viernes, 22 de febrero de 2008


ROSTROS DE LA RADIO CUBANA.
Feria Internacional del Libro Cuba 2008

Por: Lázaro Sarmiento

Era tan niño que tenía que subirse en un banquito para decir sus bocadillos frente a los micrófonos en Aventuras de Tarzán (Bernardo Menéndez). Su debut en el cine fue en el documental de Agnés Varda: ¡Saludos amigos¡ (Asenneh Rodríguez). Apareció por última vez en televisión en Los hermanos Karamazov (Eduardo Egea). Fue la primera productora radial de mesa del Socialismo (Isabel Aida Rodríguez). Raquel Revuelta fue su paradigma de siempre (Verónica Lynn). Su historia artística es veloz, pero su nombre queda como una leyenda (María Valero).

Con otros Rostros que se escuchan (Letras Cubanas, 2007) Josefa Bracero vuelve a entregarnos un libro memorioso, útil, que se lee con placer y por cuyas páginas desfilan los rostros misteriosos y los labios invisibles que atraparon a varias generaciones de radioescuchas en Cuba. Luego, muchos de esos rostros se hacían públicos en las páginas de las revistas y periódicos y en los sets de televisión. Pero en la radio siempre fueron como los oyentes imaginaban eran Madame Bovary, Leonardo Moncada, María Isabel o Tía Tata.

En este volumen, continuación del primer Rostros que se escuchan, publicado en 2002, hay una parte inicial dedicada a figuras de la radio y la televisión que ya no vivían cuando la autora comienza a darle forma definitiva a su obra. Enrique Santiesteban, Edwin Fernández (Trompoloco), Manolo Ortega, Pedro Álvarez, Alejandro Lugo, Sol Pinelli y Cepero Brito son algunas de las personalidades evocadas en las primeras páginas de otros Rostros

En lo personal, la lectura de este libro sacó a flote mi nostalgia del día en que entré por primera vez a un estudio de Radio Liberación (antes CMQ) donde se grababa en ese momento La novela de las 11, dirigida por Julito Lot. Protagonistas: Odalys Fuentes y Carlos Gilí. Eran como dioses griegos en una ciudad del Caribe. Hermosos y aún jóvenes, transmitían esa alegría de vivir de la gente que se siente feliz, realizada, en el esplendor de sus carreras. Casi perfectos .

Diez años antes Odalys Fuentes era uno de los rostros de la publicidad en Cuba: en vallas comerciales en las carreteras de toda la Isla y en anuncios de televisión, su rostro cubanísimo glorificaba la espuma de una popular cerveza. Ahora la tenía delante de mí, recostada a la consola de audio, mostrando sus lindas piernas, mientras repasaba el libreto que se grabaría dentro de algunos minutos y, en las breves pausas del ensayo, conversaba con el galán del reparto. De su sensual piel guajira irradiaba un perfume marino que llenaba aquel estudio donde habían quedado registradas las voces que convirtieron a La Habana en el Olimpo de las radionovelas en América Latina.

Mucho tiempo después: estoy sentado en un ómnibus rumbo a Holguín como miembro del jurado del Festival de la radio cubana. De pronto siento el mismo perfume marino de aquel mediodía en una cabina de Radiocentro. En el asiento de atrás viaja Odalys Fuentes con Raquel González como compañera. Por unos instantes me convierto en el antiguo jovencito tímido y azorado ante la belleza de la actriz. Le cuento la emoción que ella despertó en mi primer día de radio. Entonces comienza a recordar sucesos, fechas, personajes, a retazos, como quien no quiere darle importancia a su biografía. La misma cualidad que la lleva a parecer huidiza a las entrevistas y que tal vez sea la razón por la que no está entre otros Rostros que se escuchan. Odalys en la madurez conserva el encanto y la elegancia que hacen imposible que pase inadvertida a la mirada pública.

Josefa Bracero (Camagüey, 1942) ha recogido ya en dos libros la trayectoria de numerosos artistas cuyas vidas brillaron frente a los micrófonos. El primero de los volúmenes y otros Rostros que se escuchan conforman una magnífica base de datos con informaciones, anécdotas, opiniones, que ella ha salvado para la historia cultural de este país. A la Bracero hay que agradecerle esa mediación entre el recuerdo y el testimonio. En sus crónica-entrevistas descubrimos además una buena parte del historial como oyentes de millones de rostros invisibles. Fue el poder de esa audiencia el que, finalmente, definió los rasgos de estos Rostros de la radio.

martes, 19 de febrero de 2008


LA LUNA: EL RESPLANDOR QUE SALE DE NOSOTROS…
Por: Lázaro Sarmiento

Fue un viaje magnífico y aterrador. La noticia más trascendental sobre la Luna ocurrió el 20 de julio de 1969. Ese día Neil Armstrong, comandante de la nave Apolo 11, se convirtió en el primer hombre que pisaba la Luna. Una estación que desde la Tierra recogía los datos biomédicos de los astronautas registró que el corazón de Armstrong alcanzaba en los momentos previos al alunizaje las 128 pulsaciones.

Desde entonces el tema de la Luna ha tenido sus altas y bajas. En los últimos tiempos una serie de informaciones permite llegar a estas conclusiones: (1) la Luna volverá a tener protagonismo en los planes de los países con posibilidades de desarrollar misiones espaciales significativas y, (2), en el futuro podrá ser motivo de conflictos importantes por el control de sus recursos. Para seguir creciendo, -se dice cada día más- será necesario a largo plazo recurrir a recursos "del espacio próximo a la Tierra”. Sobre este tópico incluyo seguidamente un fragmento del reportaje publicado en el diario español El País el pasado 16 de enero por Mónica Salome titulado Comienza la década de la Luna.

“Hace ya años que el destino estrella de las misiones espaciales es Marte, pero la próxima década promete ser la de la Luna. Cada vez más grupos, sobre todo en Estados Unidos, aunque también en otros países, trabajan para hacer frente a los retos que supone la vuelta a la Luna prometida por George W. Bush para 2020. Establecer allí una base semipermanente no mucho tiempo después es un objetivo que los expertos consideran factible al menos desde el punto de vista tecnológico, lo que no significa que no queden muchos problemas por resolver.”

"Sí que es posible construir una base lunar de aquí a 2020", dice por correo electrónico Goro Komatsu, planetólogo en la Universidad d'Annunzio (Italia). "La fecha depende de la decisión política de Estados Unidos, Europa, Rusia o Japón, o de China e India, que pueden cambiar el panorama de la exploración lunar. Pero la capacidad la tenemos, sin duda". También Ignasi Casanova, de la Universidad Politécnica de Cataluña, cree que "la mayoría de las tecnologías necesarias ya están disponibles.

“La Luna, según la Estrategia de Exploración Global de la NASA, no sólo es el entrenamiento para ir a Marte, sino también una zona lógica de expansión para la economía terrestre. Rosario Lunar, geóloga de la Universidad Complutense de Madrid, defiende que para seguir creciendo será necesario a largo plazo recurrir a recursos "del espacio próximo a la Tierra". Un ejemplo es el gas helio 3, útil como combustible de un hipotético reactor de fusión nuclear y del que podrían obtenerse miles de toneladas en la Luna. "Los recursos lunares [DE HELIO] serían suficientes para el abastecimiento de energía eléctrica a la Tierra durante más de 1.000 años", explica Lunar.

En 1969 el poeta Jaime Sabines escribió: “Hace tres días regresaron los hombres de la luna. Nadie habla de otra cosa. Fue un viaje magnífico y aterrador”…”Mientras no nos la quiten, mientras no la hagan girar en órbita alrededor de otro planeta, la luna será nuestra como siempre hemos pensado: un hermoso sueño, una distante luz que nos penetra, un suave amor profundo y quieto en nuestro corazón. La luna será siempre el resplandor que sale de nosotros en la noche y en la soledad”.

Tengo mis dudas sobre ese sueño del poeta mexicano. Entre tanto se anuncia que el próximo eclipse lunar visible será el 21 de diciembre de 2010.

domingo, 17 de febrero de 2008


¡CUÁNTOS LIBROS¡ ¿LOS HA LEÍDO TODOS?
Por: Lázaro Sarmiento

El Directorio Telefónico de La Habana, edición de 1957, de la Cuban Telephone Company, en intimidad con la Poesía, de Pablo Neruda, y La Ciudad de las Patrañas, de David Mamet, y muy cerca de Yo Publio. Confesiones Raúl Martínez. Mi biblioteca tiene dos categorías de libros : los que disfruto como lector puro (este término es solo provisional) y los que constituyen herramientas de trabajo. Sin embargo, no todo el mundo ve como algo natural la cantidad de libros que acumula la gente que redacta artículos, escribe programas o realiza investigaciones. Además, las citadas categorías bibliotecarias se contaminación entre sí y evidencian la fragilidad de las etiquetas.

En un texto de 1990, Cómo justificar una biblioteca privada, Umberto Eco pone como ejemplo de una situación obvia al visitante que entra en su casa, cuya vasta biblioteca no puede pasar inadvertida, entre otras cosas porque no hay nada mas, y dice: ¡Cuántos libros¡ ¿Los ha leído todos? Eco reflexiona: “Al principio, creía que la frase revelaba sólo a personas de escasa familiaridad con el libro, avezadas a ver sólo estanteriuchas con cinco novelas policíacas y una enciclopedia infantil en fascículos. Pero la experiencia me ha enseñado que la frase la pronuncian incluso personas insospechadas”.

Y seguidamente Eco observa: “Se puede decir que se trata, con todo, de personas que tienen una noción de la estantería como depósito de libros leídos y no de la biblioteca como instrumento de trabajo, pero no basta. Creo que, ante muchos libros, cualquiera cae presa de la angustia del conocimiento, y finalmente se desliza hacia la pregunta que expresa su tormento y sus remordimientos”.

Un lector de novelas sin dudas quedará cautivado por el virtuosismo y la originalidad de un escritor como Yasunari Kawabata . En cambio, para un estudioso de la literatura japonesa, o mundial, una obra como "Lo bello y lo triste", de este desaparecido autor, será una herramienta de trabajo sin que por ello pierda su característica inicial: una obra de ficción para ser disfrutada antes que estudiada. Y entonces habrá que responder esta pregunta: ¿acaso el crítico no disfruta una novela cuando la descuartiza para ver como fue construida. Otro ejemplo obvio.

Por lo demás, un directorio telefónico no se lee de la misma manera que una novela de Kawabata, ni tampoco pertenece al tipo de libro que la mayoría de las personas vincula al concepto tradicional de biblioteca personal. Pero cuando indagué por determinados cines y bares para un trabajo sobre varias esquinas habaneras que eran como pequeñas capitales dentro de algunos barrios, el directorio con sus páginas amarillas y sus ilustraciones me resultó una herramienta de extraordinaria utilidad. Este volumen esperó diez años antes de ofrecerme sus datos. Y lo hizo con una nostalgia táctil que , por ahora, Internet carece.

Hay muchos libros "no leídos" que ocupan un lugar en el estante de la biblioteca por otras misteriosas razones muy distantes a las características de herramientas de directorios, diccionarios y demás obras denominadas de referencia. Puede suceder que transcurra un largo tiempo antes que el día menos esperado "Lo bello y lo triste" despierte nuestra atención . Y sobre otros libros no llegaremos jamás a saber si nos hubieran gustado porque nunca los leeremos. Las bibliotecas privadas existen también para provocarnos. Pero desconocemos el momento en que ocurrirá el pinchazo.

Esta es solo una de las motivaciones para seguir adquiriendo libros. Es un razonamiento tan obvio que resulta raro que alguna gente no lo entienda cuando contempla el montón de ejemplares que compré hoy en la Feria del Libro de La Habana.

viernes, 15 de febrero de 2008

ME GUSTA ACAPARAR LIBROS.
Por: Lázaro Sarmiento

Lo confieso con orgullo: me gusta acaparar libros. De los más de 8 millones de ejemplares que se venderán por estos días en la Fortaleza de la Cabaña y en toda Cuba, algunos irán para mi biblioteca privada. Y no serán pocos. Como cada año durante la Feria Internacional del Libro de La Habana trato de acopiar un buen número de títulos. Hoy compré los siguientes:

En el cielo con diamantes. Senel Paz
Contar es un placer. Recopilación de Emmanuel Tornés Reyes.
Siglo XX: Intelectuales militantes. Eliades Acosta.
Crónicas del relámpago. Guillermo Rodríguez Rivera
No logo. El poder de las marcas. Naomi Klein
Pablo Neruda. Poesía.
Evocación. Aleida March
Amo en ti lo imposible. Poesía de amor. Nazim Hikmet
Estados Unidos, de raíz. Néstor García Iturbe
Las trampas del oficio. Apuntes sobre cine y sociedad. Ambrosio Fornet
SIDA: Confesiones a un médico. Jorge Pérez Ávila
La Filosofía Política Moderna de Hobbes a Marx. Compilación
De dónde son los cubanos. Coordinadora Graciela Chailloux Laffita
Los placeres del dolor. Pedro Ángel Palou
El Postmoderno, el postmodernismo y la crítica en Criterios. Selección Desiderio Navarro
Ánima fatua .Anna Lidia Vega Serova
Imperio e imperialismo. Atilio Boron
Los milagros de Cuba. Ramón Chao
Y la muerte no tendrá dominio. Dylan Thomas
Maltrato Infantil. Prevención. Néstor Acosta Tieles
Los que se fueron. Los que se quedaron. Luis Báez (Nueva edición)

Mi biblioteca privada se ha multiplicado muchas veces desde los tiempos en que, niño, descubrí una humilde librería de viejo que había frente al cine Moderno, en Luyanó. También los compraba en una carretilla que colocaban en la entrada de La Benéfica, el hospital familiar de la Calzada de Concha. Entre los títulos más antiguos que conservo de esa época sobresale un “Atlas geográfico Mundial de Bolsillo”, editado en Checoslovaquia en 1963.

Mis dedos seguían las rutas trasatlánticas dibujadas en sus océanos de papel: líneas de vapores con distancias en kilómetros. Nueva York - Río de Janeiro 8 807. Canal de Panamá- Londres: 8796. Por la calidad de la imprecisión, el color y las precisiones de los mapas, este atlas pudiera competir con sus similares de la actualidad. Pero las fronteras del planeta cambiaron desde 1963. Surgieron nuevos países. Otros desaparecieron. Se derrumbó el Muro de Berlín. Levantaron otros. Además la gente prefiere ahora Google Maps y Google Earth . El Atlas se puso viejo. Asumo la nostalgia como un atisbo del futuro: nuevos libros me esperan. Tendré que preparar la respuesta merecida a la manera de Umberto Eco cuando le preguntaron: “¡Cuántos libros ¡¿Los ha leído todos?”

jueves, 14 de febrero de 2008


El verdadero amor nunca es discreto
Por: Lázaro Sarmiento

Cualquier enamorado se transforma en un monstruo en algún momento. Esto afirma el escritor Andrew Sean Greer (Washington, 1970). Me gusta su novela Las confesiones de Max Tivoli. Me gusta como este autor mira la vida y las respuestas que da a la prensa. Pero no voy a referirme a sus libros. Traje su nombre al blog a propósito del Día de los Enamorados, una etiqueta tan dulzona como los bombones que medio planeta insiste en regalarse en la jornada de San Valentín.

Buscando entre mis recortes de periódicos (los cuales se niegan a rendirse a la computadora), encontré una entrevista a Andrew Sean Greer que le hizo en enero de 2005 Gabi Martínez para el periódico La Razón, a raíz de la publicación en España de Las confesiones de Max Tivoli”(Editorial Destino) .Aquí un fragmento:
-¿Qué es un monstruo para ti?
-Una criatura egoísta .Los niños son monstruos, las madres rara vez lo son. Los artistas son monstruos; y los hombres de negocios; también los seductores y los hombres malos. Cualquier enamorado se transforma en un monstruo en algún momento, y estamos dispuestos a manipular o perjudicar -¡¡al objeto de nuestro amor¡¡-por mantenerlo. A menudo, King Kong es citado como una gran historia de amor, y estoy de acuerdo.

Yo quería que el sentimiento de amor y felicidad fuera como un pájaro en el pecho de Max, saltando de rama en rama, nunca posado quieto. Porque nunca somos el mismo, en ningún momento. Los grandes amantes navegan y dudan y se mueven adelante y atrás, varias veces al día, incluso a lo largo del mismo día. Somos criaturas intrincadas, y esto hace todo más difícil. Y, como Alicia, uno debe correr tan rápido como pueda sólo para quedarse en el mismo lugar.
-“El verdadero amor nunca es discreto”, ha escrito…
-Nunca. Es fácil verlo en la cara de cualquiera, o en sus acciones, en su vida, cuando responde al teléfono de un modo determinado, o se viste de tal o cual forma. El enamoramiento ansía expresarse. Lo que pasa es que a menudo estamos demasiado en nosotros mismos para advertir el enamoramiento de otros…o para acepar que alguien está enamorado. La gente casada siempre dice estar buscando una pareja para sus amigos solteros. Pero en realidad les gustan solteros porque así no deberán compartir su atención con nadie más.

Buena suerte viviendo volverá a Andrew Sean Greer।
Imagen: foto de Nan Goldin.
ecoestadistica.com