miércoles, 29 de febrero de 2012

EROTISMO DE UNA VOZ.


“Aquel descubrimiento me preparó para apreciar el erotismo de una voz, igual que el cine me había enseñado a leer el erotismo de los rostros. De manera que ciertas voces de la radio entraron a saco en mis noches de niño y, según, la intensidad de las emociones, intensificaron la temperatura de mis fantasías”.

El texto pertenece a El Peso de la Paja, Memorias , El cine de los sábados (Círculo de Lectores, 1990), de Terenci Moix. En este libro el escritor español evoca los años de su infancia y adolescencia en Barcelona durante las décadas de 1940 y 1950. El cine ya entonces era su gran pasión pero también se sintió cautivado por la radio.

El niño Terenci escuchaba los radioteatros desde la cama, donde comenzó a saber de las grandes pasiones. Y a medida que avanzaba el drama radiofónico… “las voces empezaban a excitarme, mi cuerpo se encogía sobre sí mismo y, cuando ya estaba convertido en un ovillo, la mano iba en busca del sexo y acababa cerrándose sobre él. Mientras esto hacía, la voz de un narrador contaba que ya anochecía sobre los tejados de Nueva Orleáns.”


DEPRAVACIONES EN LA PANTALLA Y EN EL PÚBLICO.




Detrás de esas columnas y arcos estaba el cine Bélgica de 750 butacas. Calle Monserrate no. 518.Habana Vieja.

En La Habana para un infante difunto, Cabrera Infante escribió : “El cine más al sur, el Bélgica, fue otro que nunca visité por su fama de infame, con el peor público de todos los cines nefandos de La Habana”.Otros cines en esta categoría eran el Niza y el Montecarlo. Sobre este último: “depravaciones en la pantalla, depravados en el público”.

Estos pequeños cines de un público “no decente” se perdieron en el tiempo. En cambio, frente al Bélgica, se ha salvado la preciosa fachada del antiguo cine Universal que hasta hace pocos años ofreció películas y que en la actualidad es local de ensayo de un pequeño grupo de teatro.

Fantasmas del antiguo cine Bélgica: no queda ninguno. Cruzaron la calle atraídos por los plátanos y las papayas del vecino Mercado de Egido, uno de los más populares de la capital.





jueves, 23 de febrero de 2012

AMOR REAL

Por: Lázaro Sarmiento



Sobre el amor romántico: “Lo anhelamos pero no existe en absoluto. Uno puede amar alguien y ser la persona con la que quiere compartir su vida pero eso no impide que sienta deseo por otro individuo o que se enamore puntualmente de alguien. Para vivir un amor romántico, en el caso de que se encontrase a la pareja perfecta, habría que tener tiempo y dinero”.



Esto expresa el filósofo alemán Richard David Brecht ((1964), autor del libro Amor: Un sentimiento desordenado, un título que me recuerda el poema Me Desordeno, Amor, Me Desordeno , de Carilda Oliver Labra , y su eléctrico comienzo:


Me desordeno, amor, me desordeno
cuando voy en tu boca, demorada,
y casi sin por qué, casi por nada,
te toco con la punta de mi seno…



Y regresando a Richard David Brecht, este pensador considera que “el amor tiene dos raíces, el sentimiento de cobijo y el sentimiento de excitación. Es una liberación el entender que esos dos conceptos no tienen nada que ver. El amor es una lucha entre estos dos estados. Un estado de excitación constante, provocaría conflictos y no se sentiría la persona cobijada. El ser humano no puede mantener estos dos niveles en alto. Es un juego entre la dopamina y la serotonina."

Imágenes. Arriba: Foto de la artista estadounidense Nan Goldin.
Abajo: fotograma del filme La doméstica (Corea)



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