Este domingo un documental en la televisión del periodista Aurelio Prieto Alemán recordaba a los espectadores que el 8 de agosto de 1988 murió en La Habana el célebre boxeador cubano Eligio Sardiñas, Kid Chocolate. Había nacido en esta misma ciudad en 1910. De origen humilde, vendió periódicos y limpió zapatos en las calles para llevar el sustento a su hogar. Luego fue campeón del mundo. Conoció la fama. Lo aclamaron en Nueva York, París, Madrid, Filadelfia y Barcelona. Fue considerado uno de los hombres mejor vestidos de su tiempo. Disfrutó de las mujeres y la música. Su historia daría para una tremenda película sobre su vida y la época burbujeante de sus triunfos.
Mientras transmitían el documental, me vino a la mente el Campeonato Mundial de Boxeo que se celebró en La Habana en agosto de 1974. Ha sido la única vez en mi vida en que me he sentado a ver tanto boxeo por televisión. Estaba en el Servicio Militar y como me habían dado vacaciones pasé todo el tiempo siguiendo las peleas de Jorge Hernández, Douglas Rodríguez, Correa, Garbey y Teófilo Stevenson. De pronto el locutor anunció la presencia en el Coliseo de la Ciudad Deportiva de una de las grandes leyendas del boxeo profesional en el mundo: Kid Chocolate. El público le tributó una larga ovación. Fue un momento emocionante y un homenaje a su gloria.
Varios libros, entre ellos el imprescindible El boxeo soy yo, de Elio Menéndez y Víctor Joaquín Ortega, así como numerosos sitios en Internet, destacan datos como éstos:
“Durante toda su carrera boxística (1929-1939) que duró diez años, Kid Chocolate tuvo 136 victorias; de ellos ganó 51 veces por nocaut, solo perdió 10, entabló 6. Únicamente resultó noqueado por dos oponentes. Solía decir 'El boxeo soysoy yo’. Su nombre está en el Salón de la Fama del Boxeo Internacional junto a Bass, Berg y Canzoneri.
Kid Chocolate era un artista del ring, que aprendió sus lecciones de los grandes boxeadores de la historia y pasó en esas lecciones otros hombres como Ray Robinson. Fue un luchador relumbrante con una velocidad y habilidad fantástica. Un estudiante de boxeo podría aprender mucho estudiándolo. Está considerado entre los mejores 10 pesos pluma de todos los tiempos.”
Cartel a la entrada de las galerías de la sala Kid Chocolate. La foto de abajo muestra la acera del Paseo del Prado de La Habana donde se encuentra esta instalación deportiva (la fachada pintada de rosado). En el lugar estuvo el hotel Pasaje.
En esta foto que bajé hoy de internet aparece otro de los grandes boxeadores cubanos, Kid Gavilán (Camagüey 1926-Miami-2003), sentado en una de las mesas de la acera del Hotel Pasaje, en el Paseo del Prado de La Habana. En el lugar donde estuvo el hotel se levanta hoy la Sala Polivalente Deportiva que lleva el nombre de Kid Chocolate.
Gavilán fue uno de los pocos boxeadores que nunca fue noqueado en su carrera profesional. En 1966 fue incluido en el Salón de la Fama del Boxeo.Según el diario argentino Página 12,"murió solo, olvidado, tendido en la cama de un oscuro asilo de ancianos del condado de Dade, en Miami. Estremecido por el mal de Parkinson, perdido en las neblinas del mal de Alzheimer”.
Gavilán fue uno de los pocos boxeadores que nunca fue noqueado en su carrera profesional. En 1966 fue incluido en el Salón de la Fama del Boxeo.Según el diario argentino Página 12,"murió solo, olvidado, tendido en la cama de un oscuro asilo de ancianos del condado de Dade, en Miami. Estremecido por el mal de Parkinson, perdido en las neblinas del mal de Alzheimer”.
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