viernes, 29 de mayo de 2009
MARY PICKFORD, SIEMPRE EN DOMINGIO.
Por: Lázaro Sarmiento
Hubo una época en la que Mary Pickford se mencionada casi todas las semanas en la Televisión Cubana, incluso varios años después de su muerte. En uno de sus momentos más glamorosos, esta actriz había visitado La Habana. Y un exquisito coctel criollo lleva su nombre. Pero estas no eran las razones de la popularidad de la estrella en la Isla. Mi generación conoció a Mary Pickford gracias a las películas de pocos rollos de los tiempos heroicos del cine que pasaba el programa La Comedia Silente, con la voz inolvidable de Armando Calderón, los domingos por la la mañana.
En esas comedias Mary Pickford aparecía con su figura meliflua, sus “ricitos de oro”, sus pamelas y vestidos de cretona. Para la historia del cine, era una leyenda forjada desde un mundo de sombras.
El novelista Alejo Carpentier en una crónica publicada en 1952, año en el que se rumoró sobre el regreso de la actriz a la pantalla –como había sucedido con Gloria Swanson en Sunset Boulevard- , escribió:
“Mary Pickford fue la eterna ingenua. Tan diminuta que podía permitirse el lujo de interpretare el personaje del Pequeño Lord de Fautleroy, era realmente encantadora en papeles de provincianas extraviadas en Nueva York, de muchachas de arrabal que atraviesan todos los infiernos sin mancillarse de tiernas heroínas de novelas cuyo desenlace premiaba invariablemente la virtud y escarnecía el vicio.”
En los años en que la Televisión Cubana transmitía La Tanda del Domingo, ya Mary Pickford vivía retirada desde hacia décadas en una mansión de Santa Mónica con su marido e hijos adoptivos. Dicen que con estos últimos nunca simpatizó. En un mundo de sonoridades apabullantes, ella había vuelto al silencio, una cualidad de las películas que la convirtieron en la gran dama de un universo mitológico. Murió el martes 29 de mayo de 1979. Tenía 87 años.
Dos días antes, estoy casi seguro, su rostro cándido había asomado en los rollos de aquella Comedia del domingo, en una época en la que ya ningún cine del mundo proyectaba sus viejos filmes.
En la foto de la derecha : Mary Pickford con Charles Chaplin y Douglas Fairbanks. Con ellos y David W. Griffith, la actriz fundó en 1919 la compañía United Artists. En 1920 Mary y Douglas Fairbanks contrajeron matrimonio. La relación duró hasta 1936. Un año después, Pickford se casó con Charles "Buddy" Rogers, otro actor con el que logró la estabilidad sentimental.
El rostro de Mary Pickford aparece, junto al de muchas otras figuras famosas , en la portada del mítico disco Sgt. Pepper’s lonely Hearts Club Band. Esta producción de Los Beatles se lanzó al mercado en 1967.
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jueves, 28 de mayo de 2009
PEDIR PERDON A LAS JIRAFAS.
Por: Lázaro Sarmiento
Fue la baronesa Karen Blixen quien me hizo reflexionar sobre el historial oculto de degradación que existe en los zoológicos del mundo y la culpabilidad de espectadores y comerciantes de animales .
"En su libro Lejos de África (Out of Africa) hay una pasaje en el cual la baronesa ( Isak Dinesen para la literatura) narra la partida desde el puerto de Mombasa, en Kenya, de un carguero alemán que volvía a Hamburgo…Sobre la cubierta viajaba una caja grande de madera que transportaba dos jirafas. Los animales disponían sólo de un espacio para estar de pie en la estrecha jaula. No podían saber o imaginar la degradación hacia la cual navegaban.
"Vendrían muchedumbres vestidas con apestosos vestidos oscuros, de calles llena de vientos y cellisca para ver a las jirafas y comprobar la superioridad del hombre sobre el mundo mudo. Les señalarían con el dedo y se reirían de los cuellos largos y esbeltos cuando las cabeza graciosas, pacientes, de ojos humorosos, aparecieran sobre la baranda del zoológico; parecerían demasiado largos.
"En los largos años que nos quedan, ¿soñarán alguna vez las jirafas en su país perdido? ¿Dónde están, adónde se han ido la hierba y las acacias, los ríos y los pozos y las montañas azules? El alto y dulce aire de las praderas se ha levantado y se ha ido. ¿A dónde se han ido las otras jirafas, las que junto a ellas y galopaban por la tierra ondulada? Las han dejado, se han ido y parece que nunca más volverán.
"Adiós, adiós, os deseo que muráis en el viaje, lasa dos, de manera que ninguna de esas nobles cabecitas que ahora se levantan, sorprendidas sobre la jaula, recortándose contra el cielo azul de Mombasa, sea llevada de un lado a otro para otro, sola, en Hamburgo, donde nadie sabe nada de África.
"En cuanto a nosotros, nos tienen que hacer un daño muy grande antes que podamos decentemente pedir a las jirafas que nos perdonen el daño que les hacemos. "
Fue la baronesa Karen Blixen quien me hizo reflexionar sobre el historial oculto de degradación que existe en los zoológicos del mundo y la culpabilidad de espectadores y comerciantes de animales .
"En su libro Lejos de África (Out of Africa) hay una pasaje en el cual la baronesa ( Isak Dinesen para la literatura) narra la partida desde el puerto de Mombasa, en Kenya, de un carguero alemán que volvía a Hamburgo…Sobre la cubierta viajaba una caja grande de madera que transportaba dos jirafas. Los animales disponían sólo de un espacio para estar de pie en la estrecha jaula. No podían saber o imaginar la degradación hacia la cual navegaban.
"Vendrían muchedumbres vestidas con apestosos vestidos oscuros, de calles llena de vientos y cellisca para ver a las jirafas y comprobar la superioridad del hombre sobre el mundo mudo. Les señalarían con el dedo y se reirían de los cuellos largos y esbeltos cuando las cabeza graciosas, pacientes, de ojos humorosos, aparecieran sobre la baranda del zoológico; parecerían demasiado largos.
"En los largos años que nos quedan, ¿soñarán alguna vez las jirafas en su país perdido? ¿Dónde están, adónde se han ido la hierba y las acacias, los ríos y los pozos y las montañas azules? El alto y dulce aire de las praderas se ha levantado y se ha ido. ¿A dónde se han ido las otras jirafas, las que junto a ellas y galopaban por la tierra ondulada? Las han dejado, se han ido y parece que nunca más volverán.
"Adiós, adiós, os deseo que muráis en el viaje, lasa dos, de manera que ninguna de esas nobles cabecitas que ahora se levantan, sorprendidas sobre la jaula, recortándose contra el cielo azul de Mombasa, sea llevada de un lado a otro para otro, sola, en Hamburgo, donde nadie sabe nada de África.
"En cuanto a nosotros, nos tienen que hacer un daño muy grande antes que podamos decentemente pedir a las jirafas que nos perdonen el daño que les hacemos. "
La escritora Karen Christence Blixen Finecke, más conocida por su pseudónimo literario Isak Dinesen nació en Rungsted, Dinamarca, el 17 de abril de 1885 y murió 7 de septiembre de 1962. Plasmó en su obra su experiencia de vida en Africa.
Su libro más famoso Lejos de Africa, o Memorias de Africa, se publicó en 1937. Fue llevado al cine en 1985 con el título África mía. Los astrónomos bautizaron el asteroide 3318 con el nombre de Blixen en honor a esta autora. En la fotografía de abajo aparecen Isak Dinesen, Marilyn Monroe y Arthur Miller en Nueva York.
Su libro más famoso Lejos de Africa, o Memorias de Africa, se publicó en 1937. Fue llevado al cine en 1985 con el título África mía. Los astrónomos bautizaron el asteroide 3318 con el nombre de Blixen en honor a esta autora. En la fotografía de abajo aparecen Isak Dinesen, Marilyn Monroe y Arthur Miller en Nueva York.
TITULO ORIGINAL Out of Africa
AÑO 1985
AÑO 1985
DIRECTOR Sydney Pollack
GUIÓN Kurt Luedtke (Novela: Isak Dinesen)
MÚSICA John Barry
GUIÓN Kurt Luedtke (Novela: Isak Dinesen)
MÚSICA John Barry
REPARTO Robert Redford, Meryl Streep, Klaus Maria Brandauer, Michael Kitchen, Michael Gough
PRODUCTORA Mirage Entertainment -Universal Pictures /
PRODUCTORA Mirage Entertainment -Universal Pictures /
Izquierda: Residencia de Isak Dinesen , plantación en Kenia. Abajo: fotograma de Africa mía.
miércoles, 27 de mayo de 2009
PROTESTAS CONTRA CINES DE MEDIANOCHE
El periódico El Mundo publica un comentario sobre las cartas enviadas al alcalde de La Habana, Varona Suárez, en las que se solicita se sitúe un inspector en el cine Campoamor. Los autores de las misivas alegan que en este local “se vulnera los principios de la moral pública” aprovechando la densa oscuridad durante las funciones cinematográficas, lo cual ofende a las familias respetables que acuden a dicha funciones. (23 de Febrero de 1917)
La información anterior está incluida el libro La tienda negra. El cine en Cuba (1897-1990), de María Eulalia Douglas (Cinemateca de Cuba, La Habana, 1996). El cine Campoamor mencionado en las cartas al alcalde habanero no es el que está ubicado en la actualidad en la esquina de Industria y San José (ahora casi en ruinas), sino otro que existió frente al Parque Central, inaugurado en 1915 y demolido en 1925.
Veintiocho años después de las quejas sobre el Campoamor se formula una petición parecida en la prensa habanera de la época :
Algunas entidades y personas solicitan del alcalde de La Habana se suspendan las tandas de las doce de la noche en los cines, alegando que en tales funciones se producen actos atentatorios a la moral, por el tipo de público asistente. La solicitud no es aceptada. (Mayo de 1945)
domingo, 24 de mayo de 2009
LO SIENTO, MALAS NOTICIAS DESDE GROENLANDIA
Por: Lázaro Sarmiento
Un oyente de la estación de radio en la que laboro me reprocha la cantidad de informaciones negativas que incluyo en el programa de ciencia, tecnología y medio ambiente que escribo cada día. Él desea escuchar noticias más optimistas sobre el estado del planeta.
Hoy revisé los libretos de las dos últimas semanas. Quiero saber si hay un balance adecuado de las informaciones divulgadas y hasta que punto las malas noticias sobre el calentamiento global, los océanos, la diversidad y los recursos del planeta están diseñando un paisaje tan sombrío que provoca la protesta de este radioescucha.
Un oyente de la estación de radio en la que laboro me reprocha la cantidad de informaciones negativas que incluyo en el programa de ciencia, tecnología y medio ambiente que escribo cada día. Él desea escuchar noticias más optimistas sobre el estado del planeta.
Hoy revisé los libretos de las dos últimas semanas. Quiero saber si hay un balance adecuado de las informaciones divulgadas y hasta que punto las malas noticias sobre el calentamiento global, los océanos, la diversidad y los recursos del planeta están diseñando un paisaje tan sombrío que provoca la protesta de este radioescucha.
Los niveles de agua de algunos de los principales ríos del mundo se han reducido de manera significativa en los últimos 50 años. Entre ellos el Ganges y el Níger.
La organización Conservación Internacional señala que el 86 por ciento del hábitat de los 34 puntos calientes de la biodiversidad mundial ha sido ya destruido.
Algunas petroleras que perforan en el mar ignoran las peticiones para proteger la ballena gris.
La Antártida se calienta como el resto del planeta.
En una década el cambio climático volverá al Ártico navegable en verano.
Menos del uno por ciento de los océanos tiene estatus de protección.
El 40 por ciento de los arrecifes del Triángulo de Coral en Indonesia ya se ha perdido.
También hubo malas noticias sobre los orangutanes del Congo, el hielo de Groenlandia, los bancos de pesca, la contaminación atmosférica y las ciudades enclavadas en la línea de las costas.
sábado, 23 de mayo de 2009
LA DIOSA DEL CINE Y SU AMANTE MERCEDES
Por: Lázaro Sarmiento
La legendaria Greta Garbo (Estocolmo, 1905-Nueva York, 1990) mantuvo una relación amorosa con la escritora de origen cubano Mercedes de Acosta. Fue un roce corto pero con la pasión suficiente para que el nombre de Mercedes quedara incrustado para siempre en la biografía de uno de los íconos más rotundos del siglo veinte.
En agosto de 2001, Guillermo Cabrera Infante publicó el artículo titulado Greta ama a Mercedes en la serie Grandes historias de amor de Hollywood de El País Semanal . El escritor se refería a Mercedes de Acosta, nacida en 1893 en Nueva York (otros dicen que en La Habana) en el seno de una familia proveniente de Cuba. Falleció en 1968.
Mercedes de Acosta fue poeta, escritora, comentarista de sociedad y guionista de Hollywood. Y aunque murió olvidada y en la penuria, nunca quiso vender las cartas de amor que conservaba de Greta. Pero no hay que pensar en una Mercedes infeliz toda su vida por un amor no correspondido. Los cronistas del tema recuerdan que “alcanzó notoriedad por sus amores con las mujeres más famosas de América”. En su lista de amantes figuraron Isadora Duncan y Marlene Dietrich.
Mercedes y Greta se conocieron en el Hollywood de principios de la década de 1930. Contaba Cabrera Infante que Mercedes llamaba a Greta varias veces al día. La divina respondía con evasivas. Pero Mercedes era insistente hasta que…
“Finalmente se acostaron –para desaparecer Greta en un viaje a las montañas y a un lago secreto-.Mercedes, desesperada en Hollywood, recibió de pronto el reclamo de Greta, mediante su sempiterno chofer mudo que manejaba el automóvil de la estrella, ahora una mujer aquiescente. Pasaron dos semanas de amor junto al lago quieto-pero no fueron felices hasta el fin de sus vidas, sino que murieron como habían vivido: una de ellas sola, la otra abrumada por los recuerdos contados a un diario impúdico, imprudente”.
Y más adelante, Cabrera Infante comentaba que esta historia terminó como siempre terminaron las relaciones de Greta Garbo, tanto heterosexuales como homosexuales:
“Garbo cortó por lo sano y se negó a volver con Mercedes, aunque hubo contactos postales o telefónicos y uno que otro encuentro casual.”
THE END
La legendaria Greta Garbo (Estocolmo, 1905-Nueva York, 1990) mantuvo una relación amorosa con la escritora de origen cubano Mercedes de Acosta. Fue un roce corto pero con la pasión suficiente para que el nombre de Mercedes quedara incrustado para siempre en la biografía de uno de los íconos más rotundos del siglo veinte.
En agosto de 2001, Guillermo Cabrera Infante publicó el artículo titulado Greta ama a Mercedes en la serie Grandes historias de amor de Hollywood de El País Semanal . El escritor se refería a Mercedes de Acosta, nacida en 1893 en Nueva York (otros dicen que en La Habana) en el seno de una familia proveniente de Cuba. Falleció en 1968.
Mercedes de Acosta fue poeta, escritora, comentarista de sociedad y guionista de Hollywood. Y aunque murió olvidada y en la penuria, nunca quiso vender las cartas de amor que conservaba de Greta. Pero no hay que pensar en una Mercedes infeliz toda su vida por un amor no correspondido. Los cronistas del tema recuerdan que “alcanzó notoriedad por sus amores con las mujeres más famosas de América”. En su lista de amantes figuraron Isadora Duncan y Marlene Dietrich.
Mercedes y Greta se conocieron en el Hollywood de principios de la década de 1930. Contaba Cabrera Infante que Mercedes llamaba a Greta varias veces al día. La divina respondía con evasivas. Pero Mercedes era insistente hasta que…
“Finalmente se acostaron –para desaparecer Greta en un viaje a las montañas y a un lago secreto-.Mercedes, desesperada en Hollywood, recibió de pronto el reclamo de Greta, mediante su sempiterno chofer mudo que manejaba el automóvil de la estrella, ahora una mujer aquiescente. Pasaron dos semanas de amor junto al lago quieto-pero no fueron felices hasta el fin de sus vidas, sino que murieron como habían vivido: una de ellas sola, la otra abrumada por los recuerdos contados a un diario impúdico, imprudente”.
Y más adelante, Cabrera Infante comentaba que esta historia terminó como siempre terminaron las relaciones de Greta Garbo, tanto heterosexuales como homosexuales:
“Garbo cortó por lo sano y se negó a volver con Mercedes, aunque hubo contactos postales o telefónicos y uno que otro encuentro casual.”
THE END
EL MEMORANDUM CUBANO DE GRETA GARBO
“AHORA TE VOY A CONTAR de cuando vi a Greta Garbo en Nueva York. Yo iba masticando castañas. Fue en diciembre, con mucha nieve, a unas cuadras de Washington Square Park. Yo había dejado atrás casa familia y a diario contemplaba los puentes sobre el East River. A veces confundía los días y las noches y disfrutaba el olor a moluscos podridos de los espigones. Me adiestré en múltiples oficios solitarios. En Nueva York ya es un hábito hablar con uno mismo. Los dioses, los ángeles, los arcángeles, las estrellas de cine están en la calle, en los mercados, en la platea de los teatros, y nadie mira a nadie. Pero yo te iba a contar de cuando vi a Greta Garbo en Nueva York. En realidad todos se decían que era ella pero yo no la veía. Hasta que un día un amigo ocasional me llevó a la puerta de su casa. A punto de llegar sonó una alarma, luego un silbato y yo vi un rostro detrás de una ventana. Caía mucha nieve y el hombre del silbato me alejó de la casa. Sonámbulo, con frío, me acerqué a un lago helado y vi un halcón. Llegué al río. Compre una manzana, la mastiqué para quitarme el gusto a la castaña y seguí mi camino.Greta Garbo se asomó a la ventana, su rostro masculino, consagrado a la muerte, me miró una tarde de invierno. Fue la única vez que alguien en Nueva York me dedicó una mirada.”
(Memorandum XV, de Miguel Barnet, pertenece a su libro de poemas Con pies de gato .(Ediciones Unión, La Habana 1993).
Imagen: Greta Garbo en Nueva York (1990) poco antes de morir. Archivo de Life.
jueves, 21 de mayo de 2009
NAVEGANDO EN EL QUEEN MARY.
Por: Lázaro Sarmiento
Jumbo era un elefante oriundo de Abisinia que después de ser mostrado en París, Londres y Estados Unidos murió atropellado por una locomotora. También se hablaba del barco más grande (Queen Mary) y de los edificios más altos del mundo (Empire State, entonces), así como de una excursión al campo en automóvil dirigida por el tío Felipe… Esto es lo que nunca he olvidado del libro de lectura general para niños descubierto en un closet de la casa de mi abuela (otra vez la casa de Santos Suárez, siempre sale en los escenarios felices). No puedo afirmar que ese fuera el primer libro que leí en mi vida, pero sí es el más antiguo que recuerdo.
Ya se sabe, donde la memoria falla, la imaginación trabaja.
Otro de aquellos primeros libros fue Así es mi país, de Antonio Núñez Jiménez, con un dibujo que me impresionó muchísimo: el mapa de Cuba atravesado por flechas que indicaban las rutas de los ciclones que habían azotado la Isla. Los 500 millones de la Begun, de Julio Verne, y El último de los Mohicanos, de Fenimore Cooper, también estaban en mi biblioteca infantil. Ahora vuelvo a esos libros con la ilusión del artista que reconstruye su antiguo teatro de sombras chinescas.
Luego llegaron los libros mayores. Aunque, como decía Lezama, “cualquier buen libro leído es el libro mayor. O cualquier buen libro es el libro, porque mayor es un grado bélico que le sobra a la lectura”.
miércoles, 20 de mayo de 2009
BORGES Y LA MULTITUD.
martes, 19 de mayo de 2009
SALVAR CIERTAS EMOCIONES.
Recuerdo que un día sentí una felicidad irídica porque había empezado a trabajar en el lugar que entonces me parecía el centro del universo: La Rampa de La Habana. Y aunque he sido infiel a muchas emociones, esta ha quedado anclada en la zona del cerebro donde algunas impresiones nunca se borran.
“…sin embargo, aprecio y respeto la humilde y tenaz fidelidad que determinadas personas –sobre todo mujeres- mantienen por sus gustos, sus discos, sus antiguas empresas, por las fiestas desaparecidas: admiro su voluntad de seguir siendo los mismos en medio del cambio, de salvar su memoria, de llevarse con la muerte la primera muñeca, un diente de leche, un primer amor.”
En la consulta del dentista, mientras espero mi turno con el terror, me hago acompañar de un libro que fue una de mis lecturas deslumbrantes en una época: Las Palabras (Les Mots) de Jean Paul Sartre. Este texto era la primera parte de una autobiografía entonces inconclusa.
“He conocido a hombres que se acostaron ya tarde con una mujer envejecida por la simple razón de que la habían deseado en su juventud…A mi no me duran los rencores y lo confieso todo, complacientemente; estoy muy bien dotado para la autocrítica a condición de que no pretendan imponérmela.”
Disfruto de este Sartre que, siendo en apariencia tan autobiográfico y personal, no deja de ser un malicioso manipulador. En una página de su libro subrayo esta frase: “soy constante en mis afectos y en mi conducta pero infiel a mis emociones…”.
Al igual que modificamos el recuerdo, también cambiamos la interpretación de antiguas emociones. Y al final hay quienes logran una especie de obra de arte.
Imágenes: Obras de Tamara de Lempicka
lunes, 18 de mayo de 2009
HERMANOS DE LA GALAXIA: RESPONDAN
Por: Lázaro Sarmiento
En una ocasión Vincent Van Gogh escribió: Mirar las estrellas me hace soñar, como sueño al contemplar los puntitos negros que representan a pueblos y ciudades en un mapa. ¿Por qué, me pregunto, los puntos brillantes del firmamento no son tan accesibles como los puntitos negros del mapa de Francia?
Desde mi llegada a la radio he enviado infinidad de señales hacia esos puntos brillantes del cielo. Sigfredo Ariel opina que “en un rincón del cosmos han de estar amontonados cientos y cientos de mensajes (….) lanzados al Enigma con toda impunidad empleando pequeños transmisores propiedad del gobierno”.
En una época esos mensajes en busca de vida extraterrestre se transmitían en las voces de Gladys Roque y Danilo José desde lo más alto del Edificio Ene en La Rampa. Allí Radio Ciudad de La Habana tenía una antena de mediana potencia.
¿Cuántos años han transcurrido desde ese intento de comunicación con otros sitios de la galaxia? Tal vez unos quince años, apenas un instante en el Universo. Por esa fecha (1995), un grupo de científicos en el planeta definía los objetivos del proyecto de búsqueda de inteligencia extraterrestre denominado SETI@Home. Fue puesto en marcha el 17 de mayo de 1999.
Auspiciado por la universidad de Berkeley en California, el SETI@Home cuenta en la actualidad con más de cinco millones de usuarios de 200 países. Ellos ceden la potencia no utilizada de sus ordenadores personales para analizar la información recibida por el mayor radiotelescopio mundial, situado en Arecibo, Puerto Rico. Así se ha logrado la mayor red mundial de computación distribuida.
Entonces más que en hombrecillos verdes y en antenas galácticas, creía en la dialéctica de la fantasía y en la utilidad del juego para decir las cosas más serias. También en la capacidad de los ovnis para transportar ideas y en la pública belleza de esos puntos luminosos en el cielo a los que quería acceder Vincent Van Gogh. Todos los días me esfuerzo para seguir creyendo en la terapeútica de este mensaje:
Llamando a todas las estrellas
Llamando a todas las estrellas
Si en el universo hay seres capaces de captar este mensaje:
Que respondan ¡
Foto derecha: Edificio Ene, Calle Ene, entre 23 y 21, La Rampa. Alberga a las emisoras Radio Ciudad de La habana, Radio Enciclopedia y CMBF,Radio Musical Nacional.
domingo, 17 de mayo de 2009
CINE LA RAMPA DE LA HABANA.
Por: Lázaro Sarmiento
El cine de Ensayo La Rampa forma parte casi a diario de mis rutas visuales pues vivo a unos cien metros de esta instalación de la calle 23 en el Vedado. Hoy observé que están cambiando las planchas de mármol que cubren una parte de su fachada. Se trata de un necesario retoque de maquillaje en la sala inaugurada en enero de 1955 con el propósito de exhibir filmes de reconocidos valores artísticos.
La Rampa fue uno de los primeros cines en pasar al control del Gobierno Revolucionario. El 11 de noviembre de 1959 la Compañía Operadora de Espectáculos La Rampa S.A. y su moderno cine fueron intervenidos por la Resolución 1104 del Ministerio de Recuperación de Bienes Malversados.
La Compañía que controlaba La Rampa era propiedad de Francisco G. Cajigas García del Prado, Luis Humberto Vidaña Guasch, José Miguel Arado de la Cruz y Buenaventura F. Dellundé Puyáns. Todos tenían empresas que iban desde arroceras y fincas ganaderas hasta valiosas minas de manganeso y hierro. En muchos casos, esos negocios prosperaron gracias a relaciones políticas y a turbios manejos con Fulgencio Batista.
Para embarcar sus minerales por Oriente, Francisco Cajigas se valía de influencias con autoridades gubernamentales, entre ellas el Gral. Alberto Río Chaviano a quien pagaba $5 0000 mensuales. Y Cajigas contribuyó a la campaña presidencial de Batista con $100 000 en efectivo. Esta suma se la entregó personalmente al militar en el campamento de Columbia (Ver: Los Propietarios de Cuba 1958, de Guillermo Jiménez.)
Otro de los dueños del cine La Rampa, Buenaventura Dellundé Puyáns, era político y propietario del Bufete Dellundé que tenía sus oficinas en el Edificio Bacardí. Fue representante a la Cámara de 1948 a 1952.
En el cine La Rampa se estrenó el 30 de diciembre de 1960 Historias de la Revolución, de Tomás Gutiérrez Alea, el primer largometraje de ficción realizado por el Instituto Cubano del Arte y la Industria Cinematográficos, ICAIC, fundado en marzo de 1959.
La Rampa: 900 butacas.
viernes, 15 de mayo de 2009
HACER EL AMOR EN MEDIO DE LA CIUDAD
Por: Lázaro Sarmiento
Al igual que los elefantes se esconden en la espesura de la selva para hacer el amor, muchas “parejas raras” de la década de los años 80 buscaban esa privacidad en la profundidad de hoteles venidos a menos. Uno de esos hoteles alejados de su esplendor original era el Regis, ubicado en el Paseo del Prado de La Habana.
Hace unos veinticinco años, un amigo que conozco bastante bien, a las cinco de la tarde, de ciertos días de cada mes, integraba una fila india frente al mostrador de reservaciones del Regis.
Las parejas de mujer y hombre siempre conseguían alojamiento. Para “las demás personas” casi nunca había habitaciones disponibles.
Los “dúos” de sospechosa identidad homosexual eran rechazados por el carpetero de turno en el Regis que oficiaba como un verdadero “dios de las camas". Con mirada de águila maliciosa, este empleado examinaba de arriba a abajo los gestos, las voces y las ropas de quienes se esforzaban por conseguir una habitación mal iluminada, con el colchón destripado , por lo general sin agua en el grifo y con las ventanas rotas.
No era confort lo que atraía a las parejas al Regis. Buscaban en medio de la ciudad un lugar para hacer el amor y poco les importaban las comodidades. La mejor prueba de su felicidad estaba en los nombres y los corazones atravesados por flechas que quedaban rayados en el yeso de las paredes luego de una noche que podía ser tan larga como una sesión de sexo tántrico.
Para lograr “un cuarto de hotel” fingían lo que no eran, actuaban de forma camaleónica , colocaban la voz de una manera poco natural, intentaban sobornar al portero o inventaban historias rocambolescas. Ponían a mover las células del cerebro, que por algo es el órgano sexual más importante, y acudían a la astucia que ha dado tantos buenos ejemplos desde los días del caballo de Troya .
Mi amigo tenía suerte. Él y su compañero no encajaban en el molde tradicional de lo que se supone sea una pareja homosexual. En una ocasión la gerencia les advirtió que no podían alojarse en el hotel para hacer ningún tipo de negocios. Los habían confundido con negociantes de poca monta del Paseo del Prado.
Mucha gente trabaja ahora en Cuba para cambiar mentalidades como la de aquel carpetero caza-portañuelas que privó a numerosas parejas de irrecuperables noches de amor. En el empeño se unen instituciones oficiales, organizaciones sociales, campañas en los medios de difusión masiva, debates públicos, espectáculos en teatros y voces de prestigiosas personalidades que defienden el respeto a la diversidad sexual.
Los corazones de mi amigo y su pareja deben estar todavía dibujados en la pared de alguna habitación del Regis.
Imagen: Hotel Regis. Prado y Colón, La Habana. Foto: Lázaro Sarmiento. 15.05.09
jueves, 14 de mayo de 2009
LOS ENAMORADOS SE TRANSFORMAN EN MONSTRUOS
Por: Lázaro Sarmiento
Deberíamos hacer públicas nuestras experiencias como monstruos. Incluso me gustaría que algunos de los lectores de este blog me enviaran las suyas para publicarlas. Estuve pensando en esta idea después de recordar la tesis del escritor Andrew Sean Greer (Washington, 1970) de que “cualquier enamorado se transforma en un monstruo en algún momento.”
La afirmación la hizo Andrew Sean Greer durante la entrevista que en enero de 2005 le concedió al periodista Gabi Martínez de La Razón, a raíz de la publicación en España de Las confesiones de Max Tivoli (Editorial Destino).
“-¿Qué es un monstruo para ti?
-Una criatura egoísta .Los niños son monstruos, las madres rara vez lo son. Los artistas son monstruos; y los hombres de negocios; también los seductores y los hombres malos. Cualquier enamorado se transforma en un monstruo en algún momento, y estamos dispuestos a manipular o perjudicar -¡al objeto de nuestro amor¡-por mantenerlo. A menudo, King Kong es citado como una gran historia de amor, y estoy de acuerdo.
“Yo quería que el sentimiento de amor y felicidad fuera como un pájaro en el pecho de Max, saltando de rama en rama, nunca posado quieto. Porque nunca somos el mismo, en ningún momento. Los grandes amantes navegan y dudan y se mueven adelante y atrás, varias veces al día, incluso a lo largo del mismo día. Somos criaturas intrincadas, y esto hace todo más difícil. Y, como Alicia, uno debe correr tan rápido como pueda sólo para quedarse en el mismo lugar. "
Yo creo que si tuviéramos el valor o el sentido del humor, o la inteligencia, o el cinismo, de hacer públicas nuestras experiencias como enamorados comprobaríamos cuan común es la monstruosidad. .
Imagen: La ducha eléctrica, óleo sobre tela,
(1999) de Rocío García. Serie: Hombres, machos y marineros.
Imagen de la cabecera: Fotograma del filme El imperio de los sentidos.
lunes, 11 de mayo de 2009
CLAVES DEL PASADO: CASAS DE EL VEDADO.
Por: Lázaro Sarmiento
Ninguno de los arquitectos que diseñaron los palacetes de El Vedado pudo concebir las funciones sociales que algún día se le asignarían a sus obras. Quienes habitaron por primera vez estas casas habaneras, o sus descendientes, tampoco imaginaron el destino que tendrían.
En la actualidad alojan a instituciones estatales, organizaciones no gubernamentales, facultades universitarias, museos o centros de salud. El inmueble de la imagen superior es la sede a la Dirección de los Comités de Defensa de la Revolución en Ciudad de La Habana. El destino de algunas casas es ciertamente sorprendente.
Una buena parte de los antiguos inquilinos de estas mansiones de El Vedado nunca lograron en su exilio en Miami, o en cualquier otra parte del mundo, tener viviendas como éstas: eclécticas y lujosas detrás de sus rejas, paradisíacas a la sombra de la vegetación exuberante, magníficas en su acumulación de confort. (Abajo: casa en una de las esquinas de G y 17)
Sobre el inmueble que alberga el Museo de Artes Decorativas de La Habana (foto de abajo): “En1927, José Gómez Mena había hecho construir su casa en la calle 17 y E, por los arquitectos franceses P. Viard y M. Destugue. La decoración interior, realizada por la casa Jansen de París, incluyó mármoles de Carrara, herrajes de bronces y oro, un comedor de estilo Regency, carpintería exterior de cedro hecha en Cuba, mientras que la carpintería interior toda de caoba fue encargada a París al igual que los baños estilo art deco. La segunda propietaria de este palacio fue la Condesa de Revilla de Camargo, María Luisa Gómez Mena…” (Jorge Pavez Ojeda en El Vedado 1850-1940. De Monte a reparto (Centro Juan Marinello, La habana, 2003.).
Sobre el inmueble que alberga el Museo de Artes Decorativas de La Habana (foto de abajo): “En1927, José Gómez Mena había hecho construir su casa en la calle 17 y E, por los arquitectos franceses P. Viard y M. Destugue. La decoración interior, realizada por la casa Jansen de París, incluyó mármoles de Carrara, herrajes de bronces y oro, un comedor de estilo Regency, carpintería exterior de cedro hecha en Cuba, mientras que la carpintería interior toda de caoba fue encargada a París al igual que los baños estilo art deco. La segunda propietaria de este palacio fue la Condesa de Revilla de Camargo, María Luisa Gómez Mena…” (Jorge Pavez Ojeda en El Vedado 1850-1940. De Monte a reparto (Centro Juan Marinello, La habana, 2003.).
domingo, 10 de mayo de 2009
ALBUM DE FAMILIA: LA ABUELA GALLINA.
Por: Lázaro Sarmiento
En la foto de arriba mi abuela Margot (al centro) y cuatro de sus hijos. Mi abuela se convirtió en un personaje decisivo en mi vida desde el día en que vine al mundo sietemesino en una finca, en medio del campo, distante de cualquier hospital. Mi madre no había cumplido aún los quince años. Los dos nos beneficiamos de la experiencia maternal de mi abuela. Ella fue quien me colocó en una caja de cartón con abundantes algodones y botellas de agua caliente. En esa incubadora rústica llegué a un hospital de la ciudad de Matanzas con muy pocas posibilidades de sobrevivir. Mi abuela estuvo llorando varios días y las promesas que hizo por mi salvación determinaron mi nombre: Lázaro. Nunca dejó de encenderle velas al santo que, según decía, le debo la vida.
Luego pasaron los años y, aunque vivíamos en distintos barrios, yo siempre quería estar en su casa los fines de semana o durante el paso de un ciclón , o cuando me enfermaba. Le gustaba tener a todos los hijos y nietos debajo de la saya. Le decíamos la abuela gallina. Ella y yo jugábamos a la realeza con todos los cachivaches y lujos que heredó de la casa donde fue sirvienta largo tiempo. Trabajó para unos polacos que la trataban como un familiar pero le pagaban solo treinta pesos al mes por hacer todas las labores domésticas.
Mi abuela me decía: espérame en la terraza que voy a llevarte limonada. Y allí me servía la refrescante bebida en bandeja de plata y copa de bacarat. Yo andaba por los siete u ocho años. También nos deleitábamos imitando grandes festines con una primorosa vajilla en la gran mesa de cristal donde antes se sentaban los amigos de los polacos, comerciantes como ellos de la calle Muralla de La Habana. Y como casi todas las abuelas, ella fabricaba pan de la nada.
En la foto de arriba mi abuela Margot (al centro) y cuatro de sus hijos. Mi abuela se convirtió en un personaje decisivo en mi vida desde el día en que vine al mundo sietemesino en una finca, en medio del campo, distante de cualquier hospital. Mi madre no había cumplido aún los quince años. Los dos nos beneficiamos de la experiencia maternal de mi abuela. Ella fue quien me colocó en una caja de cartón con abundantes algodones y botellas de agua caliente. En esa incubadora rústica llegué a un hospital de la ciudad de Matanzas con muy pocas posibilidades de sobrevivir. Mi abuela estuvo llorando varios días y las promesas que hizo por mi salvación determinaron mi nombre: Lázaro. Nunca dejó de encenderle velas al santo que, según decía, le debo la vida.
Luego pasaron los años y, aunque vivíamos en distintos barrios, yo siempre quería estar en su casa los fines de semana o durante el paso de un ciclón , o cuando me enfermaba. Le gustaba tener a todos los hijos y nietos debajo de la saya. Le decíamos la abuela gallina. Ella y yo jugábamos a la realeza con todos los cachivaches y lujos que heredó de la casa donde fue sirvienta largo tiempo. Trabajó para unos polacos que la trataban como un familiar pero le pagaban solo treinta pesos al mes por hacer todas las labores domésticas.
Mi abuela me decía: espérame en la terraza que voy a llevarte limonada. Y allí me servía la refrescante bebida en bandeja de plata y copa de bacarat. Yo andaba por los siete u ocho años. También nos deleitábamos imitando grandes festines con una primorosa vajilla en la gran mesa de cristal donde antes se sentaban los amigos de los polacos, comerciantes como ellos de la calle Muralla de La Habana. Y como casi todas las abuelas, ella fabricaba pan de la nada.
Jamás hizo preguntas molestas y fue mi cómplice inteligente y creativa. Para consumo de mis compañeros de colegio, yo le inventaba antiguos amantes en Sudamérica y viajes en trasatlánticos. Ella le tenía horror a las canas (una fobia familiar). Cuando las crisis de abastecimientos se agudizaban en el país y desaparecían de la tiendas los tintes para el cabello, recurría al papel carbón y a infusiones de flores que oscurecían el pelo. Al percibir que envejecía y podía perder la memoria, me hizo prometerle que no permitiría que la enterraran con el cabello sin teñir y que , si no había tintes, le cubriera las canas aunque fuera con betún negro para calzado. Fue lo único en que le fallé.
sábado, 9 de mayo de 2009
COMO CONOCIÓ PETE SEEGER LA GUANTANAMERA.
Por: Lázaro Sarmiento
El cantante Pete Seeger conoció la Guantanamera con versos de José Martí en un encuentro en Estados Unidos con el entonces joven compositor cubano Héctor Angulo. Los investigadores Iraida Sánchez Oliva y Santiago Moreaux Jardines en el libro La Guantanamera (Editorial José Martí, La Habana, 1999) incluyen la siguiente información:
“Un fructífero encuentro.
Gracias a un inesperado y fructífero encuentro entre Pete Seeger y Héctor Angulo, la Guantanamera da su salto a la universalidad. De labios del propio Seeger nos llega la historia:
…Fue en 1962. Yo estaba de visita en un campamento de verano, al norte, para niños de una extensa zona. Como es natural, llevé mis canciones y algunos me preguntaron: ‘Peter, ¿por qué no aprende una canción que nos enseñó un instructor cubano que tenemos aquí’. Era Héctor Angulo, que se ganaba la vida trabajando durante las vacaciones para poder proseguir sus estudios musicales, y fue idea suya o de su maestro, Julián Orbón, introducir versos de Martí en la guajira de Joseíto Fernández, y así fue como la aprendí, y ese mismo día supe quién era José Martí (…) Creo que fue una bendición ese descubrimiento: llevé la Guantanamera a más de 35 países, ‘con los pobres de la tierra’” (Declaraciones de Pete Seeger al periodista López Nussa, publicadas en Bohemia, el 30 de diciembre de 1983)
El compositor Héctor Angulo (Santa Clara, 1932) ha cultivado la música de cámara, coral y sinfónica. A partir de 1960 realizó estudios superiores becado por el Ministerio de Educación cubano en la Manhattan School of Music de Nueva York.
“Durante 1962 trabajaba como instructor en un campamento de verano progresista –Woodland Camp-, al norte de Nueva York, donde los niños y jóvenes, hijos de obreros de diversas tendencias políticas, de campesinos uy judíos, negros, blancos y latinos, disfrutaban de una estancia sobre verdaderas bases de colectivismo, sin fronteras raciales, políticas, sociales ni religiosas (…) Un maravilloso domingo de aquellos, Pete Seeger llega al campamento y conoce al compositor cubano. Ya éste les había enseñado a los niños la melodía de la Guantanamera con las tres estrofas -I, V y III- escogidas por el propio Angulo- con la intención de exaltar el sentimiento de fraternidad y amor hacia los desposeídos- de las muchas que Martí había escrito en sus Versos sencillos. Seeger se llevaría entonces la cinta grabada con la letra y música de lo que más tarde se convertiría en himno de solidaridad y esperanza”
El cantante Pete Seeger conoció la Guantanamera con versos de José Martí en un encuentro en Estados Unidos con el entonces joven compositor cubano Héctor Angulo. Los investigadores Iraida Sánchez Oliva y Santiago Moreaux Jardines en el libro La Guantanamera (Editorial José Martí, La Habana, 1999) incluyen la siguiente información:
“Un fructífero encuentro.
Gracias a un inesperado y fructífero encuentro entre Pete Seeger y Héctor Angulo, la Guantanamera da su salto a la universalidad. De labios del propio Seeger nos llega la historia:
…Fue en 1962. Yo estaba de visita en un campamento de verano, al norte, para niños de una extensa zona. Como es natural, llevé mis canciones y algunos me preguntaron: ‘Peter, ¿por qué no aprende una canción que nos enseñó un instructor cubano que tenemos aquí’. Era Héctor Angulo, que se ganaba la vida trabajando durante las vacaciones para poder proseguir sus estudios musicales, y fue idea suya o de su maestro, Julián Orbón, introducir versos de Martí en la guajira de Joseíto Fernández, y así fue como la aprendí, y ese mismo día supe quién era José Martí (…) Creo que fue una bendición ese descubrimiento: llevé la Guantanamera a más de 35 países, ‘con los pobres de la tierra’” (Declaraciones de Pete Seeger al periodista López Nussa, publicadas en Bohemia, el 30 de diciembre de 1983)
El compositor Héctor Angulo (Santa Clara, 1932) ha cultivado la música de cámara, coral y sinfónica. A partir de 1960 realizó estudios superiores becado por el Ministerio de Educación cubano en la Manhattan School of Music de Nueva York.
“Durante 1962 trabajaba como instructor en un campamento de verano progresista –Woodland Camp-, al norte de Nueva York, donde los niños y jóvenes, hijos de obreros de diversas tendencias políticas, de campesinos uy judíos, negros, blancos y latinos, disfrutaban de una estancia sobre verdaderas bases de colectivismo, sin fronteras raciales, políticas, sociales ni religiosas (…) Un maravilloso domingo de aquellos, Pete Seeger llega al campamento y conoce al compositor cubano. Ya éste les había enseñado a los niños la melodía de la Guantanamera con las tres estrofas -I, V y III- escogidas por el propio Angulo- con la intención de exaltar el sentimiento de fraternidad y amor hacia los desposeídos- de las muchas que Martí había escrito en sus Versos sencillos. Seeger se llevaría entonces la cinta grabada con la letra y música de lo que más tarde se convertiría en himno de solidaridad y esperanza”
martes, 5 de mayo de 2009
LA PRIMERA DE LAS DIVAS
Por: Lázaro Sarmiento
Unos hilos invisibles sostenían los párpados envejecidos de Francesca Bertini para que sus ojos se mantuvieran abiertos ante la mirada pública y el bombardeo de las cámaras, arropada en una lluvia de luces. Esto pensé al descubrirla tardíamente en un reportaje en la prensa en octubre de 1981.
Miguel Barnet me había traído de Madrid un ejemplar de El País que, en la sección de Artes, incluía dos fotos de la legendaria actriz italiana. La primera era de archivo y pertenecía al melodrama operístico Asunta Spina (1914). Esta es la única película de la artista que se conserva de su etapa silente.
La otra imagen mostraba a la Bertini a los 90 años acompañada por el actor Fabio Testi. El Festival de Cine de San Sebastián homenajeaba por esos días a la antigua reina de las divas y ella acudía a todos los actos oficiales del brazo de Testi, como escoltada por un gigoló de lujo.
Entonces no existía Internet, el mundo no estaba globalizado como en el presente y un simple recorte de periódico constituía un valioso regalo para quienes la información representa mucho más que acumular datos: es morbo y placer.
Hasta ese momento, Francesca Bertini había sido para mí solo un nombre en las enciclopedias de cine. Los textos decían que en sus películas" sobresalía la frescura de una niña en su rostro de mujer, con perfil sensual de camafeo”. Luego estaba “la belleza de sus ojos, bordeados de negro por un maquillaje que los volvía más misteriosos”.
En la fotografía de 1981, con el mismo gesto de las estrellas de todas las épocas, Francesca saludaba con una mano al auditorio o, quizás, le hacía un postrero guiño a la eternidad porque las personalidades como ella son conscientes de su propia simbología.
Los ojos que "embrujaron" a los hombres de las primeras generaciones del cine, ahora imitaban un jeroglífico chino, dibujado con finas líneas. En algún momento, la anciana debió acordarse de su antiguo poderío y fue entonces cuando sus ojos brillaron como los de una fiera: “Yo fui la primera diva, y era sólo una actriz que había creado un tipo de mujer. Yo inventé el neorrealismo… Pero lo hice toda sola: yo creé a Francesca Bertini”.
Afirmó que tenía el secreto de la juventud pero que no se lo diría a nadie y que regresaría a San Sebastián dentro de diez años. Murió antes, en 1985. Nunca he olvidado los hilos invisibles que sostenían sus párpados .
Unos hilos invisibles sostenían los párpados envejecidos de Francesca Bertini para que sus ojos se mantuvieran abiertos ante la mirada pública y el bombardeo de las cámaras, arropada en una lluvia de luces. Esto pensé al descubrirla tardíamente en un reportaje en la prensa en octubre de 1981.
Miguel Barnet me había traído de Madrid un ejemplar de El País que, en la sección de Artes, incluía dos fotos de la legendaria actriz italiana. La primera era de archivo y pertenecía al melodrama operístico Asunta Spina (1914). Esta es la única película de la artista que se conserva de su etapa silente.
La otra imagen mostraba a la Bertini a los 90 años acompañada por el actor Fabio Testi. El Festival de Cine de San Sebastián homenajeaba por esos días a la antigua reina de las divas y ella acudía a todos los actos oficiales del brazo de Testi, como escoltada por un gigoló de lujo.
Entonces no existía Internet, el mundo no estaba globalizado como en el presente y un simple recorte de periódico constituía un valioso regalo para quienes la información representa mucho más que acumular datos: es morbo y placer.
Hasta ese momento, Francesca Bertini había sido para mí solo un nombre en las enciclopedias de cine. Los textos decían que en sus películas" sobresalía la frescura de una niña en su rostro de mujer, con perfil sensual de camafeo”. Luego estaba “la belleza de sus ojos, bordeados de negro por un maquillaje que los volvía más misteriosos”.
En la fotografía de 1981, con el mismo gesto de las estrellas de todas las épocas, Francesca saludaba con una mano al auditorio o, quizás, le hacía un postrero guiño a la eternidad porque las personalidades como ella son conscientes de su propia simbología.
Los ojos que "embrujaron" a los hombres de las primeras generaciones del cine, ahora imitaban un jeroglífico chino, dibujado con finas líneas. En algún momento, la anciana debió acordarse de su antiguo poderío y fue entonces cuando sus ojos brillaron como los de una fiera: “Yo fui la primera diva, y era sólo una actriz que había creado un tipo de mujer. Yo inventé el neorrealismo… Pero lo hice toda sola: yo creé a Francesca Bertini”.
Afirmó que tenía el secreto de la juventud pero que no se lo diría a nadie y que regresaría a San Sebastián dentro de diez años. Murió antes, en 1985. Nunca he olvidado los hilos invisibles que sostenían sus párpados .
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