Por: Lázaro Sarmiento
Le llegó la hora a la última máquina de escribir que usé en “mi larga vida ” (la frase suena melodramática) como guionista de programas de radio. Hacía años que permanecía arrinconada en un closet, desde que - para suerte de mi labor y de una parte de mis huesos y músculos- fue desplazada por la computadora. Antes fueron una alemana (de la RDA) y una underwood. Deben ser varios cientos de miles los golpes con las yemas de los dedos índice y anular acumulados durante años sobre el teclado. Sus letras formaron una impresionante lista de componentes del planeta, con sus hábitats, protagonistas, mamíferos, ciudades, gramíneas y títulos de canciones. Palabras perdidas en el aire de la ciudad.
OLIVETTI LETTERA 35 estuvo al servicio de la voracidad de la radio. En vivo. Grabando.
Acabo de entregársela a un amigo que colecciona huellas, fábulas, personas, artilugios, ramas de árboles y periódicos. Él siempre tiene espacio para la nostalgia de los otros, o para antiguos amores con artefactos mecánicos.
Máquina de escribir nostalgia radio Olivetti
Le llegó la hora a la última máquina de escribir que usé en “mi larga vida ” (la frase suena melodramática) como guionista de programas de radio. Hacía años que permanecía arrinconada en un closet, desde que - para suerte de mi labor y de una parte de mis huesos y músculos- fue desplazada por la computadora. Antes fueron una alemana (de la RDA) y una underwood. Deben ser varios cientos de miles los golpes con las yemas de los dedos índice y anular acumulados durante años sobre el teclado. Sus letras formaron una impresionante lista de componentes del planeta, con sus hábitats, protagonistas, mamíferos, ciudades, gramíneas y títulos de canciones. Palabras perdidas en el aire de la ciudad.
OLIVETTI LETTERA 35 estuvo al servicio de la voracidad de la radio. En vivo. Grabando.
Acabo de entregársela a un amigo que colecciona huellas, fábulas, personas, artilugios, ramas de árboles y periódicos. Él siempre tiene espacio para la nostalgia de los otros, o para antiguos amores con artefactos mecánicos.
Máquina de escribir nostalgia radio Olivetti
Se ve moderna tu Olivetti al lado de la mía que es una Perfekt, alemana de la primera mitad del siglo XX. La placa que certifica su autenticidad menciona a Nuremberg y me la imagino en el célebre proceso.
ResponderEliminarLas computadoras las han derrotado, pero conste que no vencen a las viejas máquinas en materia de ritmo y musicalidad del teclear.
Un abrazo.
...Descanse en paz, o buen viaje...
ResponderEliminar...Un abrazo, hermano...
Que mal que la jubilaras, oye hermano he visto que las olivetti lettera 35 no tienen el números 1 y la primera tecla del lado superior izquierdo nunca supe su funcion, sera que tu que pasaste de la maquina a la computadora puedas despejar la duda.
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