Mostrando entradas con la etiqueta Andrew Sean Greer. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Andrew Sean Greer. Mostrar todas las entradas

jueves, 14 de mayo de 2009

LOS ENAMORADOS SE TRANSFORMAN EN MONSTRUOS


Por: Lázaro Sarmiento

Deberíamos hacer públicas nuestras experiencias como monstruos. Incluso me gustaría que algunos de los lectores de este blog me enviaran las suyas para publicarlas. Estuve pensando en esta idea después de recordar la tesis del escritor Andrew Sean Greer (Washington, 1970) de que “cualquier enamorado se transforma en un monstruo en algún momento.”

La afirmación la hizo Andrew Sean Greer durante la entrevista que en enero de 2005 le concedió al periodista Gabi Martínez de La Razón, a raíz de la publicación en España de Las confesiones de Max Tivoli (Editorial Destino).

“-¿Qué es un monstruo para ti?

-Una criatura egoísta .Los niños son monstruos, las madres rara vez lo son. Los artistas son monstruos; y los hombres de negocios; también los seductores y los hombres malos. Cualquier enamorado se transforma en un monstruo en algún momento, y estamos dispuestos a manipular o perjudicar -¡al objeto de nuestro amor¡-por mantenerlo. A menudo, King Kong es citado como una gran historia de amor, y estoy de acuerdo.

“Yo quería que el sentimiento de amor y felicidad fuera como un pájaro en el pecho de Max, saltando de rama en rama, nunca posado quieto. Porque nunca somos el mismo, en ningún momento. Los grandes amantes navegan y dudan y se mueven adelante y atrás, varias veces al día, incluso a lo largo del mismo día. Somos criaturas intrincadas, y esto hace todo más difícil. Y, como Alicia, uno debe correr tan rápido como pueda sólo para quedarse en el mismo lugar. "


Yo creo que si tuviéramos el valor o el sentido del humor, o la inteligencia, o el cinismo, de hacer públicas nuestras experiencias como enamorados comprobaríamos cuan común es la monstruosidad. .


Imagen: La ducha eléctrica, óleo sobre tela,
(1999) de Rocío García. Serie: Hombres, machos y marineros.

Imagen de la cabecera: Fotograma del filme El imperio de los sentidos.

viernes, 10 de octubre de 2008


Los enamorados se transforman en monstruos.
Por: Lázaro Sarmiento

Cualquier enamorado se transforma en un monstruo en algún momento. Esto afirma el escritor Andrew Sean Greer (Washington, 1970). Me gusta su novela “Las confesiones de Max Tivoli”. Me gusta como este autor mira la vida y las respuestas que da a la prensa. Pero no voy a referirme a sus libros.

Buscando entre mis recortes de periódicos (los cuales se niegan a rendirse a la computadora), encontré una entrevista a Andrew Sean Greer que le hizo en enero de 2005 Gabi Martínez para el periódico La Razón, a raíz de la publicación en España de “Las confesiones de Max Tivoli” (Editorial Destino).

“-¿Qué es un monstruo para ti?

-Una criatura egoísta .Los niños son monstruos, las madres rara vez lo son. Los artistas son monstruos; y los hombres de negocios; también los seductores y los hombres malos. Cualquier enamorado se transforma en un monstruo en algún momento, y estamos dispuestos a manipular o perjudicar -¡al objeto de nuestro amor¡-por mantenerlo. A menudo, King Kong es citado como una gran historia de amor, y estoy de acuerdo.

“Yo quería que el sentimiento de amor y felicidad fuera como un pájaro en el pecho de Max, saltando de rama en rama, nunca posado quieto. Porque nunca somos el mismo, en ningún momento. Los grandes amantes navegan y dudan y se mueven adelante y atrás, varias veces al día, incluso a lo largo del mismo día. Somos criaturas intrincadas, y esto hace todo más difícil. Y, como Alicia, uno debe correr tan rápido como pueda sólo para quedarse en el mismo lugar”.

-“El verdadero amor nunca es discreto”, ha escrito…

-Nunca. Es fácil verlo en la cara de cualquiera, o en sus acciones, en su vida, cuando responde al teléfono de un modo determinado, o se viste de tal o cual forma. El enamoramiento ansía expresarse. Lo que pasa es que a menudo estamos demasiado en nosotros mismos para advertir el enamoramiento de otros…o para acepar que alguien está enamorado. La gente casada siempre dice estar buscando una pareja para sus amigos solteros. Pero en realidad les gustan solteros porque así no deberán compartir su atención con nadie más.”

Deberíamos hacer públicas nuestras experiencias como monstruos.
Foto: Nam Goldin

jueves, 14 de febrero de 2008


El verdadero amor nunca es discreto
Por: Lázaro Sarmiento

Cualquier enamorado se transforma en un monstruo en algún momento. Esto afirma el escritor Andrew Sean Greer (Washington, 1970). Me gusta su novela Las confesiones de Max Tivoli. Me gusta como este autor mira la vida y las respuestas que da a la prensa. Pero no voy a referirme a sus libros. Traje su nombre al blog a propósito del Día de los Enamorados, una etiqueta tan dulzona como los bombones que medio planeta insiste en regalarse en la jornada de San Valentín.

Buscando entre mis recortes de periódicos (los cuales se niegan a rendirse a la computadora), encontré una entrevista a Andrew Sean Greer que le hizo en enero de 2005 Gabi Martínez para el periódico La Razón, a raíz de la publicación en España de Las confesiones de Max Tivoli”(Editorial Destino) .Aquí un fragmento:
-¿Qué es un monstruo para ti?
-Una criatura egoísta .Los niños son monstruos, las madres rara vez lo son. Los artistas son monstruos; y los hombres de negocios; también los seductores y los hombres malos. Cualquier enamorado se transforma en un monstruo en algún momento, y estamos dispuestos a manipular o perjudicar -¡¡al objeto de nuestro amor¡¡-por mantenerlo. A menudo, King Kong es citado como una gran historia de amor, y estoy de acuerdo.

Yo quería que el sentimiento de amor y felicidad fuera como un pájaro en el pecho de Max, saltando de rama en rama, nunca posado quieto. Porque nunca somos el mismo, en ningún momento. Los grandes amantes navegan y dudan y se mueven adelante y atrás, varias veces al día, incluso a lo largo del mismo día. Somos criaturas intrincadas, y esto hace todo más difícil. Y, como Alicia, uno debe correr tan rápido como pueda sólo para quedarse en el mismo lugar.
-“El verdadero amor nunca es discreto”, ha escrito…
-Nunca. Es fácil verlo en la cara de cualquiera, o en sus acciones, en su vida, cuando responde al teléfono de un modo determinado, o se viste de tal o cual forma. El enamoramiento ansía expresarse. Lo que pasa es que a menudo estamos demasiado en nosotros mismos para advertir el enamoramiento de otros…o para acepar que alguien está enamorado. La gente casada siempre dice estar buscando una pareja para sus amigos solteros. Pero en realidad les gustan solteros porque así no deberán compartir su atención con nadie más.

Buena suerte viviendo volverá a Andrew Sean Greer।
Imagen: foto de Nan Goldin.
ecoestadistica.com