no ha cambiado en esencia en largo tiempo.

Una canción odiada por Max Steiner.

As Times Goes by fue escrita en 1931 por Herman Hupfeld para el musical Evderybody’s Welcome. Luego la página fue incluida en Everybody Comes to Rick’s, obra teatral en que se basó Casablanca .El productor del filme, Hal B. Wallis, le pidió al compositor Max Steiner, encargado de la banda sonora, que utilizara As Time Goes by como tema de amor para los personajes de Rick (Humphrey Bogart) e Ilse (Ingrid Bergman).

Pero Max Steiner odiaba la canción. Fue entonces cuando el productor Wallis le propuso a Max Steiner que escribiera una canción alternativa que luego pudiera usarse como tema de amor. Entre tanto, la escena en que aparecen Rick, Ilse y el pianista Sam tocando As Time Goes By fue rodada.

Y cuando Steiner le presentó un tema de amor de su inspiración, Wallis le dijo que eso supondría volver a rodar las escenas del pianista Sam (Dooley Wilson) y que Ingrid Bergman ya se había cortado el pelo para su siguiente filme ¿Por quién doblan las campanas? “Steiner confesó después que todo debió ser una artimaña del productor Wallis, puesto que existían pelucas con las que volver a rodar la escena con Ingrid Bergman. El caso es que As Times Goes By se quedó en la película”.

Esta es la razón por la cual cada vez que desde Radio Enciclopedia se escucha As Time Goes By los oyentes suelen pensar en Casablanca. Muy pocas melodías han estado tan asociadas como ésta a una película.

Por cierto, el actor Dooley Wilson (Texas, 3 de abril de 1886– Los Ángeles, 30 de mayo de 1953) , quien interpreta As Time Goes By al piano en Casablanca, no sabía tocar este instrumento. En realidad, había actuado como batería en la década de 1920 en una banda musical con la que viajó a Europa.

Y ahora, por favor, Sam, tócala otra vez en Radio Enciclopedia.

domingo, 21 de septiembre de 2008


Un automóvil para el autor de El derecho de nacer.
Por: Lázaro Sarmiento

Es la reina de todas las radionovelas del mundo. El tiempo no ha erosionado la alcurnia melodramática de El derecho de nacer, del escritor y compositor cubano Félix B. Caignet. Comenzó a transmitirse el primero de abril de 1948 por CMQ Radio, cadena que llegó a convertirse en una especie de Olimpo Radiofónico en América Latina. La novela estuvo en el aire durante un año y diecisiete días (314 capítulos). Luego conocería el éxito en estaciones de otros países y en el cine y la televisión.

El país entero, o casi todo, se paralizaba a la hora en que la CMQ ponía en antena El derecho de nacer. Esta dramatización había logrado destronar en poco tiempo a La novela del aire, de la RCH, Cadena Azul, la emisora rival de la CMQ. La novela del aire era escrita por María Caridad Bravo Adams, que durante años había dominado el rating de radionovelas en la Isla.

Goar Mestre, el magnate de la CMQ, le dijo a Caignet a principios de 1948:
- Si me das la cuarta parte del rating el primer mes, te regalo el automóvil que tú quieras, de la marca que tú quieras-.
Por supuesto que Caignet tuvo el automóvil que quiso y mucho más porque El derecho de nacer batió los récords de audiencia en la Isla. Y las ganancias que esta novela le proporcionaban a la CMQ multiplicaban el monto del elevando sueldo del escritor.

Tan atrayente como los recursos empleados en El derecho de nacer para anestesiar a los oyentes, o digamos mejor, mantenerlos pegados durante más de un año al la transmisión radial, resulta el estudio de todo lo relacionado con la producción, intérpretes y contexto de la novela, así como la psicología del propio autor. Caignet murió en el Reparto Siboney de La Habana en 1976.En su última entrevista se quejaba de que estaba olvidado y no imaginó nunca que, años más tarde , Radio Arte, la productora de programas dramatizados del Instituto Cubano de Radio y Televisión, ICRT, volvería a grabar con esmero y pleitesía El derecho de nacer.

Y más interesante aún sería conocer las reacciones de las jóvenes audiencias de hoy (2008) ante una dramatización como ésta .¿Hasta qué punto han cambiando las emociones y gustos de los oyentes? ¿Cuál sería en la actualidad el aporte del tema del aborto desde un argumento concebido para la sociedad cubana de hace seis décadas?Habría que averiguar hasta dónde han envejecido o sobrevivido el lenguaje y las técnicas que hicieron de El derecho de nacer la reina de todas las radionovelas. Pero como en La novela del aire habrá que dejar las respuestas para próximos capítulos.

viernes, 22 de agosto de 2008


LOS LABIOS INVISIBLES DE LA RADIO.

Por: Lázaro Sarmiento
El arte perdido de la conversación, trasatlánticos, dinosaurios, cortes, sonatas, naves cósmicas en las fronteras del Sistema Solar, Unicornio, silencios, estrellas de cine, estalló la guerra del Golfo, “desde el quinto piso del Edificio Ene, en el corazón de la Rampa; ciudades y selvas, canciones de moda, proezas científicas, Chica material…La radio me ha dado un universo entero desde la altura de un micrófono y la inmensidad de sus cabinas.

He trabajado junto a gente laboriosa, inteligente y creativa. Y gracias a este medio tuve la oportunidad de conocer a dos personas especiales que hasta hace muy poco tiempo estuvieron vinculadas a la radio: Esther Borja y Cuca Rivero. Junto a ellas integré en varias ocasiones el jurado de música especializada del Festival Nacional de la Radio.

Además de escuchar y analizar programas de música clásica (¿o de concierto?) infantil, latinoamericana y nueva trova, durante las sesiones del jurado se producían pausas para conversar sobre los más diversos temas. Podía ser que Esther hablara de los nietos, de su afición a la Mesa Redonda de la Televisión Cubana o de las glorias y dificultades de Álbum de Cuba, que ella presentó hasta 1986. Tanto se identificó con este programa que, en una ocasión, un auto en el que viajaba se detuvo en el semáforo de 23 y 26, en el Vedado, y desde una guagua próxima una niña le gritó a su madre: -¡Mami, mira quien va ahí: Álbum de Cuba ¡-.

De la parte de Cuca los temas podían abarcar desde las anécdotas de Candelaria, su pueblo natal, y los coros que ella fundó hasta su labor como la Profesora Invisible de las clases de educación musical que se difundieron desde la radio para los niños de todo el país. En otras ocasiones, el interés gravitaba en su hija Silvia y su esposo José María Vitier.

Esther Borja y Cuca Rivero constituían una compañía excepcional en las sesiones del jurado que transcurrían cada año en hoteles de diferentes localidades de la Isla. Ejercían el criterio con un punto de vista próximo a los jóvenes artistas de hoy. Atesoraban un vasto mundo de referencias que estaban siempre dispuestas a compartir con los demás.

Tenían un excelente sentido del humor. Sabían establecer puentes entre las diversas generaciones. Eran figuras con mucho prestigio que escuchaban con interés los criterios que no coincidían con los suyos. Hacían gala de una inteligencia emocional “fuera de serie”.

No obstante sus largas vidas, o “mucha experiencia acumulada,” como gustaba decir Esther, nunca se mostraron cansadas. Y estaban entre las primeras en subir a los ómnibus para asistir a las numerosas actividades organizadas durante los días del Festival y en las que Esther era justamente venerada en su condición de gloria de la música.

Formar parte del jurado del Festival Nacional de la Radio junto a la Damisela Encantadora y la Profesora Invisible fue una experiencia de la que aprendí y disfruté. Frente a mi curiosidad y admiración, Esther y Cuca me entregaron muchos de sus recuerdos y lo hicieron con simpatía. Eso se lo debo a la radio.

miércoles, 2 de abril de 2008

LA RADIO Y SUS SIETE VIDAS ¿CÓMO SERÁ LA PRÓXIMA?

Por Lázaro Sarmiento

Ahora mismo, en las fronteras del Sistema Solar, una nave espacial lleva a bordo un conjunto de grabaciones de nuestro planeta: el canto de las ballenas, una partitura de Mozart, la música de los Beatles, el llanto de un bebé... Si mañana los extraterrestres hicieran contacto con esa embajada tecnológica tendrían en sus manos, antenitas o ventosas, algo muy parecido a un programa de radio.

Entre tanto, cada noche astrónomos en diferentes radiotelescopios de la Tierra tienen la esperanza de escuchar mensajes originados en lejanos puntos de la galaxia. Esperan esas señales con la misma emoción con la que nuestros abuelos aguardaban las voces de novela de María Valero, Carlos Badías y Xiomara Fernández.

La radio tiene siete vidas como los gatos. Lo demostró cuando en la vida cotidiana de la gente aparecieron la televisión, el video casero, los discos compactos, el DVD, las computadoras, Internet y los archivos MP3.La radio ha tenido suficiente astucia para adaptarse al vértigo de montaña rusa de las nuevas Tecnologías de la Información y las Comunicaciones. Encontró una convivencia que le ha garantizado hasta ahora una respetable cuota de poder mediático.

Desde el surgimiento de Internet Talk Radio en 1993, las radios online se multiplican por miles. Avanza la digitalización y algunos países han fijado la fecha para el fin de las transmisiones analógicas. En el baile participan los satélites con sus estaciones a la carta y los podcasting que superan el número de estaciones de radio de todo el planeta.n el baile participan los satélites con sus estaciones a la carta y los podcasting que superan el número de estaciones de radio de todo el planeta. Y, en los últimos tiempos, los iPod pasaron a formar parte del estilo de vida de los jóvenes e influyeron en su relación con la radio.

A la par, una buena parte del mundo permanece al margen, o retrasado, de muchos de los beneficios que reportan estas tecnologías. La humilde pero eficaz radio comunitaria, acosada en ocasiones por grandes cadenas comerciales, aún tiene por delante una tarea valiosa. También la radio tradicional con sus formatos de toda la vida seguirá siendo por largo tiempo un medio buscado por cientos de millones de personas.

EL ABRAZO DE LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS

El creciente número de cubanos que maneja una considerable cantidad de información los convierte en oyentes más exigentes. La experiencia con medios digitales influye en la manera en que las jóvenes audiencias se relacionan con la radio. Si hablamos de nuevas formas en la radio cubana, suponemos que éstas tienen que tener en cuenta al destinatario familiarizado con las Tecnologías de la Informática y las Comunicaciones a través de escuelas, universidades, clubes de Computación y centros culturales, científicos y de salud.

Ya hay canciones que se hacen populares sin llegar a los programas de radio. La gente dice “este tema musical está sonando por ahí”, y este modesto adverbio de lugar abarca toda una gama de canales: desde la bocina del vecino, los amplificadores de la discoteca, las reproductoras de los vehículos y los minúsculos auriculares de los iPod.

El acceso a equipos de audio y video y formatos multimedia permite una independencia de la radio y la televisión imposible de imaginar hace diez, quince o veinte años. Estas ventajas para un significativo número de personas representan un desafío para creadores y ejecutivos de la radio y establecen las reglas para una competencia que puede traer beneficios para los oyentes.

Los especialistas son claros: “Las innovaciones han dado paso a nuevos formatos mediáticos con nuevos modelos de difusión, consumo y uso de información. Las demarcaciones tradicionales entre público e instituciones mediáticas se entrecruzan”.


LO APARENTEMENTE SENCILLO

Para mantener el ritmo de la vida en las estaciones de radio cubanas hay que continuar rediseñando esquemas de programación, dinamitar conceptos dinosauricos y profundizar en la diferenciación de de perfiles.

Poner el acento cuando sea necesario en la especialización temática.

Analizar cómo la experiencia compartida por medios digitales influye en lo que sabemos y en la manera de cómo lo sabemos.

Convertir los destinatarios pasivos en oyentes activos. Aumentar los espacios de participación con multiplicidad de criterios.

Mejorar la calidad y recepción de la información.

Utilizar el espíritu competitivo para estimular la creación.

Dejar de sobrevalorar el dato referido al número de temas transmitidos y campañas desarrolladas, y valorar el grado de recepción de los mensajes para no correr el riesgo de hacer una radio al gusto de realizadores y programadores.

Olvidarse de ciertas camisas de fuerza y permitir que los géneros se mezclen. Diseñar formatos más dinámicos y entretenidos.

Elaborar una estrategia musical coherente y eficaz, respetuosa con el gusto paro audaz en la intencionalidad.

Y, sobre todo, conquistar una mayor cantidad de jóvenes a través de formatos y contenidos que los representen en su diversidad y expectativas.

CUMBRES BORRASCOSAS

La radio cubana tiene otro desafío que engloba a los ya citados: que el ritmo de la vida no se quede en la frase retórica. Hacen falta más programas de música especializada y variada, de ciencia, tecnología y medioambiente, y que abordan nuestros deberes como ciudadanos de una pequeña comunidad, un país y un planeta.

En la radio cubana no existen dramas radiofónicos con jovencitas pobres soñando con el Príncipe azul de melena rubia que las suban a un Ferrari. Tampoco encontramos la fórmula extendida en las estaciones de más de medio mundo de “música-noticias-tandas comerciales”. No abundan las tertulias basadas en los latidos más frívolos del corazón y las noticias ligth.

Y no caigamos en la trampa de la nostalgia. Difícilmente vuelvan a producirse las audiencias de Cumbres Borrascosas, El Derecho de nacer o Nocturno. Los códigos son otros. Ahora los jóvenes oyen las radionovelas con un mundo de referencias diferentes. Los niños de hoy ya no escuchan los cuentos de “Había una vez” como se contaban hace tres décadas. Su percepción cambió.

EL FUTURO

Mientras en otras esquinas del planeta se piensa en públicos robotizados, en Cuba se busca audiencias a las que la radio proporcione herramientas para disfrutar mejor una obra de teatro, una película o comprender el origen de las especies. Pudiera ser que este empeño genere un perfil de oyente cada día con menos tiempo para escuchar la radio. Si es así, habrá valido la pena. Y si en otros lugares del Universo seres extraterrestres monitorean las transmisiones de la Tierra, sería deseable que no fuera el comercial de una MacDonald ‘s el sonido que captaran sus radiotelescopios. Hay que apostar por el mensaje inteligente.

(Versión de la ponencia La radio y sus 7 vidas presentada en el 30 Festival Nacional de la Radio Cubana. Santiago de Cuba.28.03.08) Foto de arriba: Alfredo Zamora (director de programas) y Leonel Bacallao (realizador de sonido). Radio Enciclopedia, La Habana.

lunes, 17 de marzo de 2008

OTROS ROSTROS EN EL ESTUDIO 2 DE RADIOCENTRO.



El libro otros Rostros que se escuchan, de Josefa Bracero (Editorial Letras Cubanas, 2007) fue presentado en el mítico estudio 2 del edificio Radiocentro en La Habana. El acontecimiento convocó junto a la autora de la obra a un número impresionante de estrellas de la radio y la televisión cubanas.

En esta ocasión se reunieron en el Estudio 2 las primeras actrices: Verónica Lynn (la “mala” más buena de las novelas cubanas) , Fela Jar (afirma que un actor es útil hasta la muerte), Alicia Fernan (“la radio y la recitación son mis grandes amores”) y Aurora Pita( ya a los cinco años de edad se ganó un premio imitando un comercial de la radio) .

Y Obelia Blanco (la Yara de El Corsario negro , uno de los personajes que más agradece) , Ofelita Núñez (entre los momentos importantes de su vida artística El Diario de Ana Frank, y El Dulce pájaro de la juventud) y Marta Velazco (desde el 1ro de noviembre de 1942 no ha dejado de trabajar un solo día en la radio) .

Estaban los actores Rogelio Blaín ( teniente Alejandro de Móvil 8 y Lucio Contreras de Tierra brava, popular siempre), Enrique Molina ( excelente en los más disímiles papeles ), Mario Limonta ( con el serial Los Mambises puso a los niños a repetir por las calles ¡Viva Cuba libre¡), y José Antonio Rodríguez (“es un privilegio ser artista en este país”).

La presentación de otros rostros convocó también a las versátiles Asenneh Rodríguez y Aurora Basnuevo; las escritoras y directoras Mirta Muñiz, Isabel Aida Rodríguez, Caridad Martínez y Xiomara Blanco; la cantante Lourdes Torres, el autor humorista Alberto Luberta y los locutores Fernando Alcorta y Laureano Céspedes. También acudieron familiares de cinco artistas de la radio y la televisión en la Isla fallecidos en los últimos años. Ellos son: Raquel Revuelta (1925-2004) Xiomara Fernández (1917-2004); Ángel Toraño (1925-2004) Carlos Paulín, (1922-2005); y Enrique Almirante (1930-2007).

Todas estas figuras aparecen reflejadas en las páginas de otros Rostros que se escuchan, título que da continuidad a un primer volumen dado a conocer por la Bracero en el año 2002. Ahora, el Estudio 2 de Radiocentro constituyó un escenario magnífico y evocador para la presentación de estas nuevas crónica-entrevistas. Las paredes de este local con lunetario y puertas a la calle 23 de La Rampa guardan todavía las voces de muchos nombres luminosos de la radio cubana, incluidos los que aparecen en los dos libros citados.

Periodista, locutora, directora y durante veinte años vicepresidenta del ICRT, Instituto Cubano de Radiodifusión, Josefa Bracero ha realizado una paciente y valiosa labor de memorista. Detrás de las 453 páginas de otros Rostros que se escuchan hay numerosas horas de entrevistas y muchísimas más de investigación, interpretación y jerarquización de sucesos, fechas y otros datos. La escritora manejó esas herramientas con pericia.

Y lo hizo con emoción y fina nostalgia.

viernes, 22 de febrero de 2008


ROSTROS DE LA RADIO CUBANA.
Feria Internacional del Libro Cuba 2008

Por: Lázaro Sarmiento

Era tan niño que tenía que subirse en un banquito para decir sus bocadillos frente a los micrófonos en Aventuras de Tarzán (Bernardo Menéndez). Su debut en el cine fue en el documental de Agnés Varda: ¡Saludos amigos¡ (Asenneh Rodríguez). Apareció por última vez en televisión en Los hermanos Karamazov (Eduardo Egea). Fue la primera productora radial de mesa del Socialismo (Isabel Aida Rodríguez). Raquel Revuelta fue su paradigma de siempre (Verónica Lynn). Su historia artística es veloz, pero su nombre queda como una leyenda (María Valero).

Con otros Rostros que se escuchan (Letras Cubanas, 2007) Josefa Bracero vuelve a entregarnos un libro memorioso, útil, que se lee con placer y por cuyas páginas desfilan los rostros misteriosos y los labios invisibles que atraparon a varias generaciones de radioescuchas en Cuba. Luego, muchos de esos rostros se hacían públicos en las páginas de las revistas y periódicos y en los sets de televisión. Pero en la radio siempre fueron como los oyentes imaginaban eran Madame Bovary, Leonardo Moncada, María Isabel o Tía Tata.

En este volumen, continuación del primer Rostros que se escuchan, publicado en 2002, hay una parte inicial dedicada a figuras de la radio y la televisión que ya no vivían cuando la autora comienza a darle forma definitiva a su obra. Enrique Santiesteban, Edwin Fernández (Trompoloco), Manolo Ortega, Pedro Álvarez, Alejandro Lugo, Sol Pinelli y Cepero Brito son algunas de las personalidades evocadas en las primeras páginas de otros Rostros

En lo personal, la lectura de este libro sacó a flote mi nostalgia del día en que entré por primera vez a un estudio de Radio Liberación (antes CMQ) donde se grababa en ese momento La novela de las 11, dirigida por Julito Lot. Protagonistas: Odalys Fuentes y Carlos Gilí. Eran como dioses griegos en una ciudad del Caribe. Hermosos y aún jóvenes, transmitían esa alegría de vivir de la gente que se siente feliz, realizada, en el esplendor de sus carreras. Casi perfectos .

Diez años antes Odalys Fuentes era uno de los rostros de la publicidad en Cuba: en vallas comerciales en las carreteras de toda la Isla y en anuncios de televisión, su rostro cubanísimo glorificaba la espuma de una popular cerveza. Ahora la tenía delante de mí, recostada a la consola de audio, mostrando sus lindas piernas, mientras repasaba el libreto que se grabaría dentro de algunos minutos y, en las breves pausas del ensayo, conversaba con el galán del reparto. De su sensual piel guajira irradiaba un perfume marino que llenaba aquel estudio donde habían quedado registradas las voces que convirtieron a La Habana en el Olimpo de las radionovelas en América Latina.

Mucho tiempo después: estoy sentado en un ómnibus rumbo a Holguín como miembro del jurado del Festival de la radio cubana. De pronto siento el mismo perfume marino de aquel mediodía en una cabina de Radiocentro. En el asiento de atrás viaja Odalys Fuentes con Raquel González como compañera. Por unos instantes me convierto en el antiguo jovencito tímido y azorado ante la belleza de la actriz. Le cuento la emoción que ella despertó en mi primer día de radio. Entonces comienza a recordar sucesos, fechas, personajes, a retazos, como quien no quiere darle importancia a su biografía. La misma cualidad que la lleva a parecer huidiza a las entrevistas y que tal vez sea la razón por la que no está entre otros Rostros que se escuchan. Odalys en la madurez conserva el encanto y la elegancia que hacen imposible que pase inadvertida a la mirada pública.

Josefa Bracero (Camagüey, 1942) ha recogido ya en dos libros la trayectoria de numerosos artistas cuyas vidas brillaron frente a los micrófonos. El primero de los volúmenes y otros Rostros que se escuchan conforman una magnífica base de datos con informaciones, anécdotas, opiniones, que ella ha salvado para la historia cultural de este país. A la Bracero hay que agradecerle esa mediación entre el recuerdo y el testimonio. En sus crónica-entrevistas descubrimos además una buena parte del historial como oyentes de millones de rostros invisibles. Fue el poder de esa audiencia el que, finalmente, definió los rasgos de estos Rostros de la radio.

jueves, 17 de enero de 2008


Radio Futuro llamando a los extraterrestres.
Por: Lázaro Sarmiento

Llamando a todas las estrellas.
Llamando a todas las estrellas. Si en el Universo hay seres capaces de captar este mensaje que respondan!

Este mensaje se transmitía a finales de la década de 1980 desde Radio Ciudad de La Habana, de lunes a viernes, entre las 10 y las 11 de la noche. En ese horario, el programa Radio Futuro, realizado por el autor de este blog, y conducido por los locutores Gladys Roque y Danilo José, pretendía establecer contacto con seres de otros sitios de la galaxia a través de la modesta antena de la emisora, ubicada en la azotea del Edificio ENE, en La Rampa, la zona de la capital cubana más frecuentada por los jóvenes .En la estación, teníamos la esperanza de que en cualquier momento, al abrirse la puerta del elevador , recibiríamos el saludo de alguna extraña criatura venida de un planeta lejano.

Casi veinte años después, 320 mil ordenadores alrededor del planeta, el complejo de antenas de Arecibo, en Puerto Rico, y el Observatorio Hat Creek, de San Francisco , buscan señales extraterrestres de una forma muy diferente a la de aquella aventura radiofónica en La Habana . Desde hace ocho años se desarrolla el proyecto SETI@Home, diseñado por la Universidad de Berkeley. En este empeño ya han colaborado cinco millones de personas mediante sus ordenadores personales en distintas partes del mundo.

Los pasos para tomar parte en esta cruzada son sencillos. Únicamente tienes que abrir la página del proyecto SETI@Home, inscribirte en el programa y bajar un software que se instalará en tu ordenador y recibirá datos para analizar Este software no interfiere en tus labores cotidianas pues solamente funciona como un salvapantallas, es decir, en los momentos en que tu ordenador queda sin uso, aprovechando así los tiempos muertos de la máquina.

La radio en los mapas del cielo.

Muchos años después de los “divertimentos galácticos” de Radio Ciudad , el poeta Sigfredo Ariel, en esa época uno de los pilares de la emisora, publicó en su libro “Born in Santa Clara” (Ediciones Unión, 2006), un poema que evoca aquellos días de radio de tanteos, alegrías y hallazgos.

El Mensajero

En programas de radio dedicados al triunfal
avance de la tecnología y la zafra del café
Lázaro Sarmiento transmitía mensajes
dirigidos a remotas galaxias: palabras a los seres
que deben dormitar en planetas si acaso
registrados con números y letras
en los mapas del cielo.

En el interior de ciertos carros que llevan
a los habaneros a las playas del oeste
Lázaro Sarmiento me contó sus dos o tres
encuentros con personas sospechosas
de haber arribado de otros mundos:
Junto al gran arrecife de la calle 70
donde ahora hay hoteles de nombres mitológicos
descubrió poblaciones de extraña procedencia
Si bien examinó sus ojos y sus cuerpos
no sacó nada en claro, me parece.

Pero en un rincón del cosmos
han de estar amontonados cientos y cientos
de mensajes que Lázaro Sarmiento
ha lanzado al Enigma con toda impunidad
empleando pequeños transmisores
propiedad del gobierno.

GMT-08:00 Hora del Pacifico. Justo cuando termino de teclear el poema de Sigfredo,recibo la llamada de un amigo de San Francisco, California. Desde hace unos meses, su ordenador está al servicio del http://setiathome.berkeley.edu/index.php. Siento placer en imaginar que alguno de aquellos mensajes enviados desde una radio perdida entre las estrellas haya rebotado en el disco duro de su máquina.
ecoestadistica.com