sábado, 23 de febrero de 2008


LOS JUDÍOS DE CUBA EN LA FERIA DEL LIBRO.
Por: Lázaro Sarmiento

“Vinimos en un barco de refugiados, en el que la mayoría eran judíos. Fuimos a vivir al Hotel Luz, donde se alojaban los judíos que entraban al país, sobre todo los sefarditas. Llegamos “con una mano adelante y otra atrás”, como se dice. Yo recuerdo que mamá tenía una bolsita de seda rosada en el cuello, con unos cordoncitos dorados, donde guardaba sus prendas. Como buena judía, siempre se preocupaba de cargar con sus prendas y cada vez que pasábamos por una mala situación económica, mamá sacaba su bolsita, las empeñábamos y echábamos para adelante. El Hotel Luz era un sitio curioso. Los últimos que llegaban, que eran los que tenían menos dinero, vivíamos en la azotea. A medida que mejorábamos económicamente, íbamos bajando de piso.”(ROSA BEHAR HAZDAY)

La isla elegida. Los judíos en Cuba (Editorial de Ciencias Sociales. La Habana, 2007), de Maritza Corrales Capestany, me resulta en lo personal uno de los títulos mas interesantes de la presente Feria Internacional del Libro de La Habana. . “A través de entrevistas y búsquedas en materiales de archivo, se cuenta la vida de 36 judíos que inmigraron o nacieron en Cuba en el siglo pasado convirtiéndose en parte del tejido social cubano”. Comparto con ustedes mi entusiasmo por La isla elegida. Los judíos en Cuba citando unos breves fragmentos de sus 306 páginas.

Con nuestro sacrificio estamos contribuyendo al futuro
En 1961 nos hicimos milicianos todos los hebreos de la vieja guardia. Los activistas éramos veinte o veinticinco. Caminamos los sesenta y dos kilómetros (“Sesenta y dos kilómetros”: Ejercicio de graduación de las Milicias Nacionales Revolucionarias) Usted dirá por qué yo me sacrifiqué y los otros echaron un pie. Porque hay muy pocos idealistas en el mundo. Porque había que ser idealista, como son idealistas los hebreos de Israel, que se sacrifican.
(ARÓN RADLOW GIVNER)

De judío del Big Five a empresario socialista
En Cuba, nadie nunca me llamó judío o me dijo algo que pudiera menospreciarme. A los cubanos no les importa mucho eso de qué religión profesas o a qué grupo étnico perteneces. En treinta y cinco años viviendo en el país a nadie le interesó saber si yo era judío, hasta un día de 1973 en que Maritza, una muchacha historiadora, me miró a los ojos y sin vacilar disparó la pregunta: “¿Usted es judío? Me quedé estupefacto. Tres meses después nos casamos y todos estos años ella, con esa persistencia tan suya, ha seguido indagando y escribiendo libros sobre los judíos.
(RAFAEL HERNANDEZ ROUSSEAU)

Lo más difícil fue la decisión de irse
Pienso que el momento más difícil de los judíos en Cuba fue cuando decidieron irse. Casi todos eran comerciantes, pequeños, medios, ricos. Mi hermana era abogada, todos sus clientes se habían ido. Yo no tenía por que irme. Papá no quería emigrar, no lo habían intervenido y estaba haciendo buen dinero. Cuando a él le intervinieron el negocio, en 1968, es que determina irse, pero en ese momento mi hijo estaba en edad del servicio militar, yo estaba casado con Dalia y había nacido nuestro hijo más chiquito

Extrañábamos nuestro hogar judío
El diez por ciento de la población cubana, un millón de personas, emigró. Entre ese millón y algo se fueron trece mil judíos, pero estos trece mil judíos representaban no el diez por ciento, sino el noventa por ciento de la comunidad.
JOSE MILLER FREDMAN (1925-2006)

El judío más integrado de Cuba
A Matterin (Abraham Marcus Materrin.1916-1983) Cuba le penetró el alma. Primero, a través de José Martí. Marcus se sentía orgulloso de ser judío y orgulloso de ser cubano. Alternaba su trabajo cotidiano con aquello que más placer le daba, hablar en público, relacionarse con los seres humanos, divulgar la cultura judía, acercarla a los gentiles, ser el puente entre esta minoría de inmigrantes y la sociedad que tan generosamente les acogió. En una de esas conferencias, don Fernando Ortiz lo presentó calificándolo como “el judío más integrado de Cuba”.

Maritza Corrales Capestany nació en La Habana en 1948. Historiadora dedicada a la investigación de los judíos en Cuba. Colabora con diversos centros de investigación e instituciones académicas. Ha dictado conferencias en universidades extranjeras y participado en eventos en Cuba, Estados Unidos, España, Israel y México.Es autora de varios libros.

Cautivante la lectura del itinerario de estos 36 judíos cuyas vidas están bien contadas en La isla elegida. Los judíos en Cuba.

viernes, 22 de febrero de 2008


ROSTROS DE LA RADIO CUBANA.
Feria Internacional del Libro Cuba 2008

Por: Lázaro Sarmiento

Era tan niño que tenía que subirse en un banquito para decir sus bocadillos frente a los micrófonos en Aventuras de Tarzán (Bernardo Menéndez). Su debut en el cine fue en el documental de Agnés Varda: ¡Saludos amigos¡ (Asenneh Rodríguez). Apareció por última vez en televisión en Los hermanos Karamazov (Eduardo Egea). Fue la primera productora radial de mesa del Socialismo (Isabel Aida Rodríguez). Raquel Revuelta fue su paradigma de siempre (Verónica Lynn). Su historia artística es veloz, pero su nombre queda como una leyenda (María Valero).

Con otros Rostros que se escuchan (Letras Cubanas, 2007) Josefa Bracero vuelve a entregarnos un libro memorioso, útil, que se lee con placer y por cuyas páginas desfilan los rostros misteriosos y los labios invisibles que atraparon a varias generaciones de radioescuchas en Cuba. Luego, muchos de esos rostros se hacían públicos en las páginas de las revistas y periódicos y en los sets de televisión. Pero en la radio siempre fueron como los oyentes imaginaban eran Madame Bovary, Leonardo Moncada, María Isabel o Tía Tata.

En este volumen, continuación del primer Rostros que se escuchan, publicado en 2002, hay una parte inicial dedicada a figuras de la radio y la televisión que ya no vivían cuando la autora comienza a darle forma definitiva a su obra. Enrique Santiesteban, Edwin Fernández (Trompoloco), Manolo Ortega, Pedro Álvarez, Alejandro Lugo, Sol Pinelli y Cepero Brito son algunas de las personalidades evocadas en las primeras páginas de otros Rostros

En lo personal, la lectura de este libro sacó a flote mi nostalgia del día en que entré por primera vez a un estudio de Radio Liberación (antes CMQ) donde se grababa en ese momento La novela de las 11, dirigida por Julito Lot. Protagonistas: Odalys Fuentes y Carlos Gilí. Eran como dioses griegos en una ciudad del Caribe. Hermosos y aún jóvenes, transmitían esa alegría de vivir de la gente que se siente feliz, realizada, en el esplendor de sus carreras. Casi perfectos .

Diez años antes Odalys Fuentes era uno de los rostros de la publicidad en Cuba: en vallas comerciales en las carreteras de toda la Isla y en anuncios de televisión, su rostro cubanísimo glorificaba la espuma de una popular cerveza. Ahora la tenía delante de mí, recostada a la consola de audio, mostrando sus lindas piernas, mientras repasaba el libreto que se grabaría dentro de algunos minutos y, en las breves pausas del ensayo, conversaba con el galán del reparto. De su sensual piel guajira irradiaba un perfume marino que llenaba aquel estudio donde habían quedado registradas las voces que convirtieron a La Habana en el Olimpo de las radionovelas en América Latina.

Mucho tiempo después: estoy sentado en un ómnibus rumbo a Holguín como miembro del jurado del Festival de la radio cubana. De pronto siento el mismo perfume marino de aquel mediodía en una cabina de Radiocentro. En el asiento de atrás viaja Odalys Fuentes con Raquel González como compañera. Por unos instantes me convierto en el antiguo jovencito tímido y azorado ante la belleza de la actriz. Le cuento la emoción que ella despertó en mi primer día de radio. Entonces comienza a recordar sucesos, fechas, personajes, a retazos, como quien no quiere darle importancia a su biografía. La misma cualidad que la lleva a parecer huidiza a las entrevistas y que tal vez sea la razón por la que no está entre otros Rostros que se escuchan. Odalys en la madurez conserva el encanto y la elegancia que hacen imposible que pase inadvertida a la mirada pública.

Josefa Bracero (Camagüey, 1942) ha recogido ya en dos libros la trayectoria de numerosos artistas cuyas vidas brillaron frente a los micrófonos. El primero de los volúmenes y otros Rostros que se escuchan conforman una magnífica base de datos con informaciones, anécdotas, opiniones, que ella ha salvado para la historia cultural de este país. A la Bracero hay que agradecerle esa mediación entre el recuerdo y el testimonio. En sus crónica-entrevistas descubrimos además una buena parte del historial como oyentes de millones de rostros invisibles. Fue el poder de esa audiencia el que, finalmente, definió los rasgos de estos Rostros de la radio.

martes, 19 de febrero de 2008


LA LUNA: EL RESPLANDOR QUE SALE DE NOSOTROS…
Por: Lázaro Sarmiento

Fue un viaje magnífico y aterrador. La noticia más trascendental sobre la Luna ocurrió el 20 de julio de 1969. Ese día Neil Armstrong, comandante de la nave Apolo 11, se convirtió en el primer hombre que pisaba la Luna. Una estación que desde la Tierra recogía los datos biomédicos de los astronautas registró que el corazón de Armstrong alcanzaba en los momentos previos al alunizaje las 128 pulsaciones.

Desde entonces el tema de la Luna ha tenido sus altas y bajas. En los últimos tiempos una serie de informaciones permite llegar a estas conclusiones: (1) la Luna volverá a tener protagonismo en los planes de los países con posibilidades de desarrollar misiones espaciales significativas y, (2), en el futuro podrá ser motivo de conflictos importantes por el control de sus recursos. Para seguir creciendo, -se dice cada día más- será necesario a largo plazo recurrir a recursos "del espacio próximo a la Tierra”. Sobre este tópico incluyo seguidamente un fragmento del reportaje publicado en el diario español El País el pasado 16 de enero por Mónica Salome titulado Comienza la década de la Luna.

“Hace ya años que el destino estrella de las misiones espaciales es Marte, pero la próxima década promete ser la de la Luna. Cada vez más grupos, sobre todo en Estados Unidos, aunque también en otros países, trabajan para hacer frente a los retos que supone la vuelta a la Luna prometida por George W. Bush para 2020. Establecer allí una base semipermanente no mucho tiempo después es un objetivo que los expertos consideran factible al menos desde el punto de vista tecnológico, lo que no significa que no queden muchos problemas por resolver.”

"Sí que es posible construir una base lunar de aquí a 2020", dice por correo electrónico Goro Komatsu, planetólogo en la Universidad d'Annunzio (Italia). "La fecha depende de la decisión política de Estados Unidos, Europa, Rusia o Japón, o de China e India, que pueden cambiar el panorama de la exploración lunar. Pero la capacidad la tenemos, sin duda". También Ignasi Casanova, de la Universidad Politécnica de Cataluña, cree que "la mayoría de las tecnologías necesarias ya están disponibles.

“La Luna, según la Estrategia de Exploración Global de la NASA, no sólo es el entrenamiento para ir a Marte, sino también una zona lógica de expansión para la economía terrestre. Rosario Lunar, geóloga de la Universidad Complutense de Madrid, defiende que para seguir creciendo será necesario a largo plazo recurrir a recursos "del espacio próximo a la Tierra". Un ejemplo es el gas helio 3, útil como combustible de un hipotético reactor de fusión nuclear y del que podrían obtenerse miles de toneladas en la Luna. "Los recursos lunares [DE HELIO] serían suficientes para el abastecimiento de energía eléctrica a la Tierra durante más de 1.000 años", explica Lunar.

En 1969 el poeta Jaime Sabines escribió: “Hace tres días regresaron los hombres de la luna. Nadie habla de otra cosa. Fue un viaje magnífico y aterrador”…”Mientras no nos la quiten, mientras no la hagan girar en órbita alrededor de otro planeta, la luna será nuestra como siempre hemos pensado: un hermoso sueño, una distante luz que nos penetra, un suave amor profundo y quieto en nuestro corazón. La luna será siempre el resplandor que sale de nosotros en la noche y en la soledad”.

Tengo mis dudas sobre ese sueño del poeta mexicano. Entre tanto se anuncia que el próximo eclipse lunar visible será el 21 de diciembre de 2010.

domingo, 17 de febrero de 2008


¡CUÁNTOS LIBROS¡ ¿LOS HA LEÍDO TODOS?
Por: Lázaro Sarmiento

El Directorio Telefónico de La Habana, edición de 1957, de la Cuban Telephone Company, en intimidad con la Poesía, de Pablo Neruda, y La Ciudad de las Patrañas, de David Mamet, y muy cerca de Yo Publio. Confesiones Raúl Martínez. Mi biblioteca tiene dos categorías de libros : los que disfruto como lector puro (este término es solo provisional) y los que constituyen herramientas de trabajo. Sin embargo, no todo el mundo ve como algo natural la cantidad de libros que acumula la gente que redacta artículos, escribe programas o realiza investigaciones. Además, las citadas categorías bibliotecarias se contaminación entre sí y evidencian la fragilidad de las etiquetas.

En un texto de 1990, Cómo justificar una biblioteca privada, Umberto Eco pone como ejemplo de una situación obvia al visitante que entra en su casa, cuya vasta biblioteca no puede pasar inadvertida, entre otras cosas porque no hay nada mas, y dice: ¡Cuántos libros¡ ¿Los ha leído todos? Eco reflexiona: “Al principio, creía que la frase revelaba sólo a personas de escasa familiaridad con el libro, avezadas a ver sólo estanteriuchas con cinco novelas policíacas y una enciclopedia infantil en fascículos. Pero la experiencia me ha enseñado que la frase la pronuncian incluso personas insospechadas”.

Y seguidamente Eco observa: “Se puede decir que se trata, con todo, de personas que tienen una noción de la estantería como depósito de libros leídos y no de la biblioteca como instrumento de trabajo, pero no basta. Creo que, ante muchos libros, cualquiera cae presa de la angustia del conocimiento, y finalmente se desliza hacia la pregunta que expresa su tormento y sus remordimientos”.

Un lector de novelas sin dudas quedará cautivado por el virtuosismo y la originalidad de un escritor como Yasunari Kawabata . En cambio, para un estudioso de la literatura japonesa, o mundial, una obra como "Lo bello y lo triste", de este desaparecido autor, será una herramienta de trabajo sin que por ello pierda su característica inicial: una obra de ficción para ser disfrutada antes que estudiada. Y entonces habrá que responder esta pregunta: ¿acaso el crítico no disfruta una novela cuando la descuartiza para ver como fue construida. Otro ejemplo obvio.

Por lo demás, un directorio telefónico no se lee de la misma manera que una novela de Kawabata, ni tampoco pertenece al tipo de libro que la mayoría de las personas vincula al concepto tradicional de biblioteca personal. Pero cuando indagué por determinados cines y bares para un trabajo sobre varias esquinas habaneras que eran como pequeñas capitales dentro de algunos barrios, el directorio con sus páginas amarillas y sus ilustraciones me resultó una herramienta de extraordinaria utilidad. Este volumen esperó diez años antes de ofrecerme sus datos. Y lo hizo con una nostalgia táctil que , por ahora, Internet carece.

Hay muchos libros "no leídos" que ocupan un lugar en el estante de la biblioteca por otras misteriosas razones muy distantes a las características de herramientas de directorios, diccionarios y demás obras denominadas de referencia. Puede suceder que transcurra un largo tiempo antes que el día menos esperado "Lo bello y lo triste" despierte nuestra atención . Y sobre otros libros no llegaremos jamás a saber si nos hubieran gustado porque nunca los leeremos. Las bibliotecas privadas existen también para provocarnos. Pero desconocemos el momento en que ocurrirá el pinchazo.

Esta es solo una de las motivaciones para seguir adquiriendo libros. Es un razonamiento tan obvio que resulta raro que alguna gente no lo entienda cuando contempla el montón de ejemplares que compré hoy en la Feria del Libro de La Habana.

viernes, 15 de febrero de 2008

ME GUSTA ACAPARAR LIBROS.
Por: Lázaro Sarmiento

Lo confieso con orgullo: me gusta acaparar libros. De los más de 8 millones de ejemplares que se venderán por estos días en la Fortaleza de la Cabaña y en toda Cuba, algunos irán para mi biblioteca privada. Y no serán pocos. Como cada año durante la Feria Internacional del Libro de La Habana trato de acopiar un buen número de títulos. Hoy compré los siguientes:

En el cielo con diamantes. Senel Paz
Contar es un placer. Recopilación de Emmanuel Tornés Reyes.
Siglo XX: Intelectuales militantes. Eliades Acosta.
Crónicas del relámpago. Guillermo Rodríguez Rivera
No logo. El poder de las marcas. Naomi Klein
Pablo Neruda. Poesía.
Evocación. Aleida March
Amo en ti lo imposible. Poesía de amor. Nazim Hikmet
Estados Unidos, de raíz. Néstor García Iturbe
Las trampas del oficio. Apuntes sobre cine y sociedad. Ambrosio Fornet
SIDA: Confesiones a un médico. Jorge Pérez Ávila
La Filosofía Política Moderna de Hobbes a Marx. Compilación
De dónde son los cubanos. Coordinadora Graciela Chailloux Laffita
Los placeres del dolor. Pedro Ángel Palou
El Postmoderno, el postmodernismo y la crítica en Criterios. Selección Desiderio Navarro
Ánima fatua .Anna Lidia Vega Serova
Imperio e imperialismo. Atilio Boron
Los milagros de Cuba. Ramón Chao
Y la muerte no tendrá dominio. Dylan Thomas
Maltrato Infantil. Prevención. Néstor Acosta Tieles
Los que se fueron. Los que se quedaron. Luis Báez (Nueva edición)

Mi biblioteca privada se ha multiplicado muchas veces desde los tiempos en que, niño, descubrí una humilde librería de viejo que había frente al cine Moderno, en Luyanó. También los compraba en una carretilla que colocaban en la entrada de La Benéfica, el hospital familiar de la Calzada de Concha. Entre los títulos más antiguos que conservo de esa época sobresale un “Atlas geográfico Mundial de Bolsillo”, editado en Checoslovaquia en 1963.

Mis dedos seguían las rutas trasatlánticas dibujadas en sus océanos de papel: líneas de vapores con distancias en kilómetros. Nueva York - Río de Janeiro 8 807. Canal de Panamá- Londres: 8796. Por la calidad de la imprecisión, el color y las precisiones de los mapas, este atlas pudiera competir con sus similares de la actualidad. Pero las fronteras del planeta cambiaron desde 1963. Surgieron nuevos países. Otros desaparecieron. Se derrumbó el Muro de Berlín. Levantaron otros. Además la gente prefiere ahora Google Maps y Google Earth . El Atlas se puso viejo. Asumo la nostalgia como un atisbo del futuro: nuevos libros me esperan. Tendré que preparar la respuesta merecida a la manera de Umberto Eco cuando le preguntaron: “¡Cuántos libros ¡¿Los ha leído todos?”
ecoestadistica.com