lunes, 24 de noviembre de 2008
Alicia y Fernando Alonso juntos en Life.
Por: Lázaro Sarmiento
Dos millones de imágenes del impresionante archivo fotográfico de la revista estadounidense Life han sido subidas a internet por Google. El 95 por ciento de esas imágenes nunca habían sido publicadas.
En esta galería online encontramos 45 fotografías de Alicia Alonso, una de las figuras más importantes de la danza en todos los tiempos. En cinco de las fotografías de Life que ahora están en Internet, Alicia aparece junto a Fernando Alonso, quien fuera su compañero en la vida y en el ballet. Las imágenes fueron realizadas en Estados Unidos en 1947.
Necesitaríamos muchas cuentas de internet para bucear en las profundidades de este océano memorioso, ahora digital.
http://images.google.com.cu/images?gbv=2&hl=es&safe=off&q=alicia+alonso++source%3Alife&btnG=Buscar+im%C3%A1genes
Del libro Fernando Alonso: danza con la vida ( Letras Cubanas, La Habana, 2000): “En el otoño de 1947 Fernando regresa a Nueva York para su temporada final con el Ballet Theatre. Vuelve a la escena con obras conocidas: Romeo y Julieta, El lago de los cisnes y otras”.
Precisamente esta foto de Alicia y Fernando, de la galería online de Life en Google, data de 1947. Google afirmó que planea ampliar la fotogalería hasta volcar el total de los diez millones de imágenes que almacena Life en sus archivos; lo que supone buena parte de la memoria visual del siglo XX.
Precisamente esta foto de Alicia y Fernando, de la galería online de Life en Google, data de 1947. Google afirmó que planea ampliar la fotogalería hasta volcar el total de los diez millones de imágenes que almacena Life en sus archivos; lo que supone buena parte de la memoria visual del siglo XX.
Otra de las imágenes de Alicia y Fernando en American Ballet Theater de Nueva York, 1947. Las fotos de Life en Google son gratis para usarlas de manera personal y sin fines comerciales. La venta solo incluye las fotografías enmarcadas en alta resolución, con precios que van desde los 80 hasta los 110 dólares, dependiendo del tamaño.
http://images.google.com.cu/images?gbv=2&hl=es&safe=off&q=alicia+alonso++source%3Alife&btnG=Buscar+im%C3%A1genes
domingo, 23 de noviembre de 2008
Las telenovelas no pueden sustituir a los noticieros.
Por: Lázaro Sarmiento
Por: Lázaro Sarmiento
La televisión no es mi tema, ni un tema que me gusta debatir ya que puede ocurrir que la discusión no tenga fin, o termine repitiendo una serie de lugares comunes, o ignorando otros. Todo el mundo tiene su concepción de lo que debe ser este medio, en primer lugar, porque todos somos televidentes. El asunto se complica por la existencia de un prejuicio muy generalizado sobre la televisión.
En el artículo Telenovelas: Una Cuba recreada (La Calle del Medio. Número 05, septiembre 2008. Prensa Latina) Yuris Nórido expresa sus interesantes puntos de vista sobre un género favorito de una buena parte de los televidentes. Después de enumerar las características tradicionales de la telenovela (por ejemplo, recuerda que se sustenta en las peripecias del amor y la pasión), así como las aspiraciones del dramatizado audiovisual contemporáneo de buscar nuevos acercamientos a los problemas actuales de la sociedad, el periodista señala:
“Pero en la Cuba de ahora mismo los realizadores se han visto ante el reto de ofrecerle a la gente la telenovela de toda la vida y de paso complacer a los muchos que piden que los dramatizados del patio reflejen con objetividad y sin medias tintas la compleja realidad nacional”.
Nórido observa que por telenovela pasan productos que no necesariamente encajan en los moldes del género y que buena parte del público termina por decepcionarse y aburrirse.
“La Cuba contemporánea que recrean las telenovelas no es necesariamente la que todos los espectadores esperan ver recreadas. Lo que a algún segmento del público podrá parecerle superficial o insuficiente, a otro podrá parecerle fuera de lugar o sobredimensionado.”
En el artículo Telenovelas: Una Cuba recreada (La Calle del Medio. Número 05, septiembre 2008. Prensa Latina) Yuris Nórido expresa sus interesantes puntos de vista sobre un género favorito de una buena parte de los televidentes. Después de enumerar las características tradicionales de la telenovela (por ejemplo, recuerda que se sustenta en las peripecias del amor y la pasión), así como las aspiraciones del dramatizado audiovisual contemporáneo de buscar nuevos acercamientos a los problemas actuales de la sociedad, el periodista señala:
“Pero en la Cuba de ahora mismo los realizadores se han visto ante el reto de ofrecerle a la gente la telenovela de toda la vida y de paso complacer a los muchos que piden que los dramatizados del patio reflejen con objetividad y sin medias tintas la compleja realidad nacional”.
Nórido observa que por telenovela pasan productos que no necesariamente encajan en los moldes del género y que buena parte del público termina por decepcionarse y aburrirse.
“La Cuba contemporánea que recrean las telenovelas no es necesariamente la que todos los espectadores esperan ver recreadas. Lo que a algún segmento del público podrá parecerle superficial o insuficiente, a otro podrá parecerle fuera de lugar o sobredimensionado.”
Expresa el articulista que resultaría inocente – o muy premeditado desaprovechar el impacto del dramatizado en el público y su influencia en la formación de valores, así como su potencial para orientar y educar. Luego subraya lo que muchas veces los programadores, guionistas y directores parecen olvidar: la telenovela “primero que todo tiene que entretener, recrear”.
Y ahora viene lo que más me interesó de este artículo de Yuris Nórido en La Calle del Medio:
“Hemos sido testigos de cómo el dramatizado cubano ha abordado primero y con más frecuencia que otras instancias comunicativas algunos temas espinosos como los prejuicios con la sexualidad, el SIDA, la corrupción, la emigración, la violencia, las carencias económicas”
“Cuando el acercamiento a esos temas ha parecido insuficiente, desafortunado o exagerado, no pocos sectores de la sociedad han reclamado con toda justicia y derecho; pero no siempre se tiene en cuenta que el ámbito ideal para un debate más profundo y acucioso sobre la realidad nacional es el periodismo, la investigación. A la telenovela, en todo caso, no habría que pedirle lo que puede y debe ofrecer el Noticiero”.
Y ahora viene lo que más me interesó de este artículo de Yuris Nórido en La Calle del Medio:
“Hemos sido testigos de cómo el dramatizado cubano ha abordado primero y con más frecuencia que otras instancias comunicativas algunos temas espinosos como los prejuicios con la sexualidad, el SIDA, la corrupción, la emigración, la violencia, las carencias económicas”
“Cuando el acercamiento a esos temas ha parecido insuficiente, desafortunado o exagerado, no pocos sectores de la sociedad han reclamado con toda justicia y derecho; pero no siempre se tiene en cuenta que el ámbito ideal para un debate más profundo y acucioso sobre la realidad nacional es el periodismo, la investigación. A la telenovela, en todo caso, no habría que pedirle lo que puede y debe ofrecer el Noticiero”.
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