Por: Lázaro SarmientoSobre el fragmento de fachada que queda del Hotel Trotcha en Calzada y 2, en el Vedado, y los proyectos de reanimación del terreno donde estuvo este emblemático edificio de La Habana de principios del siglo XXI, Maykel González dejó en el blog este comentario:
“Puede que resulte contradictorio, pero yo prefiero que no toquen ese pórtico abierto al césped. Es parte de mi mentalidad romántica, supongo. Tener ruinas es un privilegio; hay cuerpos imposibles de rescatar porque pertenecen ya a otro mundo. Lo que queda es la reminiscencia y es mejor no profanarla. Las ruinas, como pensaba María Zambrano, también son una categoría filosófica.”
La opinión de de Maykel me hace recordar la afirmación de Edmundo Desnoes de que “hay belleza en las cosas manoseadas, que tienen textura producida por el tiempo”. En un post anterior titulado GRAN HOTEL: LA BELLEZA DE LAS COSAS MANOSEADAS cité a Desnoes:
“Y existe todo un culto a las ruinas, a las del Imperio Romano, de los edificios, de las viejas iglesias, y tiene ese enorme poder las ruinas. Es algo que ha decidido no luchar más, se ha rendido, no hay que volverlo a pintar, no hay que reconstruirlo”. (Edmundo Desnoes. Revista Cine Cubano, no. 192)
Prefiero ser romantico y seguir viviendo con las ruinas. Al menos te acuerdas de donde vienes. Me gustó tú articulo. Gracias
ResponderEliminarPedro F. Bàez envía sus puntos de vista sobre las ruinas. De sus comentarios cito las siguientes palabras:" De acuerdo con todos ustedes. Tienen las ruinas y la decadencia una mágica cualidad de hacernos recordar y añorar la reminiscencia de otros tiempos tal vez mejores y más galanos, pero idos ya para siempre y que sólo viven en el recuerdo y la nostalgia de quien los evoca. Cada generación tendrá sus ruinas y sus memorias que dejan un nudo en la garganta y un hueco lleno de aire en el pecho. No confundir esto, sin embargo, por el amor que se debe profesar a todo patrimonio, natural o humano, legado por las previas generaciones y que son parte de nuestra herencia, como tesoro cultural de la nación cubana, dentro y fuera de los límites de la Isla. Desde este punto de vista, apoyo y aguardo por la restauración y reanimación total de todas esas partes de La Habana y de otras ciudades..."
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