miércoles, 17 de marzo de 2010
ANDAR EL PUERTO Y EL LITORAL DE LA HABANA.
El cuarto Taller Internacional sobre el Puerto y el Litoral de La Habana se efectuará la próxima semana en la capital de la Isla. Este evento es organizado por los Capítulos Cubano y Noruego del C.E.U. (Consejo para el Urbanismo Europeo) y el I.N.T.B.A.U. (Red Internacional para la Arquitectura y el Urbanismo Tradicional).
En Cordel de Fuego, boletín de la UNEAC en La Habana, (Año I. No.9. Marzo de 2010) tomé la siguiente información:
El encuentro “tiene como objetivo la elaboración de propuestas parael futuro desarrollo del frente marítimo, en especial de El Puerto yla Bahía habanera, objeto de tres talleres anteriores desarrollados en 2007, 2008 y 2009, en los cuales se ha explorado la ventaja deconvertirlo en un Puerto Recreativo- Deportivo- Comercial, para dotara la ciudad de mayores atractivos y propiciar la extensión del espaciopúblico frente al mar, y dar una imagen contemporánea a la capital.”
El Taller sesionará del 22 al 27 de marzo en la planta alta del Hostal Condes de Villanueva, La Habana Vieja, con la participación de numeras instituciones y personalidades nacionales y extranjeras. Los asistentes recibirán varias conferencias introductorias, tendrán sesiones de trabajo en equipos y presentarán sus resultados el último día del evento.
Esta cuarta Convocatoria del Taller Internacional sobre El Puerto y El Litoral de La Habana brindará “propuestas de diseño para el desarrollo del frente marítimo del sector Norte del Puerto de La Habana, Casablanca y de la Habana del Este, que permitirán concebir una visión integral desde el punto de vista paisajístico y urbanístico del área de estudio”, con el fin de realzar la imagen de la capital de todos los cubanos.
IMÁGENES ACTUALES DEL PUERTO DE LA HABANA
La Habana Puerto de La Habana diseño marítimo Casablanca Habana del Este litoral Habana taller internacional
domingo, 14 de marzo de 2010
ESCUCHANDO RADIO EN MATANZAS.
Por: Lázaro Sarmiento
Acabo de regresar de la ciudad de Matanzas donde integré el jurado del 2do Concurso de Programas Dramatizados y Culturales de Radio "Evaldo Milián in memorian”. Este evento , patrocinado por la Asociación de Cine, Radio y Televisión de la UNEAC en Matanzas, me proporcionó varias satisfacciones. La primera: escuchar producciones radiofónicas de todo el país realizadas por gente talentosa, bien informada y con amplio dominio del lenguaje del medio. La segunda: dialogar sobre los más diversos temas con dos realizadores de Sagua la Grande que también son blogueros que sigo en Cuba Blogs Club y con los cuales comparto enlaces: Adrián Quintero Marrero y Maikel González Vivero . Y la otra satisfacción: andar al ritmo de la curiosidad y el ocio expectante por las calles, pasadizos, iglesias, puentes, museos y línea costera de esta ciudad que se regocija en una tradición cultural que justifica el sobrenombre de la Atenas de Cuba. (El olvido de la cámara en el hotel impidió que fotografiara el siempre estimulante paisaje matancero)
Mención fraternal para William E. Quintana, actor, director de radio y promotor, por sus dotes como organizador del concurso y el taller. Y para Leo García, director de programas y uno de los laboriosos ejecutivos de la UNEAC en Matanzas.
Radio Matanzas UNEAC programas blogueros Evaldo Milián in memorian radio cubana
Acabo de regresar de la ciudad de Matanzas donde integré el jurado del 2do Concurso de Programas Dramatizados y Culturales de Radio "Evaldo Milián in memorian”. Este evento , patrocinado por la Asociación de Cine, Radio y Televisión de la UNEAC en Matanzas, me proporcionó varias satisfacciones. La primera: escuchar producciones radiofónicas de todo el país realizadas por gente talentosa, bien informada y con amplio dominio del lenguaje del medio. La segunda: dialogar sobre los más diversos temas con dos realizadores de Sagua la Grande que también son blogueros que sigo en Cuba Blogs Club y con los cuales comparto enlaces: Adrián Quintero Marrero y Maikel González Vivero . Y la otra satisfacción: andar al ritmo de la curiosidad y el ocio expectante por las calles, pasadizos, iglesias, puentes, museos y línea costera de esta ciudad que se regocija en una tradición cultural que justifica el sobrenombre de la Atenas de Cuba. (El olvido de la cámara en el hotel impidió que fotografiara el siempre estimulante paisaje matancero)
Mención fraternal para William E. Quintana, actor, director de radio y promotor, por sus dotes como organizador del concurso y el taller. Y para Leo García, director de programas y uno de los laboriosos ejecutivos de la UNEAC en Matanzas.
Maikel González, Lázaro Sarmiento y Adrián Quintero. Concurso de Programas Dramatizados y Culturales de Radio "Evaldo Milián in memorian”. Matanzas, marzo 2010.
Radio Matanzas UNEAC programas blogueros Evaldo Milián in memorian radio cubana
domingo, 21 de febrero de 2010
UNA AMISTAD EN LA HABANA: HEMINGWAY Y CAMPOAMOR.
Por: Lázaro Sarmiento
Fue la persona a la que Ernest Hemingway le entregó la medalla de su Premio Nobel con la misión de que la colocara en el santuario de la Virgen del Cobre en Santiago de Cuba, donde permanece desde entonces. El acontecimiento tuvo lugar el 13 de agosto de 1956 en la Cervecería Hatuey del Cotorro. Este lugar sirvió de escenario a un sentido homenaje al autor de El viejo y el mar, en el que participaron relevantes personalidades de la cultura, periodistas, instituciones y pescadores de Cojímar.
La persona a la que me estoy refiriendo es Fernando G. Campoamor, periodista que nació en Artemisa el 4 de junio de 1914 y murió en La Habana el 29 de diciembre de 2001. Su nombre no me era ajeno pues conocía textos suyos sobre el ron, el turismo, la guayabera y El Floridita, entre otros, y - claro está- sobre su relación con Ernest Hemingway. Entre ambos hubo una relación fraternal, admiración intelectual y afinidades compartidas. Sin embargo, poco conocía de los últimos años de vida de Campoamor. Incluso, algunas web culturales cubanas no consignan la fecha de su fallecimiento.
El profesor en Cultura Física y Deportes Osmar Mariño Rodríguez (Holguín, 1964) conoció a Campoamor en La Habana una tarde de 1997. La amistad y el diálogo surgido entre el joven con inquietudes investigativas y el periodista de larga experiencia, cristalizó años después en este libro de 86 páginas de Mariño, calificado como indagación entre el periodismo y el testimonio, titulado La Habana de Hemingway y Campoamor (Ediciones Extramuros, La Habana, 2009) .
MI DAIQUIRI EN EL FLORIDITA…
Por cierto, a través de las palabras de Campoamor recogidas por Mariño conozco la explicación sobre la famosa frase que Hemingway escribió en un cuadro que hay en el bar de La Bodeguita del Medio, un lugar legendario de la capital cubana debido a la magia de su ambiente y a los viajeros de todo el planeta que han pasado por este restaurante de La Habana Vieja. La frase de Hemingway en cuestión dice: "Mi daiquirí en El Floridita, mi mojito en La Bodeguita”.
“Sin embargo, fue sólo una estrategia para atraer más turistas, ya que Hemingway no fue un cliente fijo de La Bodeguita. Huía de los periodistas que visitaban mucho este sitio.”
Bueno, esta es solo una anécdota pequeña contada en el libro. Hay otros datos en sus páginas que lo convierten en una lectura interesante, informativa y amena. Sobre todo, constituye un tributo a una personalidad cubana de la que el escritor Lisandro Otero dijo:
“Dotado de una notable facilidad para la comunicación verbal y posibilidades especiales para el dominio de la prosa, Campoamor fue absorbido por una entrega total al periodismo, lo cual le impidió dejar una obra relevante. Personalidad polémica en el ambiente cultural cubano de su tiempo (…) Deben saludarse esfuerzos como éste, que implican el rescate de parcelas injustamente olvidadas de nuestro patrimonio”.
Aquí la fórmula del daiquirí especial, de Hemingway, citado por Campoamor en la entrevista publicada en el libro La Habana de Hemingway y Campoamor:
4 onzas de Habana Club Light Dry
2 cucharaditas de juego de toronja
1 cucharadita de marrasquino
1 limón verde
Y hielo frappé.
Foto tomada en el homenaje a Ernest Hemingway, efectuado en la cervecería Hatuey, en el Cotorro, La Habana, el 13 de agosto de 1956. El maestro de ceremonias fue el locutor Manolo Ortega. Actuaron Los Cumbancheros Cubanos, Luis Carbonell y Amelita Frades. El organizador del evento fue el periodista Fernando G. Campoamor, gran amigo de Hemingway en Cuba.
TEXTOS RELACIONADOS CON HEMINGWAY Y LA HABANA:
HEMINGWAY Y SU AMANTE HABANERA.
AVA GARDNER EN LA HABANA.
CAFÉ PARIS
LAS HORAS DEL HOTEL NEW YORK
DESEMBARCO POR LA LANCHITA DE REGLA.
Cuba La Habana Hemingway Fernando G. Campoamor amistad Floridita, Osmar Mariño Nobel periodismo periodistas cubanos ambiente cultural ron Habana Club Virgen del Cobre
Fue la persona a la que Ernest Hemingway le entregó la medalla de su Premio Nobel con la misión de que la colocara en el santuario de la Virgen del Cobre en Santiago de Cuba, donde permanece desde entonces. El acontecimiento tuvo lugar el 13 de agosto de 1956 en la Cervecería Hatuey del Cotorro. Este lugar sirvió de escenario a un sentido homenaje al autor de El viejo y el mar, en el que participaron relevantes personalidades de la cultura, periodistas, instituciones y pescadores de Cojímar.
La persona a la que me estoy refiriendo es Fernando G. Campoamor, periodista que nació en Artemisa el 4 de junio de 1914 y murió en La Habana el 29 de diciembre de 2001. Su nombre no me era ajeno pues conocía textos suyos sobre el ron, el turismo, la guayabera y El Floridita, entre otros, y - claro está- sobre su relación con Ernest Hemingway. Entre ambos hubo una relación fraternal, admiración intelectual y afinidades compartidas. Sin embargo, poco conocía de los últimos años de vida de Campoamor. Incluso, algunas web culturales cubanas no consignan la fecha de su fallecimiento.
El profesor en Cultura Física y Deportes Osmar Mariño Rodríguez (Holguín, 1964) conoció a Campoamor en La Habana una tarde de 1997. La amistad y el diálogo surgido entre el joven con inquietudes investigativas y el periodista de larga experiencia, cristalizó años después en este libro de 86 páginas de Mariño, calificado como indagación entre el periodismo y el testimonio, titulado La Habana de Hemingway y Campoamor (Ediciones Extramuros, La Habana, 2009) .
MI DAIQUIRI EN EL FLORIDITA…
Por cierto, a través de las palabras de Campoamor recogidas por Mariño conozco la explicación sobre la famosa frase que Hemingway escribió en un cuadro que hay en el bar de La Bodeguita del Medio, un lugar legendario de la capital cubana debido a la magia de su ambiente y a los viajeros de todo el planeta que han pasado por este restaurante de La Habana Vieja. La frase de Hemingway en cuestión dice: "Mi daiquirí en El Floridita, mi mojito en La Bodeguita”.
“Sin embargo, fue sólo una estrategia para atraer más turistas, ya que Hemingway no fue un cliente fijo de La Bodeguita. Huía de los periodistas que visitaban mucho este sitio.”
Bueno, esta es solo una anécdota pequeña contada en el libro. Hay otros datos en sus páginas que lo convierten en una lectura interesante, informativa y amena. Sobre todo, constituye un tributo a una personalidad cubana de la que el escritor Lisandro Otero dijo:
“Dotado de una notable facilidad para la comunicación verbal y posibilidades especiales para el dominio de la prosa, Campoamor fue absorbido por una entrega total al periodismo, lo cual le impidió dejar una obra relevante. Personalidad polémica en el ambiente cultural cubano de su tiempo (…) Deben saludarse esfuerzos como éste, que implican el rescate de parcelas injustamente olvidadas de nuestro patrimonio”.
Aquí la fórmula del daiquirí especial, de Hemingway, citado por Campoamor en la entrevista publicada en el libro La Habana de Hemingway y Campoamor:
4 onzas de Habana Club Light Dry
2 cucharaditas de juego de toronja
1 cucharadita de marrasquino
1 limón verde
Y hielo frappé.
Foto tomada en el homenaje a Ernest Hemingway, efectuado en la cervecería Hatuey, en el Cotorro, La Habana, el 13 de agosto de 1956. El maestro de ceremonias fue el locutor Manolo Ortega. Actuaron Los Cumbancheros Cubanos, Luis Carbonell y Amelita Frades. El organizador del evento fue el periodista Fernando G. Campoamor, gran amigo de Hemingway en Cuba.
TEXTOS RELACIONADOS CON HEMINGWAY Y LA HABANA:
HEMINGWAY Y SU AMANTE HABANERA.
AVA GARDNER EN LA HABANA.
CAFÉ PARIS
LAS HORAS DEL HOTEL NEW YORK
DESEMBARCO POR LA LANCHITA DE REGLA.
Cuba La Habana Hemingway Fernando G. Campoamor amistad Floridita, Osmar Mariño Nobel periodismo periodistas cubanos ambiente cultural ron Habana Club Virgen del Cobre
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miércoles, 17 de febrero de 2010
ANIMAL DE COSTUMBRES, A LOS PIES DEL GLAMOUR.
Por: Lázaro Sarmiento
Pudiera estar varias semanas seguidas, todas los días a las cinco de la tarde, viendo una película de Marlene Dietrich sin que me interés y placer decayeran. Para decirlo con palabras de Carlos Monsiváis, “varían las estéticas, las tramas se pulverizan al ritmo del desvencijamiento de la moral que las hizo creíbles, el recuerdo es piadoso o hilarante…pero, en verdad proteicas, en cada exhibición nacen de la espuma celuloidal Greta Garbo, Marlene Dietrich, Jean Harlow…”(hay otros nombres en la lista).
Hoy finalizó en la Cinemateca de Cuba el ciclo dedicado a la mítica figura. El cierre fue con el documental Marlene Dietrich: su propia canción (2001) el cual enfatiza la participación de la actriz en la lucha antifascista. Aunque correcto y con testimonios interesantes, deja fuera aspectos esenciales de su personalidad y trayectoria fílmica. Lo disfruté pero no colmó mis expectativas.
Marlene Dietrich glamour Hildegard Knef Cinemateca de Cuba, actriz diva, documental legendaria cines de La Habana artistas de Alemania
Pudiera estar varias semanas seguidas, todas los días a las cinco de la tarde, viendo una película de Marlene Dietrich sin que me interés y placer decayeran. Para decirlo con palabras de Carlos Monsiváis, “varían las estéticas, las tramas se pulverizan al ritmo del desvencijamiento de la moral que las hizo creíbles, el recuerdo es piadoso o hilarante…pero, en verdad proteicas, en cada exhibición nacen de la espuma celuloidal Greta Garbo, Marlene Dietrich, Jean Harlow…”(hay otros nombres en la lista).
Hoy finalizó en la Cinemateca de Cuba el ciclo dedicado a la mítica figura. El cierre fue con el documental Marlene Dietrich: su propia canción (2001) el cual enfatiza la participación de la actriz en la lucha antifascista. Aunque correcto y con testimonios interesantes, deja fuera aspectos esenciales de su personalidad y trayectoria fílmica. Lo disfruté pero no colmó mis expectativas.
El documental hizo que me fijara en Hildegard Knef (1925-2002), quien fuera una de las artistas más populares en Alemania. A esta actriz , cantante y autora de dos libros, la visualizo lejanamente en la memoria por su actuación en Fedora (1978), en el papel de madre de Marthe Keller. Actuó como actriz secundaria de lujo en Las nieves del Kilimanjaro,de la que alguna vez fui espectador en la televisión , pero de cuyo papel no recuerdo nada. Lamentablemente, ignoro sus filmes como protagonista así como sus grabaciones musicales.
El testimonio que Hildegard Knef ofrece en el documental es revelador, duro y conmovedor a la vez. Cuando Marlene estaba ya recluida por su propia voluntad en un apartamento de París, Hildegard llega hasta la puerta del edificio donde vive su antigua amiga. La llama por teléfono y le pide que la deje subir. Pero Marlene, prisionera de su leyenda, no le abre la puerta.
Ahora me gustaría vampirizarme durante semanas por un ciclo con películas de Hildegard Knef. Y luego por otros dedicados a Dolores del Río, Greta Garbo, Mae West, Joan Crawford… Así, todos los días, a la cinco de la tarde, durante años, hasta convertirme en un animal de costumbres a los pies del glamour y la “espuma celuloidal”.
Marlene Dietrich glamour Hildegard Knef Cinemateca de Cuba, actriz diva, documental legendaria cines de La Habana artistas de Alemania
martes, 16 de febrero de 2010
RUMBERAS CUBANAS, REINAS EN EL CINE.
Por: Lázaro Sarmiento
Cinco mujeres están consideradas las reinas de las películas de rumberas. Ellas son: María Antonieta Pons, Meche Barba, Amalia Aguilar, Ninón Sevilla y Rosa Carmina. Las cinco triunfaron en el cine mexicano de las décadas del 40 y el 50. El periodista Fernando Muñoz Castillo en un libro que escribió en 1993 las llamó Las reinas del Trópico. Cuatro de ellas nacieron en Cuba.
Recientemente la Cinemateca de Cuba presentó un ciclo de películas protagonizadas por estas bailarinas y actrices. Y el 3 de febrero se efectuó en la Galería Servando de La Habana el panel titulado “Influencia del cine mexicano de rumberas en el cine cubano de antes del 59”. Participaron: Iván Trujillo, el director Enrique Pineda Barnet,el escritor Reinaldo González y el cineasta Manuel Herrera, actual director de la Cinemateca de la isla. El encuentro contó con la presencia de un grupo de artistas cubanas que a lo largo de sus carreras se relacionaron de alguna manera con los espectáculos de rumba en teatros, cabarets y en televisión: Olga Navarro, Cary Chantres, Mina Reyes, Nilda Collado y Norma Naranjo.
Una de las películas “clásicas” del cine de rumberas es la titulada Humo en los ojos, dirigida en 1946 por Alberto Gout. En su imprescindible y deliciosa Historia documental del cine mexicano, el investigador Emilio García Riera escribe el siguiente comentario:
“Es curioso el desenlace de este melodrama tropical. David Silva se siente incestuoso por simple solidaridad con su ex amante María Luisa Zea y eso le hace renunciar a una Meche Barba más fatal que nunca, a quien casi todos los personajes tienen ganas de clavarle algo (cuchillos, tijeras, etcétera). En el microcosmos del cabaret tropical, Gout descubría cuán trágicamente chocan las pasiones con las revelaciones de parentesco. Al mismo tiempo, Gout iba encontrando, tanto para él como para el género del que sería campeón, el estilo que le daría prosperidad en los próximos años.”
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Cinco mujeres están consideradas las reinas de las películas de rumberas. Ellas son: María Antonieta Pons, Meche Barba, Amalia Aguilar, Ninón Sevilla y Rosa Carmina. Las cinco triunfaron en el cine mexicano de las décadas del 40 y el 50. El periodista Fernando Muñoz Castillo en un libro que escribió en 1993 las llamó Las reinas del Trópico. Cuatro de ellas nacieron en Cuba.
Recientemente la Cinemateca de Cuba presentó un ciclo de películas protagonizadas por estas bailarinas y actrices. Y el 3 de febrero se efectuó en la Galería Servando de La Habana el panel titulado “Influencia del cine mexicano de rumberas en el cine cubano de antes del 59”. Participaron: Iván Trujillo, el director Enrique Pineda Barnet,el escritor Reinaldo González y el cineasta Manuel Herrera, actual director de la Cinemateca de la isla. El encuentro contó con la presencia de un grupo de artistas cubanas que a lo largo de sus carreras se relacionaron de alguna manera con los espectáculos de rumba en teatros, cabarets y en televisión: Olga Navarro, Cary Chantres, Mina Reyes, Nilda Collado y Norma Naranjo.
Una de las películas “clásicas” del cine de rumberas es la titulada Humo en los ojos, dirigida en 1946 por Alberto Gout. En su imprescindible y deliciosa Historia documental del cine mexicano, el investigador Emilio García Riera escribe el siguiente comentario:
“Es curioso el desenlace de este melodrama tropical. David Silva se siente incestuoso por simple solidaridad con su ex amante María Luisa Zea y eso le hace renunciar a una Meche Barba más fatal que nunca, a quien casi todos los personajes tienen ganas de clavarle algo (cuchillos, tijeras, etcétera). En el microcosmos del cabaret tropical, Gout descubría cuán trágicamente chocan las pasiones con las revelaciones de parentesco. Al mismo tiempo, Gout iba encontrando, tanto para él como para el género del que sería campeón, el estilo que le daría prosperidad en los próximos años.”
A finales de la década de 1950, el cine mexicano de rumberas se extinguió. Parecía que dentro de las nuevas tendencias cinematográficas no había lugar para el erotismo silvestre de estas mujeres de fuego y peligrosa belleza. Entonces, algunas se retiraron y otras pasaron a la televisión. En ocasiones hicieron apariciones especiales en la pantalla grande.
María Antonieta Pons (La Habana 11 de junio de 1922-Ciudad de México 20 de agostó de 2004). Se retiró del cine en los años sesentas. Murió a los 82 años de edad.
Meche Barba (Nueva York 24 de septiembre de 1922-Ciudad de México 14 de enero de 2000). A partir de los años 80 actuó en varias telenovelas. En 1992 regresa al cine y obtiene el premio Ariel por su actuación el filme Los años de Greta. Falleció a los 77 años de edad.
María Antonieta Pons (La Habana 11 de junio de 1922-Ciudad de México 20 de agostó de 2004). Se retiró del cine en los años sesentas. Murió a los 82 años de edad.
Meche Barba (Nueva York 24 de septiembre de 1922-Ciudad de México 14 de enero de 2000). A partir de los años 80 actuó en varias telenovelas. En 1992 regresa al cine y obtiene el premio Ariel por su actuación el filme Los años de Greta. Falleció a los 77 años de edad.
Ninón Sevilla nació en La Habana el 10 de noviembre de 1922. Como otras estrellas del cine de rumberas se retiró de la industria cinematográfica a fines de los 50. Retornó en 1992 con la cinta Noche de carnaval, con la que obtuvo un premio Ariel. En las dos última décadas intervino en numerosas telenovelas mexicanas. Recientemente la Unión de Escritores y Artistas de Cuba le entregó en la Ciudad de México el Premio Raquel Revuelta por su trayectoria en el cine.
Amalia Aguilar nació en Matanzas, Cuba, el 3 de junio de 1924. Se retiró del cine a fines de la década del cincuenta. Retornó a los escenarios en los años setentas. Desde entonces solo ha tenido actuaciones especiales en algunas películas.
Rosa Carmina, la más joven de las reinas rumberas, nació en La Habana el 19 de noviembre de 1929. Se mantuvo en el cine mexicano hasta mediados de la década de 1980. Luego actuó en varias telenovelas. Su última aparición fue en 1992 en la telenovela María Mercedes. En la actualidad reside en la ciudad española de Barcelona.
Amalia Aguilar nació en Matanzas, Cuba, el 3 de junio de 1924. Se retiró del cine a fines de la década del cincuenta. Retornó a los escenarios en los años setentas. Desde entonces solo ha tenido actuaciones especiales en algunas películas.
Rosa Carmina, la más joven de las reinas rumberas, nació en La Habana el 19 de noviembre de 1929. Se mantuvo en el cine mexicano hasta mediados de la década de 1980. Luego actuó en varias telenovelas. Su última aparición fue en 1992 en la telenovela María Mercedes. En la actualidad reside en la ciudad española de Barcelona.
Finalmente, a partir de los años ochenta las carreras de las Reinas del Trópico comenzaron a ser reconocidas. Ahora, muchas malas películas del viejo cine de rumberas vuelven a verse gracias al interés que suscitan estas mujeres que se movían por la pantalla envueltas en el humo del cabaret, agitadas por músicas trepidantes, marcadas en ocasiones por sus pecados y condenadas o redimidas al cierre de tramas insulsas y desvencijadas .
Aunque parezca increíble, ellas salvaron ese cine del olvido.
Aunque parezca increíble, ellas salvaron ese cine del olvido.
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