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lunes, 19 de septiembre de 2011

RELACIONES: SER ACTIVOS Y PASIVOS.


Primero: lo de activos y pasivos no tiene nada que ver con el estereotipo sobre uniones homosexuales. Tiene que ver con el disfrute del placer en una pareja independientemente de su identidad sexual.

Se trata de experiencias basadas en las sensaciones y de ejercicios centrados en el acto de tocar y acariciar, una vez como parte activa y otra como pasiva.

Ahora podemos seguir: durante un tiempo los terapeutas sexuales orientaban a sus pacientes que cuando en la cama asumieran el papel activo, trataran de de complacer a su pareja. Y cuando se comportaran como pasivos, comunicaran a la otra persona todo lo que les gustara y todo lo que no les agradara. Así nuestra pareja actuaría pensando en nuestras expectativas. Sin embargo, esta conducta podía generar mucha tensión.

En la actualidad hay terapeutas que han modificado esos puntos de vista. Ellos aconsejan que cuando actuemos como activos, debemos tocar para nuestro propio placer y no preocuparnos por lo que esté pensando o sintiendo nuestra pareja, tampoco debemos hablarle durante la experiencia ni pedirle reciprocidad. Debemos dar por sentado que la acaricia le gusta y si hay algo que le disguste ya nos lo dirá. En pocas palabras: cuando seamos activos la única tarea es concentrarnos en nuestras propias sensaciones.

Cuando nos corresponda ser el elemento pasivo, hay que relajarse y centrar la atención en las sensaciones que percibimos cuando nuestra pareja está tocándonos. De lo que se trata es de absorber las sensaciones como una esponja, con la única excepción de que si la otra persona hace algo que nos duele o moleste debemos comunicárselo.

Los autores de un libro que cada día me gusta más, Sexualidad sagrada (Ediciones Robin Book, S.L), consideran que “dividir las actividades en dos papeles específicos también contribuye a conocer más nuestro propio cuerpo-y el de nuestra pareja- que si practicamos tocando los dos al mismo tiempo”.Y más adelante afirman: “Este enfoque de papel pasivo/papel activo favorece asimismo una actitud que implica compartir y confianza”.

Tal vez en una reencarnación elija la profesión de terapeuta sexual.


Créditos de imagen: Louis_XV_N_Paris_2004 (tomada de internet)

viernes, 8 de enero de 2010

LA PROSTITUCION EN LA VIEJA HABANA.


Por: Lázaro Sarmiento

Sobre el tema de la prostitución en La Habana anterior al triunfo de la Revolución hay diversos matices y visiones. Por ejemplo, el ensayista Guillermo Jiménez discrepa de la afirmación de que el chulo era el personaje que dominaba la prostitución en todos los casos:

“Eso no ocurría realmente en La Victoria. La Victoria era un gran negocio, con casas de prostitución aristocráticas. Allí las mujeres eran presentables, cuando comenzaban a mostrar deterioro físico, las eliminaban. Existían los chulos, naturalmente, que formaban parte de la prostitución del lugar, para apaciguar las posibles violencias, que no las había mucho en los prostíbulos. Pero quienes dominaban realmente los mejores prostíbulos de La Victoria eran dos o tres homosexuales que había allí: Beto, Otto y un tercero que conocía de niño y era mi amigo, que se llamaba Tomasito. Desde luego, era nacido varón. Tomasita se convirtió en una gran potencia de la trata de blancas que se desarrolló en la década del cincuenta entre La Habana y Caracas. Y si había chulos importantes era, precisamente, los chulos de estos homosexuales. Había también una mujer muy famosa, muy atractiva, que era una de las grandes propietarias: tenía algunas casas. ”

Palabras de Guillermo Jiménez Soler durante su conversatorio en la Maqueta de La Habana, el 6 marzo de 1998. Esta intervención aparece incluida en el libro La Habana que va conmigo, selección de Mario Coyula (Letras Cubanas, 2002).

La Victoria es un barrio de Centro Habana.

Guillermo Jiménez Soler (La Habana, 1936) fue combatiente clandestino del Directorio Revolucionario, comandante del Ejército Rebelde y presidente del Banco Nacional de Cuba. Abogado, periodista y ensayista, es autor del los formidables libros Las Empresas de Cuba 1958 y Los propietarios de Cuba 1958.

domingo, 30 de agosto de 2009

LOS MODELOS DE MASCULINIDAD AL DESNUDO.

“Romper con la hegemonía de este modelo de hombre blanco, heterosexual, mujeriego y buen proveedor, debe ir acompañado también de la desmitificación de otros modelos no hegemónicos de masculinidad, entre los que se encuentran la del hombre negro violento, bien dotado y sexualmente perverso, o la del homo sexual débil y sentimental, entre otras.”

Este párrafo pertenece al artículo titulado Hombres al desnudo: de la mirada a la re-creación, de Yoimel González, publicado en la revista Caminos (No. 50, 2008). El autor escribe:

“No hay dudas de que nosotros, los hombres cubanos, hemos heredado de siglos un modelo de masculinidad aceptado socialmente como hegemónicos. No podemos olvidar que aunque en nuestro país se ha luchado contra las expresiones de machismo, nos hemos mantenido intransigentes respecto a los valores de esta masculinidad hegemónica, la cual sigue siendo representada, en general, por hombres blancos, citadinos y heterosexuales, aunque se añaden también a estos, los buenos padres proveedores, los cuadros políticos abnegados, los jóvenes o adultos exitosos en los estudios, los mujeriegos, músicos y deportistas”.

Seguidamente González cita una encuesta del año 2003 realizada por el psicólogo Maudel Cabrera Ardanás sobre subjetividad masculina. En este estudio los hombres cubanos consideraron como características propias la agresividad, la fortaleza física, el autocontrol, la valentía, la virilidad (por naturaleza) y el rol activo en las relaciones sexuales y de pareja en sentido general. “Además de esto, hay una asociación entre masculinidad y heterosexualidad, lo cual indica la homofobia latente en los hombres cubanos”.

Más adelante subraya que, sin embargo, sería falso afirmar que existe una manera rígida de vivir nuestras masculinidades y que estamos constantemente en presencia de indicios de que la ideología machista, junto con el modelo de masculinidad hegemónico en nuestro país está cambiando.

Según el artículo, esos cambios hacia el interior del sexo masculino se experimentan, “primero, en una mayor equidad en las relaciones de pareja, en una mayor participación en el hogar y en una paternidad más cercana y tierna en algunos padres, y segundo, en la cada vez más evidente presencia social de hombres no heterosexuales (homosexuales masculinos, travestis etc...) en nuestro país”.

A continuación el autor aborda el tema de nuestras masculinidades desde el prisma de hombres cristianos. Recordemos que Caminos es la Revista Cubana de Pensamiento Socioteológico.



jueves, 12 de marzo de 2009

HABANECIENDO CON BARBARA Y CHANTAL.

Por: Lázaro Sarmiento

En un tiempo fueron Farah María, Annia Linares, Mirta Medina… Y llegaron también las Ana Gabriel, las Rocío Jurado, las Paloma San Basilio... Los travestis que las encarnan lo hacen principalmente en paladares y cabarets modestos y alguna que otra vez en grandes teatros.

Hace unas noches fui al piano bar Habaneciendo invitado por un amigo que es director artístico y prepara por estos días un espectáculo de variedades. El Habaneciendo está en lo que era el segundo balcón del antiguo Radio Cine, luego Jigue, hoy Casa de la Música Habana. Se presentaba Bárbara Grave de Peralta, cantante que comenzó como una revelación de la música campesina y después hizo un giro hacia el pop, la balada y el reguentón. Su actual versatilidad necesita un adecuado asesoramiento que potencie sus posibilidades como intérprete.

El mini show de la Peralta incluyó en su primera parte un bolero, una guajira y un título internacional: La vida en rosa (en francés).Seguidamente anunció a un invitado muy especial , Chantal , un travesti del que , explica , fue la primera persona en asesorarla en imagen.

Durante unos minutos Chantal se adueñó con fuerza del mínimo escenario del Habaneciendo. Dobló canciones de Olga Tañón. El maquillaje perfecto. El traje de lujo. Se mueve como un pulpo cuando ataca. En reposo, copia la gestualidad de una estrella. Los espectadores en su mayoría parejas heterosexuales le tributaron cálidos aplausos. Y en algunas pupilas brilló el morbo que despiertan casi siempre las identidades travestidas.

“El show travesti puede entenderse como una de las estrategias de estos actores sociales para permanecer y sobrevivir. Este tipo de actividad consiste en un espectáculo donde el travesti representa a determinadas cantantes….En el show, el travesti desempeña un papel, instando implícitamente a sus públicos a que tomen en serio la actuación promovida entre ellos, haciendo creer que posee los atributos que ostenta.”


Estoy citando al investigador Abel Sierra Madero (Matanzas, 1976), autor del ensayo histórico social Del otro lado del espejo. La sexualidad en la construcción de la nación cubana (Casa de las Américas, 2006). En opinión de Carlos Monsiváis, este “es uno de esos libros indispensables de la nueva etapa latinoamericana de búsqueda de los prejuicios que tanto impiden las libertades esenciales y que en los espacios del comportamiento sexual y el cultivo de lo singular tanto han postergado el conocimiento de las grandes ventajas de la diversidad”.



Casualmente, unos días antes, había llegado a mis manos ese libro cuyos enfoques recordé mientras disfrutaba la actuación del travesti.

“El espectáculo funciona como una especie de plataforma para el despegue de una ‘carrera’ y ha seducido a casi todos los travestis, aunque la mayoría no ha construido su imagen con la finalidad de pisar un escenario. Muchos travestis luego de varios años de actuar en fiestas, cabarets o paladares, celebran el inicio de sus ‘carreras artísticas’, como usualmente hacen los artistas legitimados por los medios de comunicación”.




Del otro lado del espejo
fue Premio Casa de lasa Américas 2006. Este título de Abel Sierra Madero es esencial para un acercamiento a distintos aspectos del tema de la diversidad sexual en Cuba. Ya en el primer párrafo de la Introducción, el joven antropólogo destaca que mucho se ha escrito sobre la historia de la nación cubana, tanto en la historiografía de la Isla como desde la diáspora; “pero dentro de esa vastísima producción académica e historiográfica, existen numerosas zonas de silencio. Una de esas zonas es, sin duda, el tema de las homosexualidades y los homoerotismos”.

¿Y Chantal? Alguna gente del público premió su actuación colocándole varios billetes en el generoso escote. Luego desapareció en la media luz del pasillo mientras Bárbara Grave de Peralta, ya bien entrada la madrugada, interpretaba la canción Peligrosa.


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