Por: Lázaro Sarmiento
Nunca he tenido tantos libros por leer ni tantas películas por ver.
Necesitaría dos o tres vidas extras para consumir parte de lo acumulado en el entorno doméstico y sus alrededores. Por eso desconfío de los abultados reportes de lectura de alguna gente. A no ser que adopten la técnica del “picoteo” me pregunto cómo pueden asumir las avalanchas actuales de propuestas literarias o noticiosas, acrecentadas por la “democratización”de las tecnologías de la información.
Luego está la competencia del tiempo que hay que dedicarle al ocio expectante, al paseo inteligente y a contemplar el ombligo propio y el ajeno.
Arriba: Reloj en la fachada de los antiguos cines Duplex y Rex, en la calle San Rafael, en La Habana. Hace años, el mecanismo dejó de funcionar, al igual que los glamurosos proyectores que estaban detrás de la pared.
Lectura tiempo libros ocio
pues el tiempo no tiene reversa y lo desperdiciamos lastimosamente y lo peor es que ademas siempre estamos mirando para atras... si yo hubiera.... y asi se nos va la vida.
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