Por: Lázaro Sarmiento
Entremos al Águila de Oro, el cine del Barrio Chino de La Habana y uno de los pocos cines de barrio que aún funcionan. En las paredes hay una decoración que sugiere varias lecturas.
1.- Expresa la voluntad de los empleados por dignificar su labor y embellecer el local.
2.-Los murales de recortes sustituyen elementos decorativos que deberían formar parte de una real estrategia publicitaria y un buen diseño artístico.
3- Al decorar el reducido recibidor con estas fotos y carteles están enfrentando el temor de que el local pueda ser cerrado. Los cines de barrio están en extinción y este “debe estar en remojo”.
4.- Hay un desfase entre las imágenes y el deterioro general de la instalación.
5.- Lo kitsch, lo espontáneo, pasa a ser secundario.
6.- Refleja pequeños mundos ocultos con una capacidad espontánea para constituirse.
El Águila de Oro tiene algo de caja china. En lo que era la platea original han construido en un rincón una habitación pequeña, como una caja. Dentro proyectan películas en video, la mayoría de artes marciales, aunque también se incluyen cintas como Helena de Troya.
Miles van der Roher, refiriéndose a la arquitectura, decía: Dios está en los detalles. Un frío espíritu esteticista tal vez dejaría fuera los detalles este local.
Yo prefiero tratar de interpretar los mensajes que ese dios de barrio está transmitiendo.